"Llevo 20 años cargando etiquetas de presidenta de club de fans, cazafortunas, de no sé qué y esa no soy yo. Me han juzgado sin saber cómo soy. Ahora que me juzguen, pero conociéndome de verdad", se lamenta Elena Tablada. De ahí que participar en Bailando con las estrellas haya sido una gran oportunidad para que el público le conozca realmente. 

"Yo nunca he tenido problemas con los medios, es con la cámara y lo que es enseñarme cómo yo soy. No tengo experiencia con la televisión. De hecho, para mí, la televisión es como un bloqueo. Por eso no me gusta, porque me cohíbe, me corta. Yo es para que la gente me conozca".

Un bloqueo para el que hay que viajar atrás en el tiempo."No sé si es algo que arrastro desde que me hice conocida hace 20 años por el padre de mi hija y entonces como que bloqueé las cámaras y es algo que tengo que trabajar", añade la diseñadora de joyas, que vive a medio camino entre Madrid y Miami, donde se encuentra la mayor parte de su familia. 

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Se refiere a David Bisbal, con quien mantuvo una relación hace ya dos décadas y fruto de la cual nació su hija Ella. Curiosamente el sábado pasado el programa le puso el reto de bailar en versión rumba bolero Mi princesa, un tema que dedica el almeriense a la hija que tienen en común. 

Ésta no ha sido, sin embargo, la primera vez que le han tentado de la televisión. "Pero nunca de baile. Me han llegado de todo tipo, pero nunca me he visto. O no me sentía afín con lo que me proponían, o no era algo con lo que me sentía segura o no era el momento. Porque al final la vida lo más importante son los momentos".

El baile como terapia

Elena Tablada en 'Bailando con las estrellas'.

Bailando con las estrellas también le ha servido como terapia después de separarse de Javier Ungría, el padre de su segunda hija llamada Camila. Ahora se va a dar la circunstancia de que ambos van a estar concursando para un programa de Telecinco ya que el empresario será concursante de Supervivientes 2024.

"A mí me encanta bailar y llevaba tiempo desde que me separé queriéndome meter en clases de baile. Y por una cosa o por otra, no había podido ser. La vida siempre me viene a mí con retos y con pruebas. Y justo me vino cuando me había hecho un esguince en el pie. Esto es como si fuera una terapia. Salgo feliz. A veces hay momento que me siento con mi bailarín, yo soy su psicóloga, él es el mío también. Entonces salgo como nueva", se sincera.

"Ahora estoy súper bien. Esto me ha venido tan bien a pesar de tener el pie mal. Decidí hacerlo porque me vino tan bien para evadirme emocionalmente. Mis problemas están ahí y van a estar ahí hasta que sea el juicio. Entonces, o estoy lamentándome pensando en eso o estoy evadiéndome bailando con una nueva emoción, con una nueva ilusión. Gracias a Dios, que me ha llegado eso y estoy súper agradecida", añade. 

Además, la madrileña considera que participando en un programa como este puede darle "un buen ejemplo para que ella sepa que si yo puedo, ella puede". Ella tiene trece años y actualmente vive con Tablada ya que Bisbal decidió no pedir su custodia ya que considera que su expareja es "una buena madre".