Zaragoza
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El ambicioso plan del Gobierno de Aragón para construir vivienda de alquiler asequible en los pueblos más turísticos de la Comunidad empieza con problemas. Las licitaciones de las viviendas que se pretenden construir en Broto y Aínsa, pensadas para dar una alternativa a los trabajadores 'de temporada' de estas localidades, han quedado desiertas. Ninguna empresa se ha presentado al concurso público, que daba a las interesadas hasta el 4 de marzo para enviar sus propuestas.

Los alcaldes llevaban semanas temiendo que esto pudiera pasar. Ellos mismos se habían encargado de contactar con varias compañías y todas habían mostrado reparos, ya sea por la falta de tiempo o de medios. "Lo veía venir", decía ayer el primer edil de Aínsa, Enrique Pueyo.

El dirigente espera que se encuentre una solución rápida, aunque asume que entre una licitación y otra se perderá al menos un mes. Desde el Gobierno aragonés aseguran que desde Suelo y Vivienda se está trabajando para que haya empresas interesadas y que, en el caso de las licitaciones desiertas, se modificarán los pliegos o se seguirán los procedimientos previstos en la ley de contratación para que ni Aínsa ni Broto pierdan los fondos europeos.

Solo los primeros contaban con una ayuda de 900.000 euros para construir 22 viviendas, una obra inasumible para las arcas públicas teniendo en cuenta que el Ayuntamiento tenía que recurrrir a fondos propios para llegar a los 3,3 millones del presupuesto. Esto hizo que el Consistorio cediese la subvención a la DGA, que se ha puesto como meta acabar con los problemas de estas localidades a través del plan 'Más vivienda, mejor turismo'.

La importancia de estas viviendas no es, ni mucho menos, menor, ya que, como los propios regidores alertaron en el foro organizando por EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, la falta de alternativas es el principal freno a su crecimiento.

Pese a este primer revés, Aínsa confía en que una eventual mejora de los plazos o del precio de licitación despierte el interés de las compañías del sector. Para eso es vital que Europa amplíe el plazo, ahora fijado para el 30 de junio de 2026. Los regidores creen que la UE cederá, aunque, por ahora, no hay garantías.

También lo ve así la alcaldesa de Broto, Mª Carmen Muro. "Tenemos esperanzas. El principal hándicap es que en Aragón apenas hay empresas grandes, y las que trabajan están a tope. Confiamos, sobre todo, en que puedan darnos un plazo mayor. Si no, mal vamos", opinaba ayer.

En su localidad, la propuesta pasaba por levantar nueve viviendas de uno y dos habitaciones. "Se harán en un edificio a restaurar, el antiguo cuartel de la Guardia Civil", completaba.

Alivio en Boltaña y Beceite

En Boltaña y Beceite, en cambio, respiran aliviados. "Se ha presentado una Unión Temporal de Empresas (UTE). Estamos contentos. La semana que viene se abrirán el resto de sobres y, si todo está en orden, empezarán a correr los plazos. Primero tendrán que hacer el proyecto y mandarlo al Ayuntamiento, y una vez esté empezarán a construir", contaba José María Giménez.

En su caso se contemplan 15 viviendas, a las que se unirían otras cinco a través de otra línea de subvención. En Beceite, el proyecto está ya hecho, lo que ayudará a agilizar los plazos. Tanto que los trabajos podrían comenzar entre finales de mes o principios de abril si se cumple el cronograma original.

"Habrá que ir rápido, tiene que estar acabado en junio de 2026", explicaba su máximo representante, Enrique Celma, que este jueves seguía a la espera de que la buena nueva se confirmase de forma oficial.

En este caso, la empresa que se habría presentado tendría sede en Alcañiz. Beceite, contaba el propio mandatario en el foro de EL ESPAÑOL, tenían una subvención de 289.000 euros para un proyecto de seis viviendas de dos y tres habitaciones que, aunque inicialmente iban a asumir con fondos propios, acabaron formando parte del plan autonómico.