Con muchos fabricantes planeando el retirar las motorizaciones propulsadas por gasóleo de sus catálogos, es raro ver a marcas asentadas en el sector apostar por este tipo de propulsores diésel en sus futuros modelos. Tras las polémicas suscitadas por el caso de las emisiones trucadas por parte de Volkswagen y con grandes urbes decidiendo restringir el acceso a sus calles de estos motores, se puede ya asegurar que el diésel ha comenzado a ser una especie en extinción.

Al menos este no es el caso de BMW. Los bávaros han confirmado que, en su hoja de ruta para los próximos años, los propulsores diésel siguen teniendo cabida, incluso con distintas configuraciones, con tres, cuatro y seis cilindros, y asegurándose mantener las prestaciones habituales de los modelos de la firma germana a través de la utilización de turbocompresores. Precisamente este elemento promete ganar mucho peso en esta previsible última etapa de los motores tradicionales de inyección dentro de la industria, con la utilización de hasta cuatro turbos que ayuden a mantener el rendimiento sin disparar los consumos.

Para ello, la marca germana ha anunciado que seguirá desarrollando sus propulsores diésel, sin descuidar otras tecnologías como la pila de combustible, los vehículos eléctricos o los híbridos. La factoría de Steyr, donde se fabrican gran parte de los motores que equipan BMW y MINI -el 69% de las unidades que salen de su línea de producción son diésel, de un total de 1,26 millones de motores- recibirá una nueva inyección económica antes de que acabe el año, con 100 millones de euros que llenarán las arcas del centro de desarrollo de propulsores diésel tal y como confirmaba Gerhar Wölfel, director de la fábrica.

Con este planteamiento claro, en el que BMW cree que los diésel siguen teniendo cuota de mercado durante un futuro a corto y medio plazo, los muniqueses tienen programados los lanzamientos de hasta 28 novedades los próximos cinco años, empezando ya en 2017. Según la publicación germana Auto Motor und Sport, entre los modelos más importantes que se esperan serán el X7, la versión GTS del M2, la llegada del Z5 en colaboración Toyota -en su caso el Supra-, el nuevo Serie 8 y el también muy esperado todocamino ‘pequeño’ de la familia, el BW X2.