Los actores Jennifer Lawrence y Andrew Barth Feldman han llegado este miércoles a El Hormiguero directos desde Londres. Y es que se encuentran haciendo promoción de Sin malos rollos, una comedia que se estrena en cines el próximo 23 de junio. Con esta son cuatro veces ya en el que la ganadora del Óscar ha visitado el programa de Pablo Motos. Si quieres puedes presentar cuando te dé la gana”, le ofrecía con humor el comunicador vasco. “No aguanto sin venir”, reconocía la que fuese protagonista de Los juegos del hambre.

En el largometraje, Jennifer interpreta a una mujer que está a punto de perder su casa, trabaja de conductora de Uber y también pierde el coche. Y ve un anuncio en el que unos padres regalan un coche si salen con su hijo. Una historia que, como se explicó, está basado en un hecho real. “El guionista es muy amigo mío y hace cinco años nos enseñó ese anuncio, y pensamos qué tipo de padres haría algo así y qué persona respondería ese anuncio”. Más tarde le enseñó el guion de esta nueva película, el cual la actriz de fine como “el más gracioso que he leído en mi vida”.

Lawrence, que acaparó la mayor parte de la entrevista, se reconoció muy fan de películas de comedia física como Dos tontos muy tontos.Me encantan ese tipo de comedias, son mis películas favoritas y quizá por eso he tardado tanto en encontrar una que mereciera la pena interpretar. Quería hacer comedia desde hace tiempo”, aseguraba la invitada, que acababa de ver por última vez hacía escasos cinco días Dos tontos muy tontos por enésima vez. “Las comedias físicasLas comedias física siempre me hacen reír, por muchas veces que la vea. Y los chistes inteligentes que observan la cultura”, contaba.

Andrew Barth Feldman se reconocía mucho más sociable que su personaje en la película. “Hay mucha gente de mi generación que ha nacido con el teléfono en la mano y se creen que tienen el mundo real es eso y no es así”, reflexionaba.

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Pablo Motos preguntó entonces que cuánto tiempo aguantarían sin móvil, y Jennifer respondió que sobre un día y medio, y que, de hecho, lo pierde a menudo. Y que cuando viaja ni siquiera usa el wifi del avión, porque así no puede recibir mensajes, ni contestar, y se puede permitir desconectar. A todos nos harían falta dos días sin teléfono”, apostillaba su compañero.

La charla continuó con el presentador pidiéndole a Jennifer que contase cuál es su metedura de pata favorita. Ella se reconocía como “la persona más torpe que conozco”, y contó cómo en el rodaje de la película se acabó cayendo en una escena en la que tenía que correr con perros. Y también que en cierta ocasión, cuando rondaba los 21 o 22 años, vio a una señora que le felicitaba y pensó que era Elizabeth Taylor, y estaba alucinada con sus halagos. Fue una amiga la que le dijo que se estaba equivocando.



Sobre su carrera, Jennifer recordó algunas anécdotas de la cinta No mires arriba, de Netflix, en la que trabajó con Meryl Streep. “Es la más adorable, inteligente... tengo su numero y a veces le mando mensajes”, contaba a Pablo Motos. Así, narró también cómo en el rodaje le daba vergüenza conocerla, y se marcó como objetivo no molestarla, pero Meryl se acercaba a ella, le enseñaba casas en venta de una aplicación del móvil y actuaba de manera encantadora. Esa película, por cierto, Jennifer tuvo que hacerla con un diente roto, porque no se lo pudieron arreglar por la pandemia del coronavirus. La actriz, además, desveló su pasión por los pódcast de crímenes, una pasión que se debe a que a gente que tenemos ansiedad escuchar esas situaciones que tanta ansiedad generan nos relaja”.