Alejandro, de 18 años, es un gran admirador de la cantante Rosalía. “Rosalía es mi vida”, aseguraba en First Dates, el programa de Cuatro al que acudió este miércoles para encontrar el amor. “El otro día mi madre me escribió un mensaje en Whatsapp y me dijo: lo mejor de mi vida ha sido ser Motomami, y yo la entendí”, añadía sobre su amor hacia la cantante catalana.

En la actualidad, este andaluz estudia Periodismo y le gustaría dedicarse a la prensa del corazón, así como a la televisión. Se reconocía como un chico pijo, pero acudió al programa con un jersey con desgarros, “más modernito”. “Me han dicho que que me ha cogido un gato, y no me ha gustado”, aseguraba sobre su aspecto.

En su presentación a Carlos Sobera, Alejandro desveló que le gustan los chicos “que tengan mucha personalidad, pero no tanta como yo”. “Que sea dominable”, entendía el presentador. “Yo tengo mucha personalidad, soy supernervioso y necesito una persona tranquila a mi lado”, le decía a Sobera. Y sobre la dominación, aclaraba en el cofesionario: “si permito que me dominen es en la cama”, y que el resto de áreas de su vida las domina él mismo.

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Además de Rosalía, a la que aseguraba que la quería más que a su madre, Alejandro también era admirador de Chanel, y se sabía la coreografía de SloMo. Por ello, decidió bailarla para su cita cuando entrase, para darle una sorpresa. El sorprendido, sin embargo, fue él, cuando descubrió que iba a cenar con Adrián, también de 18 años, conocido por su perfil de TikTok, Cucullera.

Me he hecho famoso en redes porque tengo el pelo como el jugador del Chelsea, Cucurella”, admitía Alejandro, quien procedía de Rincón de la Victoria, en Málaga, y que estudia un doble grado de Geografía e Historia.

Entre ellos hubo complicidad, y el influencer pasó el primer filtro de su acompañante, pues también era admirador de Rosalía. Ya durante la cena, el futuro periodista bromeó sobre cómo estaba haciendo la dieta de los 30 días, en los que había perdido esos 30 días; un chiste que Adrián no terminó de entender. De todas maneras, a Alejandro no le terminaba encajar Adrián, pues cree que como pareja le pega más “un actor, un cantante, un torero” que un profesor de historia.

En un momento de la cita, Alejandro tomó el micrófono para cantar, y a su compañero no le gustó que tuviese más atención que él mismo. Además, tenía claro que no podrían tener nada porque se parecen en muchos aspectos. Por eso, a la hora de decir si tendrían una segunda cita dijo que no, a pesar de que Adrián sí tuvo interés en seguir conociéndole.