El papel del voluntariado
Pero nada de esto hubiera sido posible sin el trabajo de las más de 1.000 personas voluntarias que han pasado por la asociación a lo largo de su historia.
El voluntariado es el corazón de La Torre, bien lo sabe su propia presidenta, que entró como jugadora a los 11 años y nunca quiso dejar atrás la entidad: “A mí los voluntarios que estuvieron conmigo me han dado muchísimo, me han dado valores y cada uno de ellos me ha dado una semillita que me ha hecho crecer como persona”.
Todas las actividades que realizan, desde los entrenamientos de baloncesto a las clases de apoyo, se sostienen gracias a las personas voluntarias. Entre ellas está Juan Francisco Martínez, profesor de secundaria y voluntario de La Torre, que destaca cómo “el baloncesto tiene un componente social enorme que facilita que los jóvenes establezcan lazos. Son chicos de muchas edades, de centros diferentes y esto crea esa unión entre todos”.
Como voluntario y apasionado del baloncesto, asegura Martínez, “me llevo alegrías y me llevo la satisfacción de poder estar haciendo lo que más me gusta”. El compromiso de los voluntarios es clave para la continuidad de La Torre, pero también lo es el apoyo económico.
Las actividades de refuerzo socioeducativo que realizan son gratuitas, y la asociación también asume en muchos casos las cuotas de los jugadores cuyas familias no pueden hacer frente a los gastos. Cada año, entre 250 y 300 menores participan en sus programas.
En este sentido, manifiesta la presidenta de la asociación, “está claro que para que una asociación sea sostenible y viable en el tiempo el tema económico es esencial. La ayuda que hemos recibido del Banco Santander ha sido muy importante para poder seguir”.
Este año, la asociación ha recibido el apoyo de la Fundación Banco Santander a través de su convocatoria Santander Ayuda, destinada a entidades sin ánimo de lucro que impulsen el desarrollo educativo de la infancia y la adolescencia en situación vulnerable.
Gracias al compromiso de su voluntariado y al apoyo de entidades públicas y privadas, La Torre de Hortaleza puede seguir demostrando que el deporte y el compromiso colectivo pueden cambiar vidas y transformar los barrios.
Convocatoria para Santander Ayuda 2026 abierta