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Que en Aragón se come de ‘categoría’ no es ninguna sorpresa para nadie. La comunidad tiene una gastronomía de lo más variada, basada principalmente en productos de la tierra. Entre los platos más populares destacan joyas como las migas, borrajas, el cardo aragonés o el mismísimo Ternasco de Aragón.

Aragón cuenta con varios restaurantes destacados y galardonados en selectas guías, como la Repsol. No podía faltar la mención del Vía Verde, un restaurante de carretera ubicado en las inmediaciones de Sarrión (Teruel), concretamente en la salida 81 de la A-23.

La presencia de camiones aparcados es una buena señal para un restaurante, ya que estos profesionales suelen buscar los mejores lugares para dar un merecido ‘parón’ después de recorrer cientos de kilómetros. En este sentido, El Vía Verde, es una de esas paradas obligadas en todo el tramo de la autovía Mudéjar.

“Precios increíblemente baratos para estar junto a una autovía”

Pese a tener opciones como platos combinados, tapas y raciones, bocadillos e incluso pizzas, la mayoría de clientes que pisan el Vía Verde saben lo que quieren: su impresionante menú del día por 17,90 euros compuesto de 22 primeros, 33 segundos (de los cuales 20 son a la brasa) y nada menos que 23 postres.

Hablando de su brasa, la medalla de oro la tienen sus carnes como la careta de cerdo con ajo y perejil, las manitas o el lagarto ibérico, hasta cortes más exclusivos como la presa y el secreto de cerdo. Si eres amante de los asados, no te puedes marchar sin probar su entrecot de vaca (con un suplemento de 12,50€), o el chuletón de vaca del Pirineo que alcanza los 60€ por kilo.

La Guía Repsol, aparte del chuletón, también destaca otras especialidades como los canelones gratinados con picada de cerdo o las sopas tradicionales como el cocido con picadillo de huevo y jamón.

Además de su carta infinita, los clientes también se sorprenden con la cantidad de sus raciones. En este caso, Miriam Sánchez confiesa en una reseña: “La comida está muy buena y es abundante. Hemos tenido que llevarnos parte del segundo plato de carne en un tupper”.

Sin embargo, otro de los aspectos más aplaudidos es su relación calidad-precio: “Precios increíblemente baratos para estar junto a una autovía (como si estuvieras en el bar de tu pueblo). Calidad de la comida excelente”, comenta Pedro J Martínez.

A este respecto, ver las reseñas del restaurante es darse un baño en un mar de halagos, rara vez se encuentra algún comentario negativo.

Qué ver y hacer en Sarrión

Para llegar sólo hay que seguir la autovía hasta Teruel, desviándose en el área de servicio con salida número 81. Gastronómicamente hablando, esta localidad puede presumir de ser la ‘capital de la trufa negra’, siendo la sede de la Feria Internacional de la Trufa (FITRUF).

Si paras a comer en ‘Vía Verde’, acercarse a la localidad merece la pena. Sarrión está situado a casi mil metros de altitud, en la comarca de Gúdar Javalambre, y su nombre podría traducirse como "lugar frío" o "entre sierras", lo que ya da pistas sobre el clima en la localidad.

Entre sus principales encantos están la Puerta de Teruel (un arco gótico con dos torres defensivas), la Iglesia de San Pedro y San Pablo o la casa-palacio de los Monterde. Culturalmente, la semana del 19 al 23 de septiembre es la más intensa del año, llenando las calles de celebraciones, vacas, verbenas y peñas bailando. Además, está muy cerca de las estaciones de esquí de Javalambre y Valdelinares.

En definitiva, si quieres comer bien a la par que aprovechas para descubrir la capital de la trufa, Sarrión es uno de esos pueblos aragoneses con encantos únicos y una oferta gastronómica para ‘salir rodando’, como se dice popularmente.