Ya es oficial. Telecinco alarga su agonía en audiencias con el fracaso de Gran Hermano VIP 8, al menos a tenor de los datos cosechados en sus dos primeras semanas de emisión. Y aunque el reality por antonomasia de la televisión en España aún tiene, se supone, muchas semanas por delante donde poder ofrecer una vuelta de tuerca y ganar adeptos, los peores presagios para Mediaset se están cumpliendo con creces.

En la gala del pasado jueves, GH VIP 8 marcaba un triple récord negativo: la gala de los jueves menos vista para una edición con famosos, la gala principal con peor share y, en general, cualquier gala del formato Gran Hermano menos vista de la historia en nuestro país. Cabe resaltar que dicho récord negativo lo tenía la gala 11 de Gran Hermano Revolution -la última con concursantes anónimos- emitida el 23 de noviembre de 2017 con 1,2M y un 12%. Unas cifras que hoy serían gloria bendita para la edición celebrity, considerada además desde su nacimiento como la versión con más audiencia.

En estas dos semanas de edición, y teniendo en cuenta galas, debates, límite 48 horas y el access exprés, es precisamente también éste en su emisión del pasado jueves la que marcó el peor share en dos décadas de cualquier reducto del reality de Zeppelin: solo un 7,9% de cuota de pantalla.

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Nadie en Telecinco se esperaba estas cifras. Que se suman a otras del espantoso septiembre en audiencias de Telecinco: el batacazo de Jorge Javier Vázquez y sus Cuentos Chinos, uno de los grandes fracasos de la historia de Telecinco en la franja de access prime time, por detrás incluso de otras apuestas menos ambiciosas. A unas mañanas que han perdido entre 3 y 5 puntos sin El programa de Ana Rosa y ya por detrás de Aruseros y Espejo público. Y un TardeAR que ha bajado peligrosamente del doble dígito sin alterar el liderazgo de Y ahora, Sonsoles.

Pero ¿qué está fallando en Gran Hermano VIP 8 para no ser el éxito que se esperaba? También hay que tener en cuenta las apuestas de la competencia, donde tanto La 1 con Master Chef Celebrity, como Antena 3 con Joaquín, el novato, se han asentado en jueves con el objetivo de que el programa de Marta Flich no acapare un mayor número de espectadores.

  1. Un mal casting

Cuando en el mes de julio Telecinco anunció la vuelta de Gran Hermano VIP como uno de sus supuestos estandartes para la tan ansiada recuperación, se preveía un casting potente. Al menos lo tenían, según comentó la cadena. O ésta mentía o las negociaciones con el supuesto casting potente no llegaron a buen puerto.

El nivel de concursantes de GH VIP 8 no ha estado a la altura de la marca, donde sí ha acertado de pleno la nueva edición de MasterChef Celebrity. Tan solo Karina, Laura Bozzo y Carmen Alcayde y, en menor medida la reciente ya exconcursante Oriana o Zeus por ser también conocidos, han cumplido con esa supuesta “grandiosidad” de casting que se esperaba. ¿El resto? Concursantes demasiado desconocidos para un público que esperaba mucho más, según lo prometido.

  1. No pasa nada dentro de la casa

Salvo alguna discusión sin trascendencia, algún previsible numerito de Oriana y algún conato de relación que, tampoco, despierta interés entre la audiencia, el gran problema de la edición es que no está pasando nada. Y esto es uno de los enormes problemas que no puede permitirse ningún programa de telerrealidad.

GHVIP 8 no solo tiene un casting flojo a la altura de otros realities considerados como fallidos, como Secret Story o La casa fuerte, sino que encima en él ni tan siquiera ocurre nada como para llamar la atención del espectador.

  1. Falta de retroalimentación en la cadena

En la historia y el éxito de Gran Hermano en España siempre ha tenido mucho que ver los diferentes programas que han hablado de él, lo han promocionado de forma directa como sección o parte de su escaleta y han causado expectación para que el espectador se involucrara. Día a día, A tú lado e incluso Sálvame ayudaron y mucho.

Marta Flich, presentadora de GH VIP 8

En la actualidad, GH VIP está pasando de puntillas por Vamos a ver, Así es la vida, TardeAR y Fiesta. Programas, todos ellos, que además se mueven solo en horquillas de entre 300.000 y 900.000 espectadores.

  1. No hay escucha social

Para la televisión actual, las redes sociales son imprescindibles. Gente de todas las edades y targets comentan sobre una gran variedad de temas, entre ellos, Gran Hermano.

A día de hoy, la repercusión del reality se encuentra también en números rojos y para más inri los comentarios negativos abundan. La falta de tramas y de interés está causando un efecto negativo en el programa de Telecinco.

  1. El difícil papel de Marta Flich

La sombra de Mercedes Milá sigue siendo alargada para los seguidores acérrimos del formato. Sin embargo, Jorge Javier Vázquez también supo dejar su impronta en las dos ediciones VIP que presentó. Algo que no está consiguiendo Marta Flich.

Pese a sus esfuerzos, se nota una presentadora demasiado impostada, con gestos y posturas que incluso recuerdan a Milá. Unas ganas de presentar un titán como Gran Hermano que, sin embargo, falla en la ejecución. Más pendiente de ser una presentadora correcta al pie de la escaleta, que de ser espontánea y demostrar una fuerza que GH VIP necesita. Sobre todo para mantener al espectador pegado a la pantalla.

Las semanas sucesivas serán determinantes para comprobar si GH VIP 8 araña espectadores y sube la audiencia con temas o personajes nuevos. O si se confirma como un regreso fallido, uno de los fracasos de la temporada y, quizás, el entierro definitivo del formato en España.

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