La radiotelevisión pública neerlandesa AVROTROS anunció este viernes que no participará en el Festival de Eurovisión 2026 si Israel sigue admitido en el certamen internacional. La cadena de Países Bajos considera incompatible la presencia del país en medio de la tragedia humanitaria de Gaza, contraria a los valores de “paz, igualdad y respeto” que promueve el festival.
En un comunicado, AVROTROS aseguró que “ya no puede justificar” la participación israelí mientras continúa el “grave y sostenido sufrimiento humano en Gaza”. Criticó también lo que considera un “deterioro de la libertad de prensa”, con la exclusión deliberada de periodistas internacionales, así como el asesinato de reporteros locales en la zona.
La emisora añadió otro argumento de peso. Denunció la “injerencia” del Gobierno israelí durante la pasada edición de Eurovisión, al utilizar el evento como herramienta política. Para AVROTROS, esta situación contradice el carácter apolítico del certamen, que desde sus orígenes en 1956 nació con la vocación de unir a Europa tras un período de guerra y división.
Con base en estas razones, la emisora neerlandesa concluyó que la participación del país en el festival de Viena “no será posible mientras Israel sea admitido”. Sin embargo, aclaró que si la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del evento, decide excluir a Israel, Países Bajos retomaría con normalidad sus planes de participación en 2026.
Países Bajos debutó en Eurovisión el primer año del certamen, en 1956, y ha participado en casi todas las ediciones desde entonces. Ha ganado cinco veces: en 1957, 1959, 1969 (empate), 1975 y 2019. También ha sido anfitrión en cinco ocasiones. Su trayectoria combina años de éxitos con algunos resultados discretos, consolidándose como uno de los países más emblemáticos del certamen.
El ganador de Eurovisión 2019, Duncan Laurence, que representó a Países Bajos.
El festival se celebrará en Viena en mayo del próximo año y los países deben confirmar su participación antes de octubre, aunque este año el plazo se amplió de forma excepcional hasta diciembre. La decisión neerlandesa impacta directamente en el calendario, pues obliga a la UER a pronunciarse sobre la presencia de Israel en un ambiente político delicado.
El movimiento de Países Bajos se enmarca en una ola de presión internacional. En los últimos días, países como Eslovenia, España, Islandia e Irlanda ya advirtieron que se retirarían de la edición de 2026 si Israel compite. La radiotelevisión irlandesa RTÉ fue la última en declararlo públicamente, calificando la participación israelí como “inaceptable” mientras continúa la violencia en Gaza.
Actualmente, Eurovisión reúne a 37 países y alcanza cada año a más de 160 millones de espectadores en todo el mundo. La UER mantiene a Israel en la lista provisional de participantes. Mientras tanto, la controversia aumenta, especialmente porque Rusia fue suspendida tras la invasión de Ucrania, lo que mostró que excluir a un país por motivos políticos y humanitarios sí resulta posible.
Israel, además, mantiene un papel destacado en el certamen. Obtuvo el segundo lugar en 2025 y el quinto en 2024, consiguiendo ser la candidatura más apoyada por el público en ambas ediciones recientes. Pese a ello, la presión de varias televisiones públicas europeas podría condicionar seriamente que el país pueda seguir concursando en Viena el próximo año.
El futuro de Israel en Eurovisión podría definirse en la asamblea de la UER del 4 y 5 de diciembre en Ginebra. En esa reunión, los miembros de la organización tendrán que votar si se mantiene o se retira al país del festival, en medio de un debate que ya ha generado divisiones dentro y fuera del ámbito musical.
