"La muerte forma parte de la vida". Con esa contundente reflexión, Paz Padilla dejó helados a los espectadores de Sálvame al hablar del fallecimiento de Álex Lequio el 13 de mayo de 2020. Las redes se llenaron de críticas a la gaditana y ni siquiera sus compañeros entendieron esa frase en un momento tan doloroso.

Apenas dos meses después, todo cobraría un nuevo sentido con la muerte de Antonio Juan Vidal, marido de Paz, tras una larga batalla contra el cáncer que casi nadie sabía que estaba librando. Desde entonces, la humorista se ha convertido en todo un ejemplo de aceptación de la muerte y ha intentado ayudar a los demás plasmando sus vivencias en el libro El humor de mi vida.

La actriz ha insistido en que su obra no es un libro de autoayuda, sino la compilación de sus vivencias y el relato, con un toque humorístico, de cómo afrontó la muerte de su marido para poder superarla. Pese a que Paz está difundiendo un necesario discurso sobre el tabú que la muerte supone en nuestra sociedad, lo cierto es que hay ciertos aspectos de sus reflexiones que entrañan cierto peligro.

Paz Padilla afirma que quemó una muñeca vudú y limpió su casa con vinagre y sal. Mediaset

El pasado 6 de junio, Paz Padilla visitaba Cuarto Milenio para presentar su libro y charlar con Carmen Porter del proceso que tanto ella como Antonio siguieron para afrontar su enfermedad mortal. En esa entrevista, la gaditana habló de la biodescodificación, una pseudoterapia sin base científica.

"Mi amiga es biodescodificadora, algo maravillo que aconsejo a todo el mundo. Son personas que estudian las emociones porque la emoción es algo que no sabemos controlar ni entender. Tampoco gestionarla. Entendemos muy bien el odio, la rabia, la envidia, pero las emociones como la tristeza o el amor no", explicaba.

La gaditana asegura que esa amiga trabajó con Antonio para ayudarle a "que supiera de dónde le venía todo ese sufrimiento que él tenía". En ese momento pronunció una de las frases más polémicas de esa aparición: "Yo sé que le enfermó el estrés, porque le bajó el sistema inmunológico", aseveró.

A pesar de que no existe ninguna evidencia científica que asocie el origen del cáncer a factores emocionales, el programa apoyó el discurso de su invitada con un rótulo que aseguraba que "la biodescodificación es una rama de la medicina alternativa que intenta encontrar el origen o el significado emocional de las enfermedades", una definición que indignó a muchos espectadores.

Esa misma noche, Paz reveló que tuvo que quemar una muñeca vudú que trajo de su viaje a Benín con Jesús Calleja. "Yo sólo lo veía como un trozo de trapo. En Madrid lo puse en un altar con otras figuras como la virgen del Carmen, la mano de Fátima o el ojo turco. Pero cuando a Antonio le llegó la enfermedad una amiga mía le echó las cartas y me dijo que lo que le pasaba venía de África, que si no tendría yo en mi casa algo de África", relataba.

La presentadora de Sálvame afirma que le dijeron que esa muñeca era "el demonio" y le dieron indicaciones para limpiar la casa: "Lo rocié todo con agua, vinagre y sal". Posteriormente, procedió a quemar la muñeca en un barreño y, según cuenta, "vino un tornado de viento que hicieron que las cenizas de la muñeca empezaran a girar y salieron volando".

Tras narrar su experiencia paranormal, Paz reconocía dudar de la veracidad de todo lo que le habían contado sobre el vudú. "No sé si es verdad o no, porque al final Antonio murió, pero yo qué sé, si yo solo sé que no sé nada". Pese a asegurar no saber nada, la actriz no ha dudado en hablar categóricamente sobre asuntos tan delicados como la biodescodificación, el vudú o el tarot, un discurso que entraña todavía más peligros teniendo en cuenta que desde la muerte de su marido se ha convertido en un referente para millones de personas que la siguen.

La presentadora se ha hecho eco de mitos no demostrados sobre las vacunas de la Covid-19. Mediaset

Este martes, la cómica volvía a generar polémica al hablar sobre las vacunas con el doctor Sánchez Martos en Sálvame. "Conozco gente muy cercana que ha pasado el Covid y que tiene anticuerpos. A uno les han puesto una sola dosis y a otros les han puesto dos", comentaba, preguntándose el motivo de esta diferencia de criterios.

El doctor trataba de explicar entonces que se opta por poner una sola dosis a las personas menores de 65 años que hayan pasado el Covid, pero dos a las mayores. "No es cierto, conozco a gente que ha pasado el covid con menos de 65 y le han puesto dos dosis", espetaba Paz.

"Si con una sola dosis una persona que ya ha pasado el Covid ya está inmunizada, ¿por qué le van a poner dos? Además, que siempre se dice que la segunda dosis es menos tolerable que la primera", exponía, citando a sus hermanas como fuente de esa información. "Yo hablo con todo el mundo que se ha vacunado y hermanas mías han estado cinco días en la cama".

Visiblemente incómodo con las reflexiones sin base científica de Paz, el médico resaltaba que "con la segunda dosis de Astrazeneca no ha habido ni un solo caso de trombosis, ni uno", mientras que la gaditana reaccionaba con un sonoro "¡Ay, por Dios!". 

Finalmente, Sánchez Martos advertía de que estaban en un programa con una gran audiencia y debían ceñirse a la ciencia a la hora de hablar de la pandemia. "Es muy fácil que busques información científica y lo contrastemos", aseveraba.

Lo cierto es que, por más que ella asegure no pretender convertirse en guía espiritual, su repercusión mediática es innegable. Buena prueba de ello es el éxito internacional que está alcanzando su libro. Por ello, es importante que Paz narre su experiencia sin emitir juicios categóricos que cuestionan las verdades demostradas. Asociar el cáncer al estrés o a una maldición no ayuda a nadie a afrontar la muerte y puede generar mucho más dolor del que pretende aliviar contando su historia.