El mundo de la televisión está repleto de dudas por parte de los espectadores que, en algunos de los casos, son muy difíciles de resolver. Uno de ellos tiene que ver con lo que sucede con los platos que cocina en directo Karlos Arguiñano para su programa. Con cerca de 3.000 programas emitidos en Antena 3 desde 2010, el chef vasco ha compartido con la audiencia miles de recetas.
Más allá de cocinar, el reputado cocinero siempre tiene anécdotas que contar a los espectadores, pero también revela algunos secretos. Sin embargo, en esta ocasión ha sido gracias a Cristina Pardo y su programa Liarla Pardo que hemos podido conocer qué sucede con los platos que prepara.
"Hay una leyenda urbana que dice que cuando terminas de cocinar los trabajadores se comen la comida que haces", decía la periodista, a lo que el propio Arguiñano no pudo evitar reírse, además de dar a entender que, efectivamente, es el equipo del programa el que termina por degustar los platos. "A partir de la una y media hay sonido de sables, de las cuchillas y los tenedores", comentó al respecto.
El propio Arguiñano comentó en varias ocasiones en sus programas que "no se tira nada. Aquí se come todo", además de admitir que el equipo tiene totalmente prohibido tocar la comida hasta que la cámara no esté apagada, una premisa que deben cumplir a rajatabla todos sus integrantes.
La comida que Karlos Arguiñano prepara en directo
Tras más de tres décadas en televisión, Karlos Arguiñano es considerado el chef español más televisivo, una persona que ha logrado conquistar a todo un país con sus miles de recetas para todos los gustos. El cocinero apuesta por todo tipo de elementos e ingredientes, haciendo que cualquier persona pueda aprender de uno de los mejores.
Su programa de televisión se ha convertido en un indispensable de la televisión en España, haciendo que cada día se puedan aprender nuevas elaboraciones, que van desde las más clásicas, hasta otros platos más novedosos, un conjunto de delicias que merece la pena preparar.
La desconocida historia de Karlos Arguiñano
Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más famosos de nuestro país, y aunque muchos desconocen la historia de su vida, está repleta de curiosidades. Nacido en Beasain el 6 de septiembre de 1948, fue uno de los profesionales que, junto a Juan Mari Arzak y Pedro Subijana fundaron la denominada Nueva Cocina Vasca en la década de los 70. Su propio restaurante está situado en Zarautz.
Hijo de taxista y modista, cursó estudios de maestría industrial y trabajó en la fábrica de trenes de Beasain como chapista. Con 17 años, decidió que quería formarse para poder desarrollar su gran pasión, que era la cocina, y por ello se apuntó a la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar, en Zarauz, dirigido por Luis Irizar.
En 1979 fundó KA y lo relanzó en el año 1990 como hotel, bombonería y bar, siendo un proyecto en el que ya llevaba trabajando desde la década de los 80. Estaba decidido a hacer de su sueño una realidad, y para que lo fuese llegó a endeudarse tanto que estuvo cerca de la ruina. De hecho, bancos y proveedores le reclamaban dinero, acumulando deudas por más de 250 millones de pesetas, aproximadamente 1,5 millones de euros al cambio.
Todo cambió a partir de 1991, cuando su rostro comenzó a hacerse conocido en la televisión. Sus primeros pasos fueron en el programa diario de cocina El menú de cada día de TVE, alzándose en 1992 con el TP de Oro como "Personaje del Año" y, en 1993, se hizo con el Premio Ondas en la categoría de Programas Nacionales.
En 1997 puso rumbo a Argentina para presentar el programa Karlos Arguiñano en tu cocina, pasando su espacio en España a llamarse Cocina con fundamento y presentado por Ramón Roteta, Eva Arguiñano y Begoña Atutxa, emitiéndose en Telecinco de lunes a viernes.
En el año 2010, el chef vasco rompía su contrato con Telecinco para poner rumbo a Atresmedia, donde más de una década después continúa cosechando muy buenos datos de audiencia en su programa Cocina abierta de Karlos Arguiñano.
No hay que olvidar que el cocinero también ha escrito más de 60 libros de recetas, de forma que acerca su exquisita cocina a todos aquellos que quieran seguir sus recetas con calma y tranquilidad en su propia casa. A todo ello hay que sumar su Restaurante Karlos Arguiñano, en el que cuenta con una oferta gastronómica en el que se sigue una línea tradicional combinada con la innovación de la prestigiosa cocina vasca.
Hoy en día ya quedan lejos aquellos tiempos en los que tenía dificultades económicas, y Karlos Arguiñano tiene unos ingresos brutos de 5 millones de euros anuales, aunque el beneficio neto es notablemente inferior por el alto coste de personal y de proveedores. En cualquier caso, su patrimonio personal supera los 3 millones de euros.
A lo largo de los años, el chef ha diversificado mucho su actividad, y más allá de lo generado en su restaurante o por sus publicaciones, también ha invertido en otros sectores como en el deporte de la pelota vasca y en las casas de apuesta, entre otros. En todo caso, se trata de un rostro popular de la televisión española que trabajó hasta conseguir su sueño.