En las últimas semanas mucho se ha escrito sobre José Luis Gil. El protagonista de La que se avecina sigue su lenta recuperación del ictus que sufrió hace dos años. Su vida, y la de su familia, ha cambiado por completo, y es que el delicado estado de salud del actor le ha obligado a dejar su trabajo de forma indefinida. 

Durante todo este tiempo ha sido su hija, Irene Gil, la que ha ido actualizando cómo se encontraba. Y lo cierto es que las noticias no eran positivas. "Han pasado dos años y estamos asumiendo todos que la vida no va a volver a ser la misma. Es un golpe tremendo y que cuesta encajar, estamos en ello. Luchamos por afrontar esta situación que es muy compleja y dolorosa", escribió en octubre en un post de Instagram.

Y aunque todo el mundo mantiene una esperanza de ver nuevamente a José Luis Gil como Enrique Pastor en la serie de Telecinco y Amazon Prime Video, la realidad es bien distinta. "No creo que mi padre pueda volver a la televisión. Fue un ictus muy fuerte, que le ha dejado secuelas graves", dijo Irene hace unas pocas semanas.

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"Nosotros lo llevamos como podemos. Hemos hablado con los neurólogos, con el centro de rehabilitación y, aunque nadie nos dice que no haya nada que hacer, tampoco apuntan a que la situación se arregle. Yo no lo veo, pero ojalá me equivoque y todo cambie a mejor en el futuro, aunque el paso del tiempo te hace perder las esperanzas", aseguró.

La preocupación sobre el estado de salud del actor de 66 años es máximo y tanto los fans como sus compañeros de serie no han dejado de enviarle mensajes de cariño. Pablo Chiapella, Fernando Tejero o Macarena Gómez han sido algunos de los intérpretes que se han pronunciado públicamente sobre José Luis Gil en algún momento.

Irene, su hija, es la encargada de actualizar el estado de salud del querido actor.

Sin embargo, en las últimas horas han trascendido unas nuevas declaraciones de Irene Gil que se podrían entender como un tirón de orejas hacia sus compañeros en la ficción de los hermanos Caballero. "Muchos de sus compañeros de La que se avecina no le visitan. A José Luis le hace ilusión que vayan a verle, se pone muy contento, pero deben de estar muy ocupados", dice su hija en la revista Pronto.

"Es evidente que han sentido muchísimo lo del ictus y le llaman por teléfono porque lo quieren y lo respetan, pero... Todos sus compañeros lanzan mensajes llenos de optimismo, aunque la situación es complicada", continúa. Irene, además, aprovecha para hacer una importante aclaración sobre el estado de su padre: "Se han dicho cosas que no se ajustan a la realidad de José Luis, quizá porque los que hablan no saben, pero están deseando que supere esta etapa tan difícil".

"Todos quieren verle de nuevo en activo, aunque, hoy por hoy, eso parece imposible", se resigna Irene Gil. Lo cierto es que, tal y como ella contó, José Luis tiene movilidad "pero, claro no es un hombre muy joven". "Mi padre reconoce a todo el mundo. Si viene alguien a verle sabe quién es, se entera de todo, pero tiene problemas para comunicarse", declaró.