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Este pasado martes 19 de agosto, Más Vale Tarde recibió a Pablo Ojeda. El nutricionista ha acudido para dar algunos consejos y propuestas para hacer las comidas del verano más apetecibles, desde pinchos y canapés fríos a deliciosas ensaladas.

Ojeda mostraba unas gildas de cosecha propia que lucían un aspecto espectacular y que son un aperitivo ideal para deleitar a cualquier invitado en casa. El nutricionista recordaba que esta tapa tan típica de la gastronomía española puede tener múltiples ingredientes.

El colaborador señalaba que la gilda puede estar compuesta por diferentes alimentos encurtidos, desde el atún rojo a la aceituna negra, a la piparra o el queso Idiazábal, así como trozos de jamón serrano o ibérico, calabacín, pepinillos o queso feta. De hecho, mostraba una con las clásicas anchoas acompañada de atún, berenjena y oliva verde.

El dietista mostró dos tostas con las que innovó con los sabores del verano y que hicieron la boca agua a María Lamela y Ramoncín. Por un lado, tenía una atrevida que combinaba trozos de albaricoque con sardina encurtida, ajo laminado y albahaca; era la otra tosta la que causó polémica.

Ojeda mostraba que esta tenía paté de mejillones y decidió ponerle unos trozos de surimi. Los mal llamados ‘palitos de cangrejo’ (por su aspecto, dado que no contienen carne de este crustáceo, pero sí de distintos pescados), pueden ser un ingrediente igual de sabroso y nutritivo.

Imagen de 'Más Vale Tarde'. Atresmedia

Lamela le preguntaba por qué había decidido ponerle trozos de surimi a la tosta. El nutricionista no dudó en defender este ingrediente y lo comparó con uno de los fiambres más populares en todo el mundo: el jamón cocido (también llamado jamón York).

“Ahora igual me meto en un lío. Voy a abrir un gran melón. El surimi, como el jamón cocido, lo hay de muchas calidades”, expresaba, defendiendo así su uso, como también el de la paleta cocida, la cual puede ser de alta calidad.

Pablo Ojeda, María Lamela y Ramoncín en 'Más Vale Tarde'. Atresmedia

Hay surimis que tienen un porcentaje de abadejo muy alto y poco almidón, y hay otros que tienen peor calidad. Hay jamones cocidos que tienen un porcentaje de jamón del 90% y hay otros que son malísimos, por lo tanto, siempre vamos a mirar la etiqueta”, argumentaba.

El nutricionista defendía así su uso. Eso sí, advertía que debía seguir siendo un alimento para consumir de tanto en tanto y no rutinario, a diferencia de otros pescados como el salmón o la merluza.

“Además, no deja de ser un producto ocasional. No es para consumir todos los días, pero el día que te lo vas a tomar, tómate uno bueno”, detallaba, señalando así la importancia de fijarse en los ingredientes y calidad de los palitos de surimi que vayan a comprarse.