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Este jueves 18 de septiembre se cumplen tres décadas de la emisión del primer late night que revolucionó la televisión española. Tal día como hoy, en el cada vez más lejano 1995, levaba anclas en Telecinco Esta noche cruzamos el Mississippi, un formato rompedor encabezado por Pepe Navarro.

Fue un magacín que continuaba la esencia que el cordobés había derrochado en otros espacios como Todo va bien, de Antena 3. Para que todo marchase hacía falta una mesa, un fondo que recrease el skyline de una ciudad, un micrófono voluminoso (de puro atrezzo) y mirar la actualidad desde un prisma gamberro y desenfadado.

El programa marcó un hito cultural, tenía millones de espectadores que se asomaban al filo de la medianoche, que diría José María Carrascal, a ver qué les tenía Pepe Navarro preparado. Pero no gustaba a todo el mundo, obviamente. Y dos de esas personas a las que no le hacía gracia el Mississippi era a Terelu Campos y a su madre, María Teresa Campos.

Terelu, en aquellos años, despuntaba junto a su progenitora en el magacín matinal de La 1 Pasa la vida. Incluso se hacía cargo, en solitario, de secciones concretas, como el concurso Ruede la pregunta. Nunca imaginó que su presencia en la pequeña pantalla fuese parodiada como lo hizo Pepe Navarro.

En el late night, que bebía de los espacios estadounidenses de Jay Leno o Conan O’Brien, Navarro se codeaba de actores cómicos como Nuria González, Maribel Ripoll o Carlos Iglesias, que interpretaban diversos personajes. En el caso de Iglesias, él fue Pepelu, un hijo ficticio de Pepe Navarro. Terelu, Pepelu, no había que ser muy audaz para captar por dónde iba el chiste.

Pepe Navarro en 'Esta noche cruzamos el Mississippi'.

Pepelu era amanerado, torpe, molesto e inútil. Solía interrumpir en el plató para aportar datos de poco interés o sentido, y se dirigía a Navarro como “paspas”, para que quedase evidente su lazo de sangre.

Según crónicas de la época, a Terelu Campos no le parecía divertido en absoluto la presencia de Pepelu en la pequeña pantalla. Se sentía ridiculizada, y hay medios que incluso hablaban de llamadas de María Teresa Campos y de su hija para quejarse. En público, sin embargo, jamás se pronunciaron al respecto.

En cualquier caso, el personaje de Pepelu no duró los tres años que estuvo el programa en emisión. Carlos Iglesias fue fichado por Antena 3 para ser Benito en la serie Manos a la obra, y dejó a Navarro. “Pepelu era un ser entrañable y sensible, y Benito, inventor del gotelé, muy divertido e ingenuo. Ambos lograron merecerse el cariño de la audiencia, y yo les debo mucho. Los dos me fueron abriendo otras puertas profesionales”, recordaría el intérprete en Pronto en 2022.

Un formato pionero en España

Hasta ese 1995, la televisión española no había apostado por un espacio estrella en la medianoche. Pepe Navarro, que se había asentado en las mañanas de RTVE y Antena 3, decidió arriesgarse y cubrir esa franja incómoda con un programa en directo, con entrevistas, con humor. Y lo clavó.

Por su plató pasaron personajes ilustres que iban de Jesulín de Ubrique a Marta Sánchez, pasando por Terenci Moix, o estrellas de la casa, como Emilio Aragón, que brillaba con Médico de familia. Y también periodistas de crónica social, como María Eugenia Yagüe, para dar pinceladas de salseo.

Algo muy particular fue que los colaboradores representaban personajes, y no hacían de sí mismos. Maribel Ripoll fue la puritana doña Reme, Carlos Iglesias el mencionado Pepelu, Nuria González era la transexual dominatrix Ramón, Ferrán Botifoll fue Aigor Cajones, y no nos olvidemos de Florentino Fernández como Lucas Grijander y Krispín Klander.

Pepe Navarro con La Veneno.

También estuvieron por allí, entre otros, Marcos Arizmendi, Paco Collado, Santiago Urrialde (que era el reportero Rambo) y Sonia Monroy. A esta última se la suele asociar por su rol de bailarina, pero también llegó a salir a la calle para hacer de reportera.

Sin embargo, el que sin duda fue el mayor descubrimiento de Esta noche cruzamos el Mississippi fue Cristina Ortiz, La Veneno. Fue descubierta en un reportaje sobre prostitución en la Casa de Campo madrileña, Pepe la llevó al plató y encandiló al público con su naturalidad, su forma de enfrentarse a homófomos y tránsfobos, y hasta hizo una breve carrera como cantante.

Poco a poco, Esta noche cruzamos el Mississippi fue cambiando de aires, y en sus últimos años se volcó con la crónica negra, en concreto, con el caso Alcàsser. Fernando García, padre de una de las tres adolescentes asesinadas, y el criminólogo Juan Ignacio Blanco fueron habituales en el plató.

La cosa se fue de madre cuando, en enero de 1997, Juan Ignacio Blanco, citando información escuchada en la radio, en la que aseguró que Alfonso Calvé, Luis Solana, Bermúdez de Castro o Francisco Laína, que fueron bautizados como ‘el clan de La Moraleja’, estaban siendo investigados por el triple crimen. Navarro acabó pidiendo disculpas por la información ofrecida por el invitado del programa, pero el daño ya estaba hecho y se pusieron querellas. El programa bajó la persiana en julio de ese mismo año.

Xavier Sardà en 'Crónicas Marcianas'.

Desde entonces, el late night llegó a España para quedarse por unas décadas. Así, llegaron programas de éxito como Crónicas Marcianas y Buenafuente. Y otros espacios que intentaron competir en esa franja y que pronto pasaron al olvido, como Efecto F con Francis Lorenzo, Maldita la hora con Máximo Pradera o La Central de Jesús Vázquez, entre tantos otros. 

En la actualidad no existen programas de estas características, que arrancaban después de la serie de turno. En parte, por cómo es la parrilla actual. Con espacios del access que acaban pasadas las once de la noche, y ofertas estelares, como concursos, series y películas, que pueden acabar perfectamente a la una de la madrugada. La misma hora a la que veíamos a La Veneno y compañía. O incluso más tarde.

Ahora, 30 años después de aquel estreno, Pepe Navarro vuelve a Telecinco como concursante de Bailando con las estrellas. Y Terelu Campos, a la que tanto hizo rabiar con el personaje de Pepelu, será compañera de cadena, pues seguirá colaborando en espacios como ¡De Viernes!. Quién sabe si por este motivo coinciden juntos en un plató y rememoran aquellos momentos, dignos de ¡Qué tiempo tan feliz!.