En medio de la celebración de la segunda semifinal del Benidorm Fest, Netflix contraatacó con el lanzamiento de Sálvese quien pueda. La plataforma estrenaba este pasado jueves 1 de febrero, a las 21:00 horas, la segunda parte del reality protagonizado por los excolaboradores de Sálvame. En esta ocasión, Belén Esteban, Kiko Matamoros, Terelu Campos, Kiko Hernández, Chelo García-Cortés, María Patiño, Lydia Lozano y Víctor Sandoval han viajado a México, donde han tomado contacto con los rostros más importantes de la farándula del país azteca.

Lo que ha sorprendido ha sido la manera en la que termina esta segunda parte. Con el episodio titulado Llámeme señor Netflix, el episodio termina con Terelu Campos recibiendo una llamada de teléfono por parte de las oficinas centrales de Netflix en Ciudad de México. La hija de María Teresa Campos llama al resto de sus compañeros, revelando que les han convocado para una reunión urgente ese mismo día. Todos muestran cara de preocupación, dado que la llamada viene después de la actuación de Chelo García-Cortés en el cabaret.

La gente de Netflix no está muy contenta con nosotros, lo intuyo”, comparte Patiño visiblemente afectada. “Que nos echan, ¿no”, pregunta Kiko Hernández. “No me jodas, tía. ¿Cómo, si todavía no se ha ni emitido?”, exclama Belén Esteban. “Deben de estar cabreados por lo de ayer, de lo que pasó ahí en el show [la actuación de Chelo]”, razonaba Kiko Matamoros. “Es que lo hizo fatal, no abrió la broca”, expresaba Kiko Hernández, dándole la razón.

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Los ocho, junto con Germán González, quien se unió a la troupé en el primer episodio de esta segunda tanda. Los nueve tenían que enfrentarse al veredicto del “señor Netflix”, tal y como se refirió a sí mismo el ejecutivo de la plataforma en el país azteca. Lo curioso es que se trataba de la misma persona que les había ido grabando durante su aventura por América, dando que Belén Esteban le reconoció.

'Sálvese quien pueda'.

Los nueve tuvieron que entrar uno por uno a hablar con el ejecutivo, teniendo que sentarse en el extremo de una mesa de reuniones. El “señor Netflix” comenzó a leerle la cartilla a cada uno de los extrabajadores de Sálvame, señalando sus virtudes y defectos, destacando especialmente estos últimos. Por ejemplo, a Terelu Campos le hizo que intentase tener un acento latino neutro o criticó que Lydia Lozano dijera las típicas frases de turista de “me gusta mucho México”.

Tras ello, el ejecutivo le entrega a cada uno de los nueve un sobre de Netflix. Todos lo abren y sus expresiones faciales cambian, pasando a mostrarse muy animados con gesto contento. Es más, Belén Esteban casi se pone a llorar. Ahora bien, ninguno revela qué había en ese sobre, dejando un potente cliffanger sobre el futuro tanto del reality como también sobre un posible proyecto aparte.

Ahí está la clave, el final de Sálvese quien pueda no revela qué va a pasar con el formato, si va a evolucionar en otra cosa. Por supuesto, llevan tiempo rondando los rumores sobre la posibilidad de hacer una versión diaria de Sálvame en la plataforma. Con el nacimiento de Fabricantes Studio, con la que Óscar Cornejo y Adrián Madrid han cerrado definitivamente su etapa con La Fábrica de la Tele, podría ser una posibilidad. Un final abierto potente que provoca muchas preguntas alrededor del formato.