El gigante estadounidense de comida rápida McDonald's obtuvo unos beneficios netos de 5.924 millones en 2018, un 14 % más respecto al año anterior, mientras atraviesa cambios estratégicos en su sistema de franquicias para mejorar la facturación.

La facturación anual de la firma descendió un 8 % y se situó en 21.024 millones.

El consejero delegado y presidente de McDonald's, Steve Easterbrook, consideró buenos los resultados anuales y los atribuyó al esfuerzo de la compañía por modernizar los restaurantes, unos cambios que afectan a EEUU, China y Hong Kong.

Para potenciar las ventas, McDonald's ha apostado por promociones, ofertas de desayuno y combinaciones de productos a bajo precio para intentar que la factura de los clientes sea más alta.

La multinacional ha renovado sus instalaciones en Estados Unidos con tecnologías que permiten hacer autoservicio, pero el cierre temporal de los restaurantes ha afectado a sus ventas, señalaron los analistas.

En el cuarto trimestre, las ganancias se duplicaron, pasando de 698,7 millones (0,87 dólares por acción) en ese periodo de 2017 a 1.415 millones (1,82 por acción) en el último tramo de 2018.

Como en el conjunto del año, los ingresos también descendieron entre octubre y diciembre de 2018, un 3 %, hasta situarse en 5.163 millones.

McDonald's desgranó que las ventas en las tiendas de Estados Unidos aumentaron ligeramente (2,3 %) gracias a un mayor gasto de los clientes, "tanto por las combinaciones de productos como por los incrementos de los precios".

Fuera de EEUU, las ventas aumentaron un 5,2 % y funcionaron especialmente bien los mercados de Reino Unido, Alemania y Australia, mientras hubo buenos resultados en Italia, los Países Bajos y Japón.

Los analistas de Wall Street quedaron satisfechos con las cifras de facturación y beneficios de McDonald's, aunque no demasiado con sus ventas en Estados Unidos.