Juanjo, de 48 años, y Gabriel, de 51, se han conocido esta noche ante las cámaras de Cuatro en el programa First Dates. Los dos solteros han acudido al conocido restaurante de Carlos Sobera para conocer a alguien con quien poder encajar, y lo han hecho a la perfección, pues el humor ha estado presente a lo largo de toda la cita. Los dos tenían mucha picardía para soltar improperios a su compañero de cena, y también, para responder lo que el otro les decía.
Las camareras les ofrecieron un rasca con preguntas, y dio la casualidad de que ninguno de los dos estaba muy fino de la vista para leer lo que ponían. “A ver, lee aquí, flamenco”, pedía Juanjo, mientras Gabriel tenía que echar mano de una lupa para ver las letras más grandes. “Madre mía, estamos los dos para ir a recoger mierda”, bromeaba Juanjo.
El rasca en cuestión lanzaba la pregunta de que por qué creen que están solteros. “¿Yo? Porque tengo carácter de mierda”, lanzaba Juanjo, poniendo cierto tono divertido de malaje. “No, ya”, le respondía su acompañante. “Uy, qué ataque más gratuito”, exclamaba entonces Juanjo, haciendo suya la frase de Estela Reynolds en La que se avecina. A solas, Gabriel reconocía que le hacía gracia el hombre que habían elegido para él, porque es muy espontáneo y sincero.
Gabriel, por su parte, afirmaba que si está soltero es porque quiere estarlo. Eso hizo que Juanjo pareciese estar enfadado, y le lanzaba un reproche. “¿Entonces, para qué mierda has venido aquí? ¿A perder el tiempo? ¿Y a hacerme a mí perder el tiempo?”, decía en tono serio, pero que escondía una capa de humor, pues acabó riéndose.
Llegó el momento de pagar la cuenta de la cena. “¿Cuántos dineros son, hijo? ¿Habrá que fregar platos?”, preguntaba Juanjo, a lo que Gabriel le aclaraba que eran 40 euros. “20 y 20”, añadía Gabriel. Juanjo quería saber si era caballero, y su acompañante le dijo que para pagarle la cena que no. Entonces todo dio un giro cuando Juanjo se animó a invitarle “para darte un ejemplo, una guantada sin manos. ¿Te vas a poner así de estúpido?”, advertía, y dejando en el aire la decisión que tomaría al final de la noche.
A la hora de la decisión final, ambos coincidieron en que querían volver a verse, y Gabriel reconoció que ha pasado bastante vergüenza ante las cámaras. “Vergüenza es robar y que te pillen”, le tranquilizaba Juanjo. “Y ya te he robado 20 euros y no te has enterado”, bromeaba sobre la invitación, mientras que su compañero le llamaba “chorizo maleante”.