El pasado viernes, Rosa fue la concursante de Pasapalabra con mejor resultado en la prueba del rosco. Esto significaba que hoy lunes Manu Pascual, su rival desde hace meses, tenía que ganarse la silla azul contra un nuevo rival. En esta ocasión compitió contra Nazar, que provenía de Tarragona, aunque era natural de Ucrania, y que quería darle una sorpresa a su abuela, gran seguidora del formato, a pesar de que ni entendía el idioma.
Como era de esperar, Manu consiguió vencer en la prueba inicial, sin marcar siquiera un solo fallo, y pudo continuar su concurso y optar a un bote que hoy ascendía a 1.330.000 euros. En esta ocasión, Pasapalabra renovaba sus invitados, que habitualmente están tres días ayudando a los participantes. Y así, Roberto Leal dio la bienvenida a la modelo Virginia Troconis y a los actores Pablo Rivero, Víctor Palmero y Elisa Matilla.
En concreto, Rosa contó con la colaboración de Elisa Matilla y Pablo Rivero, en el equipo naranja, mientras que el azul tuvo a Víctor y Virginia. En primer lugar Roberto Leal saludó a Pablo Rivero, y le soltó un pequeño dardo por el tiempo que llevaba sin visitarle. “Demasiado, para la confianza que hay, me tienes completamente de lado”, recriminaba con humor el presentador.
Elisa Matilla, por su parte, iba con un look “rockero de Hello Kitty”, y se dio un abrazo con Roberto Leal como saludo. Tras darle la bienvenida a Virgina, al llegar el turno de saludar a Víctor Palmero (quien se hizo muy conocido por su papel de Alba Recio en La que se avecina) el actor se fundió en otro abrazo con Roberto Leal, y admitía sentirse muy bien.
“Me iba a poner celoso. Digo: has abrazado a Elisa y a mí no. No puede ser esto”, le soltaba el intérprete al sevillano. En ese sentido, Roberto le explicó que a Pablo o Virginia no los tenía cerca para abrazarlos, pero “a los que tengo cerquita, siempre. Somos como osos amorosos”.
Víctor es ya veterano en Pasapalabra, pero quiso aprovechar esta nueva participación para lanzar un gesto de cariño a alguien muy cercano. “Voy a mandar un beso a mi madre, ¿cuál es mi cámara?”, preguntaba.
Así, el intérprete reconoció que primero le dijo a su madre que haría algún gesto para dirigirse a ella, como pudiera ser tocarse la nariz, pero que era mejor gritarlo a los cuatro vientos, y por ello exclamó: “Mamá, te quiero”. Su madre se llama Mariví, y por eso, Roberto Leal añadió: “Mariví, España te quiere”.