Sergio Llull durante el Real Madrid - Unics Kazan de Euroliga

Sergio Llull durante el Real Madrid - Unics Kazan de Euroliga EFE

Baloncesto REAL MADRID 85-68 UNICS KAZAN

El Real Madrid sana las heridas de El Clásico y lidera la Euroliga con un recital ante Unics Kazan

El equipo merengue sentenció el partido antes del descanso. Tavares, Yabusele y Sergio Llull comandaron una paliza europea. 

25 enero, 2022 22:23

El Real Madrid venció con claridad a Unics Kazan en la jornada que tenía aplazada por la Covid-19. El equipo de Pablo Laso olvidó el tropiezo en El Clásico de Liga Endesa y certificó el triunfo con una gran primera mitad. La potencia de Yabusele en la pintura, la velocidad de Sergio Llull en ataque y los triples de Rudy Fernández ayudaron a asegurar el balance de 17-3 en Euroliga. [Narración y estadísticas: Real Madrid 85-68 Unics Kazan]

El equipo merengue comenzó con la presión de tener que remontar ante un Unics serio en ataque. Por medio de Brown, los rusos se catapultaron hasta el 5-10 luciendo una gran facilidad anotadora. Sin embargo, la entrada de Sergio Llull revolucionó a un Real Madrid que rápidamente se hizo con el control del juego y del marcador.

A partir del triple y del triunfo en la pintura, el conjunto capitalino fue sumando hasta abrir brecha en el marcador. Unics Kazan intentó mantenerse con vida por medio del exbarcelonista Hezonja, pero sus jugadas individuales no fueron suficientes ante un Real Madrid muy coral. El camino hacia la victoria se certificó antes del descanso y acabó confirmándose en una segunda parte placentera para los merengues.

Llull acaba con el susto

Unics Kazan sabía a lo que se enfrentaba. El quinto clasificado de la Euroliga, sin embargo, no llegaba con miedo a Madrid. Su triunfo ante el Barcelona hace apenas unos días era su principal aval. Y nada más pisar la pista lo demostraron. Lorenzo Brown se entonó rápidamente desde el perímetro y colocó a los suyos con un 5-10. El Real Madrid, aturdido, tuvo que mover banquillo.

Pablo Laso acertó con sus cambios y el conjunto blanco estabilizó la situación. Sergio Llull fue una de las claves. Tras perder la calma durante algunos segundos, el Real Madrid le metió la velocidad necesaria al duelo para establecer su clima perfecto. Jugadas cortas, ataques rápidos y canastas desde el exterior. El Madrid, ya con el balear en pista, empató a 12 y cambió la dinámica. Poco después, y con un Yabusele imperial en la pintura, cambió el escenario a un 18-14.

El equipo local ya era el dominador del juego ante un Unics completamente descolocado por la reacción. Ni los fallos de Rudy Fernández desde la esquina eran suficientes para que los rusos se metieran en el partido. Tal era la sensación que sería el mismo Llull y una de sus tradicionales 'mandarinas' quien cerrada el 21-14 del primer cuarto.

Poirier y Yabusele peleando un rebote en el Real Madrid - Unics Kazan

Poirier y Yabusele peleando un rebote en el Real Madrid - Unics Kazan EFE

El Madrid sentencia

Los segundos diez minutos no cambiarían el sino del encuentro. Pese a que Mario Hezonja se echó el equipo a la espalda y ajustó el marcador sin llamar la atención con el 24-19, el Real Madrid encontró su suerte. Rudy, esta vez sí, replicó con un 3+1 que abriría su particular lata. Los de Perasovic se centraban en defensa, pero su estrategia atrás llegó en el momento de explosión del Real Madrid.

El conjunto merengue rompió por completo y fulminó la táctica visitante. El movimiento de balón imposibilitó cualquier robo. La defensa rusa bailaba al son de un Real Madrid que vivía uno de sus momentos de mayor lucidez. El habitual triple de Jeff Taylor confirmaba el éxito del juego blanco. Primero sería el 35-21. Poco después, con Poirier y Rudy, los locales sofocarían los intentos de Hezonja y Brown. Randolph con un triple sentenciaría con el 47-31.

Festival para rematar

La segunda mitad del partido careció de toda relevancia, especialmente un último cuarto donde el único interés era saber si la paliza iba a ser histórica. El equipo de Pablo Laso acabó con cualquier resurrección visitante y fijó como meta el +20 nada más salir de vestuarios. Un punto que alcanzar que apenas fue complicado.

El conjunto merengue atravesó también momentos de desconcentración, pero Unics Kazan no sacó provecho de varias pérdidas tontas de balón. Es más, sería Yabusele quien acabara con esos fallos con un triple que puso el 55-36. El balance defensivo que tanto había salvado a los rusos ya era cosa del pasado y el desastre se confirmaba a cada jugada.

Heurtel no perdonó en el perímetro y su 67-38 hizo saltar las alarmas en el equipo de Perasovic. Una cosa era una derrota. Otra muy diferente un bochorno baloncestístico. El 20-7 de parcial lo decía todo. La respuesta fue un triple de Vorontsevich, pero acompañada de un recital de Tavares que jugaba en la pintura ante rivales de segundo nivel. Un 74-45 para cerrar el cuarto convertía cualquier sorpresa en un milagro para el recuerdo.

Laso no se la jugó en el último cuarto y optó por rotar el equipo. Trey Thompkins saltó a pista en su rutina de ganar minutos. Alocén también ganaba protagonismo. El único reto era dar puntos a los menos habituales y el '33' fue quien se atribuyó el reto de anotar desde el triple. Entre silencios y jugadas inertes, el Real Madrid cosechó una nueva victoria en Euroliga logrando desdibujar a un Unics Kazan en racha.

Real Madrid 85-68 Unics Kazan

Real Madrid: Williams-Goss (5), Abalde (11), Tavares (14), Yabusele (13) y Heurtel (6) -cinco inicial-, Randolph (3), Taylor (3), Rudy (9), Alocén, Thompkins (5), Poirier (5) y Llull (11).

Unics Kazan: Lorenzo Brown (13), Jhon Brown (4), Hezonja (10), Uzinskii (3) y Vorontsevich (3) -cinco inicial-, Spissu (3), Canaan (6), Brantley (3), Jekiri (13) y Mayo (10).

Parciales21-14 | 26-17 | 27-14 | 11-23

Árbitros: Matej Boltauzer (ESL), Carmelo Paternico (ITA) y Robert Vyklicky (RCH). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Euroliga, que en su momento no se pudo jugar por positivos en Covid, disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 4.792 espectadores