El tercer episodio de Drag Race España dejó un sabor extraño. El hecho de que Inti tirase la toalla, sin duda, alteró la escalera, y quedó un programa sin mucho orden ni concierto. Por ello, la productora tenía que currarse mucho el capítulo de esta semana, para hacernos olvidar aquel pequeño desastre. Y lo consiguieron de forma sobresaliente.

Esta semana hemos tenido (las) tres pruebas icónicas del programa original: la lectura, el Snatch Game y el ball.

El reto de la lectura, como se explicó, consiste en ponerse unas gafas y criticar con mucho sentido del humor a las demás compañeras. Un mini reto inspirado en la película documental Paris is burning, como bien suele recordar Mama Ru en la edición matriz.

En esta prueba brillaron con luz propia dos de las siete reinas: Dovima Nurmi y Pupi Poison. Atención a Dovima, que desde que decidió abandonar el papel de zorra está dando buenos momentos al programa, y ha logrado que olvidemos que el primer día casi ni pudo caminar por la pasarela. ¿Será nuestra Bimini Bon Boulash, que tras un debut desastroso mejoró y mejoró hasta llegar a la final? Maravilloso el dardo a su excompañera de piso Sagittaria, de la que dijo que tenía cuerpo de mujer y cara de ‘proyecto hombre’.

Pupi Poison, como era de esperar, también estuvo sembrada. Su parodia de Dovima y su particular cadencia al hablar (y existir) era chispeante, y fue ella quien se llevó la victoria. Como bien recordó en el confesionario, es su segundo mini reto ganado, aunque todavía se le resisten los retos principales.

En el otro lado de la balanza estaba Hugáceo Crujiente. No conseguía aterrizar ninguno de sus chistes, ni tenía al leer, y ya dejaba claro que la improvisación y la comedia no es su punto fuerte. En la entrega llegó a bromear conque él funciona mejor en el cine mudo, consciente de sus limitaciones.

 

Luego llegaría la prueba del Snatch Game. En ella, las reinas tienen que imitar a una celebridad, y actuar como ella en un tradicional concurso de preguntas y respuestas.

Mientras se preparaban saltó la liebre: tanto Killer Queen como Dovima Nurmi tenían pensado hacer de la Duquesa de Alba. Killer reconocía tener más opciones, mientras que Dovima decía que era su única carta.

Sabemos que este tipo de disputas por un personaje puede salir muy bien o muy mal. Violet y Miss Fame lucharon por ser Donatella Versace en la temporada 7, y Fame tropezó de forma sonora. En Reino Unido, sin embargo, hubo dos candidatas para imitar a Margaret Thatcher, que finalmente fue defendida por Baga Chipz y lo clavó.

Como detalle curioso, no vimos a Supremme de Luxe, la presentadora, hablar con las chicas una a una sobre su elección de personajes, ni les dio ningún consejo.

Finalmente, el Snatch Game quedó tal que así.

Carmen Farala fue Dakota. No hizo nada mal su imitación de la joven a la que conocimos en Hermano Mayor. Cogió un registro y no lo soltó en toda su participación. El jurado le dijo que podía haberlo llevado a otro nivel, pero para mí fue de las mejores.

Pupi Poison fue Karina. La madrileña clavó su imitación de la eurovisiva, sin faltarle al respeto. Cantó su hit de las mascarillas, y tuvo desvaríos deliciosos como lo de los zapatos. Para mí fue la mejor con diferencia, aunque el jurado consideró que había otras que captaban más la atención.

Hugáceo Crujiente fue la Gioconda. Sabemos que a Hugáceo le encantan las propuestas artísticas, y esta era muy arriesgada. De haber tenido Hugáceo formación en teatro, la Mona Lisa podría haber sido una gran elección. En el Snatch Game hemos visto recreaciones de personajes que han dado muy buenos resultados como la reina María Estuardo de Escocia, María la Robot o la hermana del dictador coreano Kimmy Jong-un. Sin embargo, Hugáceo entró con mal pie y no supo salir a flote.

Dovima Nurmi fue la Duquesa de Alba. Para mi gusto, a la imitación le faltó garra y fue de las más flojas del concurso, si bien al jurado le fascinó. No tuvo mucho protagonismo, la verdad.

Arantxa Castilla-La Mancha fue Belén Esteban. La castellana más extremeña, o al revés, se metió en la piel de la princesa del pueblo. Tenía varios chistes preparados desde casa, pero no cuajó. Le faltaba la esencia verdadera de Belén, y ni intentó impostar su voz. Por cierto, no imitó a Hannah Montana porque no se pueden hacer personajes registrados con derechos de autor.

Killer Queen fue Isabel Ayuso. Killer fue completamente teatral y exagerada en el mejor de los sentidos, y aprovechó su imitación para lanzar algunos dardos activistas. Ni nos preguntamos cómo habría estado de la Duquesa, porque lo clavó.

Sagittaria fue Encarnita, del baptisterio. La ganadora de la semana anterior no eligió una diva de gran belleza para el Snatch Game, sino que eligió a uno de esos personajes míticos que Callejeros nos ha legado a la cultura popular. Tenía muy bien pillada la esencia de la imitada, y se sabía perfectamente qué frases de Encarnita podía funcionar en cada momento. Quizá le falló la forma de hablar, pero se disfrutó completamente su show.

Un punto muy interesante que tuvo el programa en el taller fue la conversación alrededor de la profesión del artista drag. Un oficio que muchas veces no tiene buenas condiciones, ni un salario decente, y que se ve como un entretenimiento menor. Las reinas esperaban que gracias a Drag Race España se empiece ver la profesión como “un trabajo más, como un arte” y no como algo underground.

En la pasarela, las participantes tenían que enfrentarse a tres retos consecutivos: desfilar como una choni de barrio, como una ejecutiva agresiva y con un look inspirado en la jet set de Marbella. A grandes rasgos todas las pasarelas fueron buenas o muy buenas, si bien, para mí la reina fue Pupi Poison.

Y es que en la categoría de Marbella apareció como una extranjera de fiesta para hacer un ruveal y acabar como ‘Rapela’, esto es, una versión femenina de Rappel, con gafas incluidas. Magistral.

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Tras las críticas, Dovima fue salvada, y me sorprendió, porque yo la veía de las más débiles del Snatch Game. En lo más alto estuvo Pupi Poison, Sagittaria y Killer Queen, y fue esta última quien logró su primera victoria. Pupi vuelve a rozar la gloria por tercera semana consecutiva, pero no termina de rematar. A este paso se va a marcar un Jujubee y va a llegar a la final sin haber ganado ningún desafío principal.

En la parte baja estuvieron Carmen Farala, Hugáceo Crujiente y Arantxa Castilla-La Mancha. Es decir, que de tres ganadoras semanales, dos estaban en la cuerda floja tras el Snatch Game, para demostrar que un día estás arriba y otro abajo si no te lo curras. Personalmente creo que Carmen hizo un buen trabajo, y que debía estar al menos a salvo, o bien, intercambiada con Dovima. No importó mucho este toque de atención, pues fue salvada y todo se decidió en el playback entre Hugáceo y Arantxa.

El playback a vida o muerte fue ‘Pussy’ de Bad Gyal, que estaba invitada de jurado especial. Hugáceo ya había dicho que es una de sus artistas favoritas, lo dio todo y logró quedarse. Así, tuvimos que despedir a la risa más sonora de la edición, Arantxa.

Para la semana que viene se nos ha adelantado un reto de interpretación y a Alaska como jueza invitada. A ver qué nos ofrecen, ahora que ya solo quedan seis reinas participando.

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