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La modelo murciana María José Besora ha sido la invitada de Y ahora, Sonsoles esta tarde. Y, como es habitual en el programa, han introducido su entrevista con un vídeo en el que se recorre toda su trayectoria, desde que comenzó a participar en pequeños concursos de belleza hasta que se alza con el título de Miss España en 1999.

Besora ha señalado a su madre como inspiración para dedicarse a este universo. “A mi madre le gustaba, y desde pequeña me inculcó que me gustara la belleza y la admirara. Le gustaba ver los programas de televisión, las películas, ver cómo iban vestidas y maquilladas, y me desarrolló admiradora del estilo”, narraba.

Hasta que llegó a ser Miss España hubo “un largo camino”. “El destino existe y está marcado, y hay cosas que tienen que pasarte. Y quieres llegar a un objetivo, y no es porque no tiene que ser, no es el momento. Y otras cosas fluyen solas”, apuntaba en ese sentido.

Sin embargo, su carrera no fue sencilla. Hubo compañeras que acusaron a la organización de favoritismo, e incluso hubo “acusaciones sin pruebas” de que la Comunidad de Murcia pagó al certamen para que la eligiesen.

Los bulos la perseguirían, y en 2014 un montaje en el que se veía a la modelo con su hija y un alto cargo murciano provocó que hasta se dudase de la paternidad de su primogénita. “Es tan fácil hacer daño gratuitamente. Hay muchas hipótesis de por qué, quién, qué interés. Hay gente que te cuesta entender que disfruta haciendo daño y metiendo también a menores”, decía la murciana.

María José Besora en 'Y ahora, Sonsoles'.

El montaje surge después de un reportaje que hizo en una revista con su hija, algo que en un primer momento le pareció un “superhonor” y “un recuerdo muy bonito”, pero que se tornó una pesadilla. “Cuando hacías un montaje le tenías que dedicar muchas horas. Había una alevosía, un deseo de hacer daño que me cuesta comprender”, decía, emocionándose por momentos.

A veces, a Besora se le cortaba la voz, e intentaba no llorar. “Yo encuentro comentarios durante estos años, que ha sido un proceso muy largo. No sabes todo lo que he llegado a escuchar. Y mi familia”, le decía a Sonsoles, ya rompiéndose por completo.

“Es injusto. Soy la única Miss España que tiene una sentencia judicial que todos los miembros del jurado declararon que votaron libremente sin ningún tipo de interés. Y estoy harta de que se me cuestione, de que se me juzgue. Y de tanta mentira”, sentenciaba.

“Yo era una niña de un pueblo y a veces me cuesta creerme que me pasara algo así. No quiero llorar, estoy sensible”, se justificaba la invitada. Pero denunció los hechos, y una década después, la justicia le dio la razón. “Pensaba que no iba a salir ni juicio ni nada, y pensé: esta es mi cruz, la que me ha tocado cargar, y ya está”, llegó a contar, resignada.