La expolítica Celia Villalobos ha vivido un comprometido momento este lunes en televisión. La malagueña estaba comentando la actualidad política en Mañaneros, como hace habitualmente. Y, en concreto, se hablaba de cómo los 'barones' del PP cierran filas con Feijóo tras el giro en el decreto ómnibus.
“Lo que se ha demostrado es que con el PP al Gobierno no le habría costado lo que le ha costado pactar con Junts. A cambio de qué, qué cosas más le van a dar a Cataluña”, exponía Villalobos, mientas tomaba su teléfono móvil entre las manos.
Ramón Espinar estaba hablando mientras Celia interactuaba con el móvil, y luego tomó la palabra Edmundo Bal, exdiputado de Ciudadanos. “Seguimos confundiendo la política con la comunicación, y seguimos pensando que los ciudadanos son tontos...”, decía Bal, cuando su discurso quedó entorpecido por un sonido inesperado.
Y es que, en ese momento, se escuchó una conocida musiquilla que salía del teléfono de la exalcaldesa de Málaga. Los micrófonos captaron un sonido que pertenece al juego Candy Crush. Todo apuntaba a que Celia había estado jugando a la aplicación mientras sus compañeros estaban dando su opinión.
La que fuese ministra de Sanidad y Consumo saltó entonces como un resorte para silenciar el terminal, y prefirió quitar el móvil de encima de la mesa, mientras su gesto serio intentaba restarle importancia a lo sucedido.
Alrededor de Villalobos todos ignoraron esta interrupción, y Ramón Espinar y Edmundo Bal siguieron con el debate, mientras Celia permanecía en silencio. Lo próximo que dijo fue asegurar, dirigiéndose a Pilar Narbona, que “Zapatero hundió la Seguridad” en 2011 y que “el PP ha apoyado la revaloración automática de las pensiones”.