Para este miércoles estaba previsto que Kiko Rivera entrase en la casa de Secret Story en calidad de invitado. El DJ y cantante acudiría al programa con una misión importante para el desarrollo del concurso, y de paso, viviría con los participantes hasta el próximo domingo. Algo que se interpretaba como una estrategia desesperada de Telecinco por reflotar las maltrechas audiencias del reality tirando de personajes famosos, tal como ya había hecho con Lydia Lozano.

Desde la mañana de este miércoles Kiko Rivera se convirtió en el centro de muchas miradas, y no por su fichaje para este programa: había dado una entrevista a la revista Lecturas en las que cargaba con mucha dureza contra su madre, Isabel Pantoja, y contra su hermana, Isa. “Le pegué una vez, cuando quiso cortarse las venas. No la considero mi hermana”, decía el antaño concursante de Supervivientes, Gran Hermano VIP y GH DÚO.

Las declaraciones eran tan demoledoras que han tenido consecuencia en su relación laboral con Telecinco. Y es que Kiko Hernández anunció por la tarde en Sálvame, “Kiko Rivera no entrará en la casa de Secret Story por decisión de Zeppelin y Mediaset España”. Eso sí, resulta reseñable que antes de que Hernández anunciase la bomba ya especulaban en el plató sobre esta posible cancelación, si bien en los cortes publicitarios Secret Story seguía promocionando la entrada del DJ en la casa.

Llegada la noche, en Secret Story, el presentador Carlos Sobera tuvo que dar una explicación de por qué no se cumpliría con lo anunciado tres días antes en la gala presentada por Toñi Moreno. “Esta mañana una revista publicaba una entrevista en exclusiva con Kiko Rivera. Sus declaraciones han resultado polémicas y han hecho que tanto Zeppelin como Mediaset hayan decidido cancelar la visita de Kiko que anunciamos el domingo”, explicó el vasco, confirmando así lo avanzado por Kiko Hernández.

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