En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, estamos siendo testigos de cómo la adopción de la Inteligencia Artificial (IA) ofrece ventajas significativas en el mercado, aumentando la competitividad y productividad en las compañías de todos los sectores.
Desde la automatización de procesos hasta la personalización de productos y servicios, la inteligencia artificial ofrece un abanico de oportunidades para mejorar la eficiencia operativa y satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores. Aquellas organizaciones que abrazan la IA no solo pueden optimizar sus operaciones internas, sino también expandir sus horizontes comerciales y explorar nuevos modelos de negocio.
Bajo esta premisa, desde Ametic llevamos años impulsando que nuestras empresas sean actores relevantes en este proceso para situar la IA en el primer nivel de prioridad y promover la colaboración entre empresas, universidades y sector público.
De ese modo, fomentaremos la innovación y la competitividad de las compañías españolas, y también fortaleceremos la posición de nuestro país a nivel internacional. La creación de un ecosistema inclusivo y diverso en torno a la IA nos permitirá aprovechar todo su potencial para el bien común.
En este punto, es diferencial ser conscientes y consecuentes con el hecho de que la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino una fuerza poderosa que moldeará el futuro de nuestra sociedad. Al abrazar la diversidad y el talento humano, podemos asegurar que la IA sea una fuerza para el progreso y la equidad en el siglo XXI.
De hecho, tal y como se destacó en el #AIAMSummit24 de Ametic, es esencial recordar que detrás de cada algoritmo y de cada proceso o toma de decisiones, hay seres humanos. La diversidad de talento en ese campo, así como las experiencias y las perspectivas, son fundamentales para garantizar que la IA se desarrolle de manera ética y equitativa.
Desde los profesionales que programan los algoritmos hasta aquellos que toman decisiones sobre su implementación, debemos asegurarnos de que exista una representación variada que refleje la complejidad de nuestra sociedad.
Uno de los mayores desafíos al que nos enfrentamos es evitar el sesgo en la IA. Tenemos que conseguir que la tecnología no produzca diferencias y que tampoco las desarrolle.
Por ello, es crucial que, desde el origen, seamos conscientes de esta posibilidad y trabajemos activamente para mitigarla, teniendo especial cuidado en que estas decisiones y esos algoritmos se desarrollen con un talento muy diverso, entendiendo por diversidad no solo la variedad de género, sino también de raza, cultura, religión, origen y edad.
En este sentido, el 74% de las compañías de nuestro país afirma tener dificultades para encontrar ciertos perfiles y es ahí donde tenemos que focalizar nuestro esfuerzo político e inversor. Este talento tan demandado por el tejido empresarial de nuestro país debemos, por un lado, fomentarlo y crearlo en los colegios, universidades y centros de formación profesional y, por el otro, debemos reconocer y aprovechar el talento disponible en todas las generaciones.
Las personas con mayor experiencia cuentan con una sabiduría y visión que les permite desempeñar un rol invaluable en el desarrollo y la aplicación de la IA, puesto que este conocimiento previo en cada campo, sin duda, enriquece los procesos de desarrollo de nuevas tecnologías e implantaciones en diversos campos.
Con todo ello, desde Ametic nos esforzamos por asegurar que nuestras empresas jueguen un papel fundamental en el desarrollo y la aplicación de la IA a escala internacional, sin olvidar la perspectiva diversa e integral.
Creemos firmemente que, al hacerlo, no solo fortaleceremos la competitividad de nuestras compañías, sino que también elevaremos la posición de nuestro país en el escenario internacional. Para liderar este proceso de manera específica y proactiva, contamos con el Observatorio de IA de Ametic, a través del cual trabajamos junto a nuestros socios y partes interesadas para maximizar el impacto positivo de la IA en todos los ámbitos de la sociedad.
***Pilar Roch es directora general de Ametic.