Madrid, 15 oct (EFECOM).- El sector de los instaladores frigoristas y de climatización ha reiterado su petición de que se suprima el impuesto que desde 2014 grava los gasos fluorados de efecto invernadero porque penalizan tanto al instalador como al consumidor.

Fuentes de Asofrío, la central de compras de empresas instaladoras de refrigeración, han mostrado su "rechazo" a la forma en la que se aplica a este gravamen y que provoca "un incremento" de los costes administrativos y financieros de los instaladores.

Esta política fiscal, denuncia Asofrío, implica que a la vez que se emite la factura al cliente, se debe abonar el impuesto con indepencencia de haber cobrado o no, lo que afecta a la liquidez de los intaladores y hace que algunos trabajen "en negro".

Ante esta situación creen que es "imprescindible" que las administraciones competentes dispongan de "controles exhaustivos" con los que evitar que esta mercado pueda afectar "a las oportunidades de negocio de las empresas que si pagan sus impuestos".

Asofrío ha incidido en la "importancia" del sector al que considera un "eslabón necesario" en industrias como la agroalimentaria, automoción, turismo y hostelería.

En esta misma linea, han señalado que durante el 2018 el sector de los instaladores de refrigeración y climitazion facturaron más de 5.000 millones de euros y empleó a 22.000 personas.