Vivimos en lo que algunos han dado en llamar Lunes Negro, en el que el desplome de las bolsas puede tener consecuencias en la tecnología.

La economía china sigue levantando muchas dudas, y eso se está traduciendo en una caída generalizada, no sólo en las bolsas chinas (la de Shanghai cae un 8%) sino en las de todo el mundo.

Wall Street estaba cayendo en el momento de escribir estas líneas un 3%, pero en otros casos la caída es mayor, con los mercados europeos cayendo un 6% y Tokio enfrentándose a las mayores pérdidas del año.

El desplome de las bolsas afecta a la tecnología

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Este desplome de las bolsas tiene un marcado carácter tecnológico, ya que China produce una buena cantidad de productos que luego consume ella misma y el resto del mundo.

Recordemos que hace poco publicamos los datos del mercado de smartphones, y ya dijimos que en China ya no estaban comprando tantos dispositivos como antes y eso afectaba a las cuentas globales.

Así que no debería extrañarnos que todas las compañías tecnológicas estén sufriendo las consecuencias. Por ejemplo, Apple ha caído un 10% nada más abrirse las bolsas estadounidenses, además de Google que ha caído un 6.5%.

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Facebook está siendo una de las que más está sufriendo con una caída del 12.1%, mientras que Twitter no se queda muy atrás con una caída del 8.9%.

Otros servicios online no han tenido la suerte de escaparse; Amazon sufre una caída del 6.4% y Paypal llegó a caer un 9%.

Ahora bien, estas caídas iniciales son hasta cierto punto normales teniendo en cuenta la situación mundial, y de hecho muchas de estas compañías ya se están recuperando.

Pero eso no quita que el miedo está en el cuerpo; tanto que los CEOs y máximos responsables de estas compañías ya están trabajando para que el miedo no se expanda; Tim Cook de Apple, por ejemplo, ha hecho algo muy poco habitual respondiendo a los inversores antes de que termine el trimestre en un correo en el que asegura que el crecimiento en China de la marca sigue fuerte.