Honduras
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Es ley desde que el género llegó a nuestra televisión, hace ya 25 años. Sin un buen casting, un reality show tiene todas las papeletas para venirse a abajo. Es algo que saben bien quienes hacen posible Supervivientes: All Stars, que tienen un reto añadido: el elenco es una selección de lo mejor, y ha de notarse.

Los responsables del casting de Supervivientes son Ángel Ludeña, director del programa en Honduras; Ángeles Villamarín, directora de producción, y Juan Ramón Gonzalo, director general de Cuarzo Producciones. Dibujan "conjuntamente con Mediaset" el perfil de concursantes y la decisión final es consensuada.

Así lo comentan a BLUPER, en declaraciones tomadas durante la estancia de este periódico en los Cayos Cochinos para comprobar de primera mano cómo se hace el espacio que desde hace dos años produce Cuarzo.

"Aquí no se hace de manera única nada, ni por la cadena ni por nosotros". "A todos nos gusta tener grandes nombres que nos cubran esa parte de expectación. Ver saltar del helicóptero a Carmen Borrego, por ejemplo. Luego hay nombres que te sorprenden, una persona casi anónima que se convierte en superestrella", detalla Ludeña.

Sobre todo, señalan querer "a gente que sepa que esto es un programa de televisión". "Como habéis visto, tenemos contacto cero con los concursantes. No podemos estar diciéndoles: 'Haz esto y haz lo otro", expone Gonzalo, recalcando la importancia del "equilibrio del casting" pensado tanto "para un público joven" como uno "mayor".

Juanra Gonzalo, Ángeles Villamarín y Ángel Ludeña, de 'Supervivientes: All Stars'. Cuarzo Producciones

"La nostalgia suele funcionar, gente que hace tiempo que no sale en televisión", admiten. Y a las pruebas se pueden remitir en esta misma edición del All Stars, que tiene a Sonia Monroy (y su defensora en plató) dando contenido.

Respecto a la cuota influencer que el programa ha ido introduciendo poco a poco, Ángel argumenta: "Tenemos una entrevista personal con ellos. Sabemos que el mundo influencer te enseña la parte de su vida que te quiere enseñar y, a partir de ahí, te puede sorprender o no".

Una negociación compleja

Ángel, Ángeles y Juanra subrayan la dificultad de "convencer" a un famoso para ir, en esencia, a pasar calamidades a una isla. "Otros programas te permiten vivir en tu casa, a Supervivientes vas a pasarlo fatal".

Cuando empezaron a levantar el teléfono para conformar el casting de Supervivientes 2025, se encontraron con un primer hándicap, como revela Villamarín: "Había cinco programas de famosos en marcha [...] Ellos decían cuando llamabas: 'Es que otros me han ofrecido...'. También juegan a eso".

Laura Madrueño, durante las nominaciones del pasado jueves en 'Supervivientes'. Mediaset España

Y en ese punto empieza la negociación. "Es complicado, nosotros tampoco estamos dispuestos a pagar lo que sea para que venga cualquiera. No tenemos ese presupuesto, ni tampoco es lógico. Nos tenemos que adaptar. Ya de por sí, es un formato de presupuesto elevado porque supone hacer 12 horas de directo desde Honduras todas las semanas", expone Gonzalo.

"Si pagamos y damos un cheque en blanco a la gente, sería inviable", dice Juanra sobre los cachés. La complejidad del acuerdo "depende del personaje": "Hay personajes que no negocian tanto el tema económico, sino que quieren que les asegures tranquilidad, que siempre va a estar bien cuidados. Que siempre hay un médico protegiéndolos".

¿Multa por abandono?

Una de las preguntas más extendidas sobre Supervivientes es si realmente existe una cláusula de abandono. Es decir, una penalización económica en caso de que un concursante decida poner fin a la experiencia de manera voluntaria y no por decisión de la audiencia.

Los tres responsables hacen hincapié en que los contratos son de carácter "privado". Aun así, dejan entrever que, en este momento, no. "Hay un contrato de compromiso por nuestra parte y por la suya. Nosotros les tenemos que cuidar y ellos tienen que venir a concursar".

Y, por si pudiera surgir la duda, "todos los concursantes vienen en las mismas condiciones y no se hace ningún tipo de excepción". Con esto, quieren decir que "no hay semanas garantizadas", como se especuló con la participación de Terelu Campos, pues su debut en teatro estaba ya fechado para el 26 de abril de 2025.