El programa Sálvame arrancaba este miércoles con Antonio David Flores como protagonistas. Los primeros cebos giraban a su alrededor, e incluso Jorge comenzó a presentar sentado en un banco en el que había una fotografía de Antonio David Flores vestido de Forrest Gump, con Olga Moreno y Marta Riesco al lado.

Pasados unos minutos, el presentador paralizaba el programa: tenían una auténtica bomba que obligaba al programa a romper la escaleta y partir desde cero. Una información que le había llegado a Kiko Hernández y que tenía otros protagonistas diferentes al exmarido de Rocío Carrasco y compañía.

“Hemos recibido una noticia que nos obliga a dinamitar todo esto y a movernos de manera rápida. Es de tal calibre, que por temor a que se hagan llamadas para entorpecer, se han requisado los teléfonos de Belén Esteban y Lydia Lozano. Yo creo que por primera vez en la historia”, explicaba el presentador.

Como en otras ocasiones Sálvame ha anunciado informaciones cruciales que finalmente no lo eran tanto, Vázquez prometió que “Hoy no se vende humo, hoy vendemos castañas. Como una serie de televisión con su principio y su fin. Pero evidentemente la noticia va a tener muchísimo recorrido”, insistía.

Poco a poco los colaboradores fueron viendo un vídeo en el que aparecía algo teóricamente fuerte. Belén Esteban, en concreto, se quedaba muy hundida. “Me da muchísima pena. No lo va a superar”, decía, todavía sin explicar quién o quiénes son los protagonistas de la historia.

Tras el jaleo inicial el programa continuó su rumbo previsto, dejando a un lado este tema, que se recuperó en el tramo final de Sálvame Naranja. Al parecer, Omar Sánchez ‘en Negro’, podría haber sido infiel a Anabel Pantoja al mes de haberse casado.

Sin embargo, todo lo que se terminó vendiendo no fue más que humo. “No son pruebas concluyentes”, advertía el presentador, que daba paso a un vídeo en el que el concursante de Supervivientes habla de forma cariñosa con una chica en una discoteca. Aseguraron que hay otros vídeos más fuertes: “son demoledores, vídeos donde se besan, se tocan el en todos lados...”, decían, sin que el público pudiese ver nada. En otro vídeo se “vería a la mujer marchándose al baño, con Omar detrás y, 15 minutos más tarde, salir juntos”. Esta descripción no impidió que los espectadores volvieron a sentirse decepcionados. Y es que de nuevo Sálvame ha ofrecido mucho ruido y pocas nueces. Algo que quedó patente en las redes sociales, donde se dispararon las críticas.

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