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Espejo Público ha abierto un particular debate en la entrega de este lunes, en la que Gema López fue baja por motivos médicos. ¿Quién de las dos personas que vais a ver ahora se podría quejar de acoso a la prensa? ¿Tienen derecho a quejarse?”, era la cuestión que ponía sobre la mesa el presentador Miquel Valls, en la sección Más Espejo.

Así, dio paso a un vídeo en el que, en primer lugar, aparecía Alejandra Rubio en el aeropuerto. “No me lo puedo creer, te lo juro. Que voy sola”, le decía a la prensa, intentando así pasar desapercibida. “Cómo os enteráis de que vengo”, se quejaba.

Los periodistas le lanzaban una batería de preguntas a la hija de Terelu, y ella solo respondía: “Muy bien, todo muy bien”. “Ya está chico, por favor. Yo me voy ya”, pedía en un momento dado a un periodista. “Por favor ya, os he contestado ya. Mira cómo me pillas. Me he abrasado viva, se me ha caído la piel a cachos y me quiero ir a casa ya”, finalizaba Rubio.

A continuación, los espectadores pudieron ver un vídeo de una mujer que, en principio, no resulta muy familiar. Se trata de Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva. “Muy bien”, decía en un primer momento a los periodistas. “No me estaríais esperando a mí”, preguntaba.

Al descubrir que sí, comenzaron a realizarle preguntas sobre su suegra Isabel Preysler y otros asuntos. “Me puedes dejar un momento”, llegaba a pedir Carolina. Y luego insistía: “Os estoy pidiendo que me dejéis”.

Imagen de 'Espejo Público'.

“Habíamos pillado a las dos en el aeropuerto. Las dos tienen derecho a quejarse”, introducía Miquel Valls. Pero pidió a las colaboradoras que votasen con unas paletas si, individualmente, podían protestar o no.

Alejandra ¿tiene derecho a quejarse?”, preguntaba oficialmente el conductor del matinal. Y todas las compañeras respondieron de manera rotunda que no. “Si trabajas en un medio de comunicación, participas”, valoraba Isabel Rábago.

La que fuese concursante de Supervivientes añadió: “No creo que se haya quejado, se ha sentido sorprendida. Cuando la he visto más crítica y dura ha sido en otros momentos. Atiende a los compañeros con normalidad, pero no tiene derecho a quejarse”, sentenciaba.

La votación fue más benévola con Carolina Molas. “Tiene derecho a quejarse, ella nunca ha elegido ser un personaje público. Con estas personas que intentan tener un perfil bajo, aunque intentemos hacer nuestro trabajo, se pueden quejar, aunque hagamos oídos sordos”, dijeron de la madre de Íñigo Onieva.