8M(ujeres), 8M(iradas): la tecnología, en femenino
Ocho mujeres destacadas en ocho ámbitos diferentes de la disrupción, reflexionan sobre la tecnología y la ciencia como igualador de género y sobre sus experiencias positivas y negativas.
8 marzo, 2024 02:10En días como éste, cobran especial importancia las estadísticas; cifras que constatan por enésima vez que las brechas de género existen en favor de los hombres. Como tantas veces ha quedado acreditado, los sectores tecnológicos y científicos no son una excepción.
Pero el Día Internacional de la Mujer también tiene que reservar espacio para la reflexión de aquellas mujeres que destacan en sus respectivos ámbitos. Reflexiones sobre sus experiencias, sobre cómo diseñar un futuro más igualitario y sobre qué papel desempeña en ese horizonte la transformación digital.
D+I - EL ESPAÑOL ha reunido a ocho mujeres de otros tantos subsectores digitales: el ecosistema startup, la aceleración, la inversión, las compañías tecnológicas, la gran empresa, la investigación, la administración estatal y la administración regional.
Ellas son Lara Neira, CEO y cofundadora de la startup Nigal; Patricia Casado, de la aceleradora BerriUp; la inversora Carmen Pumariño, de Zubi Capital; Patricia Núñez, directora de producto y operaciones de Lenovo Iberia; Rocío López, CIO de ING; Eleonora Viezzer (investigadora); Rosa Díaz Moles, directora del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI); y Patricia Fanlo, consejera de Innovación y Transformación Digital del gobierno de Navarra;
A las ocho les hacemos las mismas preguntas. Sus respuestas demostrarán, como vamos a ver, que, ante cada 8 de marzo, lo importante que es cada mirada para construir un ecosistema digital cada vez más igualitario.
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La tecnología como igualador o amplificador de las desigualdades de género, ¿cuál es su opinión?
Lara Neira (Nigal). "Claro que la tecnología es una herramienta igualitaria para que la mujer vaya cerrando la brecha que todavía existe frente al hombre. Por cultura o por educación, no nos vemos como iguales a la hora de desarrollar un trabajo tecnológico. Por otro lado, en cuanto al uso de la tecnología, hay herramientas tecnológicas que nos ayudan a que nosotras podamos avanzar en materia de igualdad en tanto podemos utilizarlas como altavoz para que se nos escuche, como pueden ser las redes sociales. Pero es cierto que somos muy pocas las que emprendemos en el mundo de la tecnología".
Patricia Casado (BerriUp). "La tecnología es un arma de doble filo. Puede ser un gran igualador al ofrecer acceso a oportunidades para las mujeres, pero también puede amplificar las desigualdades si el acceso y las habilidades digitales están sesgados. La clave está en cómo se implementa y se hace accesible para todos".
Carmen Pumariño (Zubi Capital). "Creemos en la tecnología como palanca para acelerar el impacto social y medioambiental en nuestra sociedad, por eso invertimos en compañías de impacto con base tecnológica o innovadoras. Tenemos un fondo con el propósito de promover la diversidad, equidad e inclusión entre las compañías que están diseñando y creando nuestro futuro. Invertimos con una lente de diversidad que nos acerca a un volumen de oportunidades que, hasta ahora, habían sido pasadas por alto a otros fondos de la industria".
Patricia Núñez (Lenovo). "Definitivamente, la tecnología tiene que ponerse al servicio de todos y ayudar en la igualdad de género. La tecnología tiene que promover la igualdad y dar las mismas oportunidades a los hombres y mujeres".
Rocío López (ING). "La tecnología ha ayudado a visibilizar dónde hay que poner el foco para reducir las desigualdades y asegurar diversidad en todos los ámbitos empresariales. También ha impulsado a que las organizaciones desarrollen, apliquen y publiquen de forma transparente procesos encaminados a garantizar igualdad de oportunidades en la contratación, evaluación y promoción de los profesionales que trabajan en ellas, garantizando así una objetividad que nos aporta mayor diversidad, y, por ende, ser un mejor espejo de la sociedad con la que estamos comprometidos".
Eleonora Viezzer (investigadora y profesora de la Universidad de Sevilla). "Puede ser ambos, pero la deberíamos utilizar como igualador e intentar suprimir que sea un amplificador de las desigualdades. Como igualador, la tecnología nos permite acceder a información, aplicaciones, conocimiento y ha abierto este campo a muchas más personas desde el descubrimiento del WWW. Desgraciadamente, aún la tecnología y las carreras STEM no conllevan el 50% de mujeres, en algunas carreras estamos muy lejos de este número. Para garantizar que la tecnología actúa como un igualador de las desigualdades de género tenemos que procurar que las mujeres estén representadas en este ámbito. Si no es muy probable que el mundo virtual también se convierte en un mundo de estereotipos y tengamos un 'efecto de espejo', que puede llegar a ampliar mucho más".
Rosa Díaz (ONTSI). "Como mujer, creo firmemente que la tecnología tiene el potencial de ser un igualador para cerrar las brechas de género, pero también reconozco que puede ser un amplificador si no se abordan adecuadamente los sesgos y estereotipos de género. Persisten desafíos específicos. Hemos trasladado nuestros roles del mundo físico al online. Por ejemplo, la mujer sigue vinculada a los cuidados también en este plano. Tal y como nos indican los datos, somos nosotras las que realizamos las búsquedas de información sobre salud, mientras que ellos son mayoría en cuanto a trámites financieros y expresión de opiniones políticas y cívicas".
Patricia Fanlo (Navarra). "Creo firmemente que, en la actualidad, la tecnología y la ciencia tienen el potencial tanto de igualar como de amplificar las desigualdades de género. Lamentablemente, observamos una gran diferencia en la representación de mujeres en estos campos, lo que se traduce en la existencia de techos de cristal y una brecha de género significativa. Es fundamental abordar estos retos para crear un entorno más inclusivo y equitativo donde las mujeres puedan prosperar y contribuir al avance científico y tecnológico".
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¿Es igualitario el sector digital y de la innovación? ¿Cuáles son los principales síntomas de desigualdad?
Lara Neira (Nigal). "Insisto en el tema de que las mujeres no emprenden en áreas puramente tecnológicas, por tanto, no es igualitario el sector. La maternidad es uno de los factores que propicia esa desigualdad. Por mucha igualdad que haya hoy en las bajas por maternidad y paternidad, y por mucho que él pueda acceder al periodo compartido de lactancia, hay mucho que construir aún".
Patricia Casado (BerriUp). "El sector digital aún no es igualitario. Los principales indicadores de desigualdad incluyen la baja representación de mujeres en posiciones de liderazgo, en campos técnicos y una cultura empresarial que a veces perpetúa estereotipos y sesgos de género".
Carmen Pumariño (Zubi Capital). "No, el sector digital y de la innovación aún no es igualitario en términos de género y, tristemente, estamos lejos de conseguirlo en los próximos años. Para mí este es el principal síntoma: si no tenemos un volumen relevante de mujeres formándose en este ámbito, cada vez habrá una mayor brecha. Por tanto, parece claro dónde debemos trabajar pero debemos trabajar también en el ahora, en cómo transformamos perfiles más maduros que no son STEM".
Patricia Núñez (Lenovo). "Si ponemos en la balanza la proporción de mujeres que trabajan en el sector digital y de la innovación, claramente se ve que no es igualitario. Hay que seguir trabajando para que las carreras técnicas sean más atractivas para jóvenes estudiantes, ya que todos los estudios apuntan a que es mucho menor, y sin embargo, necesitamos que las mujeres tengan una presencia significativa en el mundo digital. Es más importante que nunca desmontar los estereotipos".
Rocío López (ING). "El camino a la igualdad en el sector está condicionado por conseguir que haya más mujeres que quieran apostar por carreras técnicas y que el mercado de la tecnología esté más equilibrado. Aún queda mucho camino por recorrer. La falta de información de las carreras STEM en la educación básica y secundaria; y también la falta de referentes femeninos, han hecho que las disciplinas tecnológicas no sean tan atractivas. Fomentar la presencia de mujeres en este tipo de disciplinas es un desafío importante que requiere colaboración de las instituciones públicas y privadas y un enfoque integral".
Eleonora Viezzer (investigadora y profesora de la Universidad de Sevilla). "Mientras no haya paridad en el sector digital y de la innovación es muy difícil que sea igualitario. La mayoría de las empresas tecnológicas son creadas y/o lideradas por hombres, y muchas veces la voz femenina se queda en el segundo plano. Esto puede tener consecuencias muy importantes y llegar a síntomas de desigualdad. Por ejemplo, muchas aplicaciones han empeorado la salud mental y su autopercepción de niñas y mujeres jóvenes y han potenciado problemas de alimentación o autoconfianza. En TikTok, Instagram, Facebook, etc. siguen a las influencers que viven una vida no real. Si la pubertad de mi generación ha sido difícil, no quiero ni imaginarme como es vivir la pubertad en el día de hoy. Tener en cuenta la voz femenina en el mundo digital y de innovación es muy importante para combatir los síntomas de desigualdad".
Rosa Díaz (ONTSI). "El sector digital y de la innovación tiene el potencial de ser igualitario, pero esto depende de cómo se diseñen y utilicen las tecnologías. Debemos abordar los sesgos de género, como la falta de representación de mujeres en la industria y la programación de algoritmos. Para mí, el principal síntoma de desigualdad es que la mayoría de los especialistas digitales son hombres. También es síntoma de desigualdad la violencia en línea contra las mujeres, y es que, según datos del Ministerio del Interior recogidos en el Informe sobre la criminalidad en España, casi el 68% de las víctimas de delitos sexuales en Internet en 2022 fueron mujeres".
Patricia Fanlo (Navarra). "En el sector digital y científico, las desigualdades son evidentes en la actualidad. Por ejemplo, existe una brecha en la investigación de enfermedades que afectan principalmente a las mujeres, lo que significa que se destinan menos recursos a comprender y tratar estas patologías. Además, persisten obstáculos para que las mujeres accedamos a oportunidades de investigación en comparación con los hombres, lo que puede limitar su participación y contribución en estos campos. Estos son indicadores claros de que aún hay trabajo por hacer para lograr la igualdad de género en el ámbito digital y científico".
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¿Cuál es la peor experiencia discriminatoria y la mejor experiencia inclusiva que ha vivido o conocido?
Lara Neira (Nigal). "La negativa fue tan fuerte... Fuimos a ver a un cliente de Nigal y en el momento de ver que yo era mujer, prácticamente ni me escuchaba. Tenía que hablar un empleado o mi socio. Y eso desgraciadamente fue aquí en Galicia. Y por la parte positiva, he tenido muchas experiencias inclusivas. No sé si por el hecho de ser doctora en Inteligencia Artificial y ser mujer, o por una combinación de ambas. No es tan fácil encontrar un perfil así, además me doctoré en el extranjero, en la top 15 del mundo, entiendo que encajo a la hora de querer hacer iniciativas para avanzar contra la brecha de género en el mundo de la tecnología".
Patricia Casado (BerriUp). "Sobre la peor experiencia, puedo decir que me impactó la hija de una amiga, cuando preguntó a su madre si de mayor podía ser presidente, eso demuestra que aún tenemos que mejorar; la mejor, ha sido formar en BerriUp un equipo diverso tanto en género como generacional, desde el que fomentamos buenas prácticas que ayuden al desarrollo profesional equitativo".
Carmen Pumariño (Zubi Capital). "La experiencia más desalentadora que he enfrentado fue el trato recibido por mi empleador en su momento por estar embarazada, que acabó propiciando mi salida de la compañía. La mejor experiencia inclusiva que he vivido ha sido sin duda Included VC, un programa diseñado para acercar perfiles diversos a la industria del VC. Todo el programa, desde el inicio, está diseñado con mucho detenimiento y atención a ser inclusivos con cada persona y su circunstancia".
Patricia Núñez (Lenovo). "Realmente me siento una afortunada, ya que apenas he tenido experiencias discriminatorias en mi vida laboral. Eso sí, alguna vez escuché algún comentario sobre las razones por las que ciertas personas pensaban que había podido llegar a ese puesto, y no estaban directamente relacionadas con mis capacidades profesionales. Por otro lado, sin duda las mejores experiencias inclusivas que he tenido en mi vida laboral han llegado cuando fui madre de mis dos hijos. En las dos ocasiones, estando embarazada y con una baja de maternidad por delante, mi empresa decidió promocionarme".
Rocío López (ING). "He dedicado toda mi carrera profesional al sector tecnológico y en gran parte vinculada a ING. Siempre he sido yo misma, mujer, madre y profesional, y me siento muy afortunada del camino recorrido. Ahora formo parte del comité de dirección de ING en el que las mujeres representamos el 62%. A lo largo de mi carrera no siento que haya vivido experiencias discriminatorias que hayan limitado mi progreso profesional, aunque sí he vivido ciertos sesgos en algunos momentos como por ejemplo en reuniones externas en las que no esperaban que fuera una mujer la responsable de tecnología".
Eleonora Viezzer (investigadora y profesora de la Universidad de Sevilla). "La mejor experiencia inclusiva que he vivido ha sido en un evento organizado por CESPYD, La Casa de los Sueños. Hemos organizado un encuentro entre niñas del Polígono Sur (Sevilla) y jóvenes investigadoras del grupo PSFT de la Universidad de Sevilla para acercar el talento gitano a la fusión nuclear y viceversa, acercar la fusión nuclear a las niñas gitanas. Ha sido una experiencia increíble. Y quizás he vivido la peor experiencia discriminatoria cuando ni estaba matriculada como alumna. Fue en un curso de invierno de la universidad para conocer el mundo de la física en que, tras enseñarnos el laboratorio durante una semana, teníamos que presentar un resumen de una temática por grupos. Después de que todos los chicos presentaran, el profesor dijo, bueno, 'ya podemos dejarlo aquí', dejándonos a otra chica y a mí fuera. Quizás no era la mejor forma de potenciar el talento femenino en la física, pero estoy muy contenta que no nos ha afectado a ninguna de las dos, ya que ambas somos profesoras e investigadoras en la universidad. Puede que haya sido clave que hayamos vivido junta esta experiencia y que estábamos las dos presentes para apoyarnos".
Rosa Díaz (ONTSI). "Lo cierto es que me cuesta encontrar una experiencia discriminatoria, toda mi carrera profesional la he desarrollado en Tecnología y no he vivido o recuerdo experiencias discriminatorias. Como una buena amiga me dice, quizás no estabas atenta o tenías claro tu objetivo. En relación de mi mejor experiencia inclusiva puedo decir que ha sido en mi paso por el sector púublico, dado que en la administración pública de España se asegura la igualdad de trato y oportunidades para todos los géneros".
Patricia Fanlo (Navarra). "La peor experiencia que viví fue cuando, como sanitaria, preparé 10 pósteres para un congreso internacional. Mi superior se negó a viajar conmigo porque soy mujer y tenía preocupaciones sobre lo que pensarían los demás al viajar solos. En su lugar, le acompañó un hombre, que presentó todo mi trabajo bajo el nombre 'P. Fanlo'. En el lado opuesto, una experiencia muy inclusiva para mí fue cuando me convertí en la primera presidenta de la Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes sistémicas (SEMAIS)".
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Contestadas las preguntas, es inevitable una reflexión final sobre el futuro. La más específica es Rosa Díaz (ONTSI), que propone cuatro grandes medidas para un mundo digital más inclusivo.
Estas medidas son la "implementación de programas y actividades que fomenten la curiosidad y la confianza de las niñas en STEM; la capacitación a los educadores para crear aulas libres de prejuicios; la promoción de modelos femeninos a seguir; y la necesidad de involucrar a las familias".
Añade Patricia Núñez (Lenovo) que "la democratización de la tecnología es fundamental para tener un mundo digital más inclusivo y acabar con la brecha digital". Y Rocío López (ING) destaca que "hay que realizar un esfuerzo sostenido en muchos ámbitos: familiar, escolar, profesional e institucional; y conseguir que la igualdad sea una realidad desde el momento de la elección del futuro profesional".
Desde Navarra, la consejera de Innovación y Transformación Digital, Patricia Fanlo, destaca el papel de la administración pública: "Considero fundamental promover carreras STEM desde una edad temprana y, por eso, en Navarra estamos ideando el primer Plan STEM para lograrlo".
Suma su visión Viezzer (investigadora y profesora de la Universidad de Sevilla), al destacar la importancia de que estas brechas de género no permeabilicen y se amplifiquen a hombros de la inteligencia artificial: "Necesitamos un uso regulado de los algoritmos para evitar potenciar los estereotipos de género. Si la mayoría de los algoritmos están escritos por hombres, ¿cómo nos aseguramos de que no repetimos los mismos errores del mundo real en el mundo digital?".
En la misma línea, la investigadora cierra con una llamada a la acción a las niñas y futuras científicas del mañana: "Nosotras valemos para la ciencia, igual que los hombres. Hay que transmitir este mensaje a las más jóvenes y es responsabilidad de los padres, los profesores, los medios de comunicación, las redes sociales, las universidades, el gobierno, y la sociedad de potenciar el interés de las niñas en estas carreras".