El 17 de junio, Borja González se alzaba como ganador de Supervivientes 2025, en una final que arrasó en audiencias. Lo hizo al imponerse a Montoya (actualmente retirado de los medios) y Álvaro Escassi, que partían como favoritos, y lo que le valió el cheque de 300.000 euros.
Un mes después, Borja González rompe su silencio y muestra en redes sociales para mostrar las secuelas físicas que arrastra tras su paso por el exigente reality de Telecinco. El valenciano ha retomado su actividad digital compartiendo con sus seguidores el drástico cambio físico que ha vivido: del hambre extremo al efecto rebote.
“Yo sé cuántos kilos pesaba antes de ir, cuántos pesaba al volver, pero no sé cuántos peso ahora”, adelantaba Borja en un vídeo publicado en sus redes. A continuación, se subía a una báscula. “Llegué a Honduras con 80 kilos, salí con 67, perdí 13… y ahora peso 84. He cogido 17 kilos, y no de músculo”, explicaba con mucha sinceridad.
El exmilitar ha detallado que, tras abandonar la isla, sufrió una fuerte ansiedad por la comida. “Cada hora tenía hambre, no podía parar de comer”, ha explicado. A eso hay que sumar un esguince, que le impidió retomar sus entrenamientos, y le ayudó también a ganar peso.
Aunque la báscula marque en la actualidad más que cuando se fue a Honduras, el ganador del reality se muestra optimista: “No me preocupa porque soy una persona superdisciplinada, muy constante y encima estoy motivado. Sé que me lo voy a quitar en nada”.
Borja González, en una imagen reciente de sus redes sociales, mostrando su aumento de peso.
Otra concursante que ha hablado de las consecuencias de su paso por Supervivientes ha sido Carmen Alcayde. La ahora colaboradora televisiva ha explicado que llegó “muy morena” de Honduras, porque “tomaba mucho el sol”.
Y eso le ha pasado factura. “Me ha salido la vitamina D en rango tóxico. Me asusté”, ha expuesto. Y esto para ella es complicado por su propia condición física. “Me preocupa porque tengo solo un riñón de nacimiento. El médico me ha dicho que no me preocupe. Era negra en Honduras. Me ha dicho que me espere un par de meses y me repita la analítica, ahí saldrá baja. Pero de momento el sol lo justo”.
A lo largo de la historia del concurso muchos han sido los concursantes que han vivido efecto rebote (o todo tipo de problemas de salud) tras vivir varias semanas o meses en condiciones muy duras. Y uno de los casos más destacados es Santi Abad, deportista que participó en 2009, y que calificó su paso por Supervivientes fue “nefasto” y confirmó que puso en riesgo su salud.