Economía

Centroamérica hace historia con una política agrícola regional "sostenible"

27 abril, 2019 07:12

Guatemala, 26 abr (EFECOM).- Los países que integran el Consejo Agropecuario Centroamericano rubricaron hoy un "acuerdo histórico" para desarrollar una política regional agrícola centrada, entre otros aspectos, en un desarrollo sostenible.

Los ministros de Agricultura de Centroamérica y República Dominicana, encabezados por el presidente del consejo y titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, Mario Montenegro, aprobaron la política agrícola regional para el periodo 2019-2030.

Esta iniciativa aborda temas como el fortalecimiento de alianzas para el desarrollo sostenible, cambio climático, estrategia ambiental, riesgos de desastres, seguridad alimentaria, fomento a la producción y cadenas de valor.

Durante la reunión, según un comunicado del ministerio guatemalteco, también se firmó el acuerdo de Cooperación Técnica y Financiera con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), cuya prioridad es impulsar proyectos de desarrollo en el Corredor Seco Centroamericano.

Además, esta entidad practicará una evaluación del desempeño de la Secretaria Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, que ocupa la presidencia pro tempore del ente, anunció que en los próximos meses se elaborará el plan de ejecución de la política y que en junio los ministros se reunirán de nuevo para determinar las acciones a "corto, mediano y largo plazo en beneficio de la población rural de la región".

Esta misma semana, el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Latinoamérica y El Caribe, el peruano Miguel Barrero, señaló en una entrevista con la Agencia

El PMA, un órgano de las Naciones Unidas, calcula que en esta zona, donde viven más de 10 millones de ciudadanos y que se extiende por el litoral pacífico centroamericano, hay actualmente 1,4 millones de personas que necesitan asistencia alimentaria urgente porque los extremos meteorológicos derivados del cambio climático han arrasado sus cosechas.

La prolongación de la temporada seca el año pasado estropeó el 70 por ciento de la cosecha de primera (que se suele recoger en agosto), mientras que las lluvias torrenciales dañaron el 50 por ciento de la de postrera (que se recolecta en marzo).