El nombramiento de los socialistas Pepe Blanco y José Montilla (en la imagen) como consejeros de Enagás no ha sentado bien a los proxy y ha mandado un mensaje de que en España existen las puertas giratorias en grandes empresas cotizadas.

Tanto es así que el presidente de la compañía, Antonio Llardén, tuvo que salir este martes a defender a los nuevos consejeros por sus conocimientos en energía.

Aunque conozcan el sector, España tiene pendiente abordar los nombramientos en sus empresas públicas desde hace años y no debería retrasar un cambio en este ámbito.

Los inversores internacionales nos miran con lupa y hay que demostrar que las empresas semipúblicas están gestionadas por ejecutivos al margen de presiones políticas.