El cobre, material necesario para la transición verde, cada vez más caro por la falta de inversiones en nuevas minas
Los últimos robos de cable de cobre producidos en la infraestructura ferroviaria cerca de Barcelona despierta de nuevo el interés sobre su precio.
16 mayo, 2024 02:45El cobre se ha convertido en el oscuro objeto de deseo, porque su precio no hace más que subir desde hace años en los mercados internacionales. Y esto se explica porque este material está entre los mejores conductores de electricidad, sólo por detrás de la plata. Por tanto, es un material imprescindible para la transición energética, para la construcción de tecnologías renovables.
Lo llaman el metal rojo y siempre se ha considerado uno de los indicadores del rumbo de la economía mundial. Pero más allá de sus múltiples usos, hay que ver cuál es la evolución de sus precios en los últimos años.
El cobre se sitúa a día de hoy en los mercados internacionales cotizando a máximos de dos años por encima de los 10.000 dólares la tonelada. El año 2024 ha comenzado con un cambio significativo de escenario.
Hasta hace unas semanas, se estimaba que este año en curso sería el último caracterizado por un exceso de oferta a pesar de que se esperaba una demanda creciente. Pero la tendencia empuja a que este año será el primero donde haya déficit de oferta de cobre.
El mercado del cobre ha entrado en una fase de desaceleración del crecimiento de la oferta, debido a una inversión insuficiente previa. El aumento de nuevos yacimientos mineros cayó el año pasado y no se espera que se acelere a corto plazo.
Y además, se cerró la gran mina Cobre Panamá como resultado de protestas políticas y la probabilidad de que se reabra sigue siendo bastante baja debido a la amplia oposición pública. Este déficit podría aumentar rápidamente si el mercado chino aumentara su demanda o si se materializara una recuperación del ciclo económico, según el análisis de Carsten Menke, director de investigación de próxima generación del banco suizo Julius Baer.
Por todo ello, los analistas señalan que hay una visión positiva, de subida de precios del cobre, suponiendo un crecimiento del PIB mundial del 2%. El último informe de la consultora Wood Mackenzie estima que la demanda de cobre podría crecer más del 4% anual durante la próxima década.
Hoy día en España hay cinco explotaciones mineras principales de donde se extrae cobre: Mina las Cruces (en Sevilla) y Minas de Riotinto, Aguas Teñidas, Magdalena y Sotiel, estas cuatro últimas en Huelva. Producen concentrados de cobre que en 2022 supusieron el equivalente a 157.000 toneladas de cobre metal, según el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur. Los datos oficiales más recientes, de la Estadística Minera de España, apunta que en 2021 fueron 142.381 toneladas.
El concentrado (que contiene entre un 22 y 24% de cobre) se vende en el mercado internacional a fundiciones y plantas donde se separa este metal de otros metales e impurezas.
Invertir en metales
Para los inversores que deseen invertir en una de las megatendencias más importantes de nuestro tiempo, la transición hacia fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, es importante identificar los metales adecuados, explican por su parte Mobeen Tahir, director de Macroeconomic Research & Tactical Solutions de WisdomTree.
Y entre los primeros del ranking está el cobre. "La electrificación está en el centro de la transición energética, que solo puede hacerse posible con cobre".
Según Wood Mackenzie, se espera que la demanda anual de cobre aumente de unos 28 millones de toneladas en 2020 a más de 68 millones de toneladas en el año 2050. Y se calcula que es impulsada casi en su totalidad por fuentes de demanda emergentes como los vehículos eléctricos, las infraestructuras de recarga, las energías renovables y los sistemas de almacenamiento de energía.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), para generar un megavatio (MW) de electricidad a partir del carbón se necesitan 1.150 kilogramos (kg) de cobre. Para generar la misma cantidad de energía a partir de la energía eólica marina se necesitan 8.000 kg de cobre.
Del mismo modo, un coche eléctrico puede tener 53,2 kg de cobre por vehículo, frente a los 22,3 kg de un coche con motor de combustión interna (ICE). En el caso de vehículos de mayor tamaño, como los autobuses eléctricos, las cifras son significativamente superiores.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo las tecnologías limpias aumentarán drásticamente la demanda de cobre a medida que el mundo intensifique sus esfuerzos de descarbonización.
WisdomTree señala que cada metal está influido por su propio conjunto de factores de demanda y oferta, y que pueden ser cíclicos.
Y así, los precios pueden fluctuar y divergir. Un enfoque basado en cestas puede ofrecer a los inversores que buscan una exposición a largo plazo a la megatendencia de la transición energética una diversificación a largo plazo, al tiempo que capta el amplio conjunto de oportunidades que ofrece el amplio espectro de metales invertibles.
Cómo se utiliza
El cobre se le considera un metal imprescindible no solo para la transición energética. Es maleable y dúctil (se puede presentar en cable, planchas, etc.), y su gran utilidad es porque es un gran conductor de calor y electricidad, además de ser resistente a la corrosión y antimicrobiano.
Desde el lavavajillas doméstico a ordenadores y smartphones. Por no hablar de todo el cableado que proporciona electricidad.