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La inflación británica aumenta la presión sobre el Banco de Inglaterra

La inflación británica alcanzó su cota más alta en más de cinco años en agosto, cuando los hogares pagaron más por combustible y ropa, complicando la tarea del Banco de Inglaterra de explicar por qué no sube los tipos de interés.

12 septiembre, 2017 09:24

La caída del valor de la libra desde el Brexit el año pasado ayudó a aumentar los costes de la ropa, que subieron un 4,6 por ciento en términos anuales, el mayor avance desde que se lanzó el índice de precios al consumidor (IPC) en 1997, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).

Los precios al consumidor en su totalidad se incrementaron un 2,9 por ciento comparados con un año antes, según la ONS, por encima de la previsión media en un sondeo de Reuters entre economistas de un aumento del 2,8 por ciento.

Eso llevó al IPC al nivel alcanzado en mayo.

El aumento mayor de lo esperado del índice - desde el 2,6 por ciento en junio y julio - se produce en un momento en que el mercado espera el anuncio del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) sobre tipos de interés el jueves.

El Banco de Inglaterra apunta a una inflación del 2 por ciento, pero se espera que la mayoría de sus miembros voten una vez más a favor de mantener los tipos en el mínimo histórico del 0,25 por ciento mientras Reino Unido se prepara para el reto de abandonar la Unión Europea en 2019.

El BoE dijo el mes pasado que espera que la inflación alcance alrededor del 3 por ciento en octubre, debido en gran parte a la caída del valor de la libra tras la aprobación del Brexit.

Sin embargo, una caída reciente en el valor de la libra frente al euro probablemente mantenga presión sobre la inflación británica durante más tiempo que el pronosticado por el Banco de Inglaterra en agosto.

También había signos de una futura presión sobre los precios ya que los costes de las materias primas para manufacturas y bienes que salen de las fábricas se incrementaron ligeramente, dijo la ONS.

La inflación de los precios minoristas - importante para los bonos públicos vinculados con la inflación - subió un 3,9 por ciento en agosto, el mayor avance desde enero de 2012.