Leo Harlem ya es tarjeta platino de El Hormiguero. El actor y humorista regresaba este miércoles al programa para presentar su nueva película, La Familia Benetón, en la que interpreta a una suerte de “Angelina Jolie ibérica” en palabras de Pablo Motos.

Harlem (cuyo nombre real es Leonardo González) explicó sobre su personaje que es un hombre que se ve avocado a estar con niños de distintas procedencias, y se mete en líos por ese motivo. “Tengo al Langui de compañero, y a la gente le va a gustar”, aseguraba sobre el largometraje, que se estrena el próximo fin de semana.

Pablo Motos le preguntó que “de cero a Teresa Rabal” cuánto le gustan los niños, y ahí admitió que le gustan los niños “de ficción”. Que luego se van a su casita, y aunque todos los que han rodado con él son maravillosos, sabe que los pequeños “se meten por donde no es, se chocan, mueven muebles. El niño propio da más guerra que el niño extraño”.

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Sobre el rodaje de La familia Benetón, Leo Harlem conducía una furgoneta, a pesar de que él no tiene carné en la vida real. “Con una Berlingo pintada de Gotelé te puedes meter hasta en la Casa Blanca”, bromeaba. Y recordó cómo algunas escenas requerían que maquillasen a los actores en el hotel y saliesen en furgoneta a rodar, y no se pusieron cinturón de seguridad. “Venía Carlos Santos, Jon Plazaola, y nos para la Guardia Civil, y dije querrán un autógrafo. Nos cayó 150 euros de multa, que si los pagaba rápido se quedaba en 75”, reconocía.

Como en otras ocasiones que visitó El Hormiguero, su entrevista se centró en que Pablo Motos le preguntase su opinión sobre temas variados como las duchas con multifunción, lo difícil que es apagar las luces en los hoteles o se lleva con el ordenador. “Le respeto, como máquina es muy maja. No es una lavadora, pero llevo muy mal lo de actualizar”, detallaba.

¿Estamos exagerando con las mascotas?”, quiso saber el presentador. “Se nos está yendo un poquito. La gente va más al médico por la mascota que por los hijos”, aseguraba el invitado. “El mundo de las mascotas y animales gente gasta un dineral, en peluquería, psicólogos”, seguía explicando Leo Harlem, que aseguró que su intención es la de jubilarse dentro de un par de años.

En la charla, Leo habló una vez más de su viejo teléfono móvil, al que no puede instalar aplicaciones. Y esto, ahora, sí le ha dado problemas, porque “los que tenemos móviles de este tipo somos ciudadanos de segunda”. Así, detalló que no puede alquilar bicicletas en Madrid a pesar de ser vecino de la capital y pagar allí sus impuestos, pues solo es para smartphones. Por eso, Pablo Motos le preguntó si quería decir algo a su alcalde, José Luis Martínez-Almeida.Almeida, monta una oficinita, con tarjetita, con otro sistema. Una churrería, yo te recomiendo montar una churrería, es verdad, hace falta”, decía con humor el actor, que acabó la noche entregando la tarjeta del programa con 3.000 euros de premio.