Supervivientes: All Stars no es una experiencia que pueda vivirse a medio gas. Con esa mentalidad llegamos a Honduras BLUPER y los otros cuatro medios acreditados por Mediaset para vivir la experiencia del reality show durante siete días. Y con esa mentalidad afrontamos una de las ‘sorpresas’ que nos tenía preparadas la organización.
Este domingo, la prensa fue ‘conejillo de Indias’ para probar uno de los juegos que disputarían los concursantes en Conexión Honduras. Concretamente, el juego de recompensa con cubos de colores.
En resumen. Los participantes tendrían que mover su cubo a lo largo de un recorrido y subirse a él para ir recogiendo siete sacos dispuestos en varias estructuras de madera y meterlos en una bolsa. Después, hacer el camino de vuelta y lanzar esos sacos contra siete cajas hasta derribarlas.
¿Parece fácil? Parece. Pero no lo es. El equipo de sonido nos microfona bajo un sol (y una humedad) de justicia. A continuación, Estanislao Pérez, guionista de juegos del formato de Cuarzo, nos explica la prueba y nos da una serie de consideraciones para evitar las trampas, como lanzar los sacos desde una distancia determinada.
Consideraciones que son difíciles de seguir en el momento de la prueba. Laura Madrueño, a la que también nuestra prueba sirve de ensayo para la gala del domingo, nos pregunta si estamos preparados. Casco bien colocado, todos en sus puestos y el tiempo comienza… ¡Ya!
BLUPER prueba el juego de los cubos de colores de 'Supervivientes: All Stars'.
Desde los primeros compases del juego, compruebo que ese cubo pesaba un quintal. Consigo enganchar un par de sacos antes de quedarme atrapada en una red por la que es casi misión imposible rodar el cubo. Logro salir de la enredadera, pero a la vuelta es justo el punto en el que me quedo.
A veces, lo que cuenta es participar, o eso quiero creer. El juego termina y, cuando recupero el aliento, pienso en la lección que da este programa: Supervivientes es fuerza física, pero también es fuerza mental, como bien decía Estanislao en declaraciones a este periódico.
Los periodistas hicimos la prueba de los cubos sin jugarnos nada, con reservas energéticas suficientes. Utilizando un cubo estándar, ya que el de los robinsones contenía más o menos peso dentro según su complexión física.
Horas después, los supervivientes se enfrentaron al reto tras semana y media de hambre. Y, por si fuera poco, bajo una lluvia que obligaría a producción a tomar decisiones rápidas y a cubrir con plásticos todo el material técnico
Supervivientes
Con todo, Noel Bayarri fue el ganador del juego y por lo tanto de la recompensa, una hamburguesa gigante con patatas fritas que podía aceptar o no a cambio de un kit de buceo para su equipo. El canario eligió la opción generosa y prefirió ayudar a su gente antes que alimentarse.
La tormenta se intensificó y la Palapa se abrió como medida de emergencia, para que los concursantes terminasen de resolver los conflictos de los que hablaban en el Oráculo. Parte del equipo de Cuarzo hizo noche en unas cabañas de madera construidas en Cayo Menor, ante la imposibilidad de regresar en barca al hotel.
