India Martínez, imparable: “Estoy en mi mejor momento en todos los sentidos: físico, profesional y personal. Es como una segunda adolescencia”
Tras First Love, su triunfal colaboración con Will Smith, la artista está a punto de publicar un álbum dedicado a México.
Dios tiene a sus favoritos. No nos engañemos: lo de India Martínez (Córdoba, 1985) es un hecho irrefutable. ¿Cómo una mujer puede albergar tanto talento, tanta belleza, tanto poderío y, a la vez, tanta humildad? ¿Acaso no es una mezcla imposible para cualquier ser humano? ¿Qué fue de aquellas divas inalcanzables? Lo de India Martínez no es obra humana. “Y eso con la mano sobre el Evangelio te lo juro yo”, como escribió y firmó el poeta Rafael de León, a quien ella tantas veces ha cantado.
Las claves del éxito, en lo laboral o en lo personal, nadie las conoce con certeza, pero si hay una que parece segura es la de la diferenciación, la de la originalidad, la del ADN propio. La voz de India Martínez es única. En su garganta, de pellizco y de quejío, conviven cuatro pianos de cola, la orquesta Sinfónica de Viena, y los estilos gótico, renacentista y barroco de la mezquita que la crio.
Jennifer Jessica Martínez Fernández nació en Córdoba, pero a los 11 años su familia y ella se trasladaron a vivir a Roquetas de Mar, un pueblo costero en la provincia de Almería. Es la mayor de cuatro hermanos: tres mujeres, Jennifer, Deseada y Laura, y el pequeño de la casa, Francisco.


Antes de ser India, Jenni —como la llaman los suyos— fue la niña tímida de la clase, la que escuchaba flamenco sin parar, la que bebía de las fuentes de Camarón de la Isla, la melómana enamorada del piano, de la guitarra y de su mesita de noche. “Sí, sí. Me tuvieron que comprar mis padres un cajón flamenco porque le daba la vuelta a la mesita de noche y me ponía a tocarla como si fuera una percusión”, recuerda la artista durante su conversación con Magas en uno de los imponentes salones del Thompson Madrid, by Hyatt.

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Antes de ser India, también fue La niña del Puerto (por el Puerto de Roquetas) hasta los 17 años. Salió de Almería por la puerta grande tras ganar un concurso -lo que ahora se conoce como talent -, y la Feria Mundial del Flamenco de Sevilla la coronó. Ahí fue vista por managers y productores. En 2004 grabaría su primer álbum, Azulejos de lunares.
En estos más de 20 años en la música, India Martínez, de la mano de Sony Music, se ha convertido en una superestrella, un motivo de orgullo para la cultura de nuestro país. A España la tiene en el bolsillo hace rato, y ahora, tras siete álbumes publicados y un premio Goya, se embarca en una nueva aventura: la conquista de México y Latinoamérica con un disco dedicado al país azteca. Estados Unidos ya hace tiempo que conoce su nombre y su voz. La puntilla definitiva ha sido First Love, la revolucionaria colaboración que ha hecho con el actor Will Smith.

Traje gris de Sandro, sandalias rojas de Pedro del hierro y pendientes de Cos
India, ¿qué música escuchaba de pequeña?
De pequeña escuchaba flamenco. Flamenco a todas horas. Desde los dos añitos, que recuerdo las primeras canciones que escuchaba con mi madre en la radio: Camarón, Los Chichos, El Paquiro…
¿Recuerda alguna canción en concreto que le encantara y que le marcara?
Claro, varias. Una de El Paquiro que se llama Carmen; Soy gitano, de Camarón… Había una de Parrita que era… [Empieza a cantar] Una gitana del rastro de Madrid, me tiene loco perdido y a morir, me tiene loco perdido.
¿Cuál es la última canción que ha escuchado en su Spotify?
La he escuchado en una carpeta privada que tengo, donde están volcadas todas las canciones del disco nuevo. La última canción se llama Caviar, es inédita. Te estoy contando la verdad, vamos.
¿Qué ha pasado desde aquella niña que escuchaba Soy gitano hasta hoy, que ha escuchado Caviar?
Pues una canción no tiene nada que ver con la otra, pero sí con otras que escuchaba de Rocío Dúrcal o de Bambino. Tiene algo que ver con eso. ¿Qué ha pasado desde entonces…? Muchos viajes, mucha introspección también. En cada álbum se refleja lo que voy viviendo en cada momento, lo que voy conociendo…

¿Siempre tuvo claro lo de la música y la composición o había una vocación por otra cosa? No sé, por el derecho o por la política.
Todo lo que me envolvía desde niña estaba relacionado con el arte. Todo. Empecé cantando con dos añitos, a los cuatro años empecé con baile flamenco, a los siete empecé a dibujar. Ganando concursos de dibujo, ¿eh? (ríe). Después, a los ocho o nueve, el piano. A los 11 me compré una guitarra. Mis padres me tuvieron que comprar un cajón flamenco porque le daba la vuelta a la mesita de noche y me ponía a tocarla como si fuera una percusión. Todo relacionado con el arte. Empecé a escribir mis primeras poesías y mis primeras canciones a los 13 o 14 años.
¿Era usted de las populares de la clase o de las tímidas?
Era más bien de las tímidas y de las bichitos raros (ríe). Y como que no terminaba de entender cómo funcionaba eso de ser popular y de ser sociable. Me costaba un poco, la verdad, porque estaba muy, muy concentrada en lo que me gustaba y me apasionaba, que era la música, y a eso era a lo que más tiempo le dedicada. Entonces, claro, si los niños quedaban para jugar en el parque, en la cantina, en la playa, o donde sea, pues... algunas veces iba y otras me quedaba en mi habitación escuchando música o iba a una peña flamenca que había personas mayores sobre todo.
¿Qué secreto le confesaría hoy India Martínez a esa niña tímida que era Jennifer Jessica?
Que ella pensaba a veces que el mundo no estaba hecho para ella y, a día de hoy, me doy cuenta de que era el buen camino. Y que el mundo necesitaba más personas como ella. Que no se preocupe porque después, en el futuro, la gente le va a dar su sitio y va a comprender el sentido y el cometido que tiene en la vida. Cuando empezamos a vivir no nos damos cuenta de ello y nos damos cuenta poco a poco. Todos tenemos un propósito de vida.



¿Usted cree en la meritocracia, ese mantra que dice “madruga mucho, trabaja mucho y lo conseguirás todo” o cree que hay gente que lo tiene más fácil por nacer y criarse en un determinado lugar y contexto?
A mí no me gusta nada madrugar (ríe). Yo, lo que intento, es usar el tiempo que tengo sin distracciones. Me concentro en lo que tengo que estar. Me puedo despertar a las 12 de la mañana perfectamente si he terminado tarde en el estudio, pero el tiempo que estoy concentrada en lo mío, estoy solo en eso. Hay que estar también en los sitios en los que tienes que estar, claro. También hay que disfrutarlo. Intento no estresarme y no anticiparme a las cosas. Yo no estoy pensando ahora, por ejemplo, en los conciertos de junio. Yo estoy en esta entrevista, en esta sesión de fotos. Mañana en un videoclip. Para que se agobien, ya tengo a personas contratadas (ríe).
Una se esfuerza aunque haya eventos que den pereza, pero en los sitios hay que estar, ¿no? Es parte del trabajo.
Al final es lo mismo. Si quieres conseguir algo no puedes hacer lo mismo que haces todos los días. Yo me dejo llevar mucho por lo que siento, por las emociones… Intento no ponerme límites ni impedimentos. Incluso cuando veo las puertas cerradas. Hoy mismo, en la estación de tren, he visto cómo todo el mundo se dirigía hacia unas escaleras mecánicas. He visto una puerta al fondo y, aunque estaba cerrada, hemos ido por ahí y hemos salido antes que los demás. ¿Por qué damos por hecho las cosas?
Bueno, es una metáfora de cómo usted hace las cosas.
Es una metáfora de la vida: una puerta que se abre para entrar a un supermercado o para coger ese tren que está esperando por ti en tu carrera profesional o personal.
India, ¿qué vamos a escuchar en su nuevo álbum?
Es un disco que tiene muchos ingredientes; es un homenaje a otra cultura, a México.


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El 31 de mayo se va a presentar allí, ¿verdad?
Sí, voy a darlo todo, a empezar de nuevo. Me apetece muchísimo seguir explorando esas canciones que recuerdo de niña: Rocío Dúrcal, Chavela Vargas, Juan Gabriel, Vicente Fernández, Jenni Rivera… Ella no es muy conocida aquí, pero en México ha causado mucho revuelo.
México y Latinoamérica, conquistados, y Estados Unidos completamente revolucionado con la colaboración con Will Smith. ¿Cómo se gestó eso?
Son esos regalos que la vida te da sin saber por qué ni cómo llegan. El verano pasado fui a cantar de forma altruista a la gala benéfica Starlite, en Marbella. Al mismo tiempo, me daban un premio por esos pequeños gestos de ayudar a los demás. Fíjate tú, que eso, de verdad, no necesita ni reconocimiento. Y entre el público estaban Will Smith, Antonio Banderas y algunos otros compañeros. A algunos los conocía, pero a él no. De repente, en la última bulería, me bajé del escenario y me acerqué a su mesa. ¡Y oye, le encantó! Le gustó mucho mi esencia flamenca. Esa misma noche me propuso cantar en su nuevo álbum.
Usted podría haber pensado que era solo un comentario típico de una noche, ¿no? Esas conversaciones que pocas veces se materializan en realidad.
Estábamos haciéndonos una foto de familia en el escenario con los premiados y se me acercó al oído y me lo dijo, me lo dijo en inglés. No entendí la mitad (ríe).
"Mi padre me compraba balones y jugué en varios equipos de fútbol; gané copas y medallas. En casa era lo más normal del mundo"- India Martínez





¿Dónde está Deseada cuando se la necesita? [Deseada – Dessy – es su hermana y representante. Vivió parte de su vida en Reino Unido y estudió su carrera allí, por lo que maneja un inglés perfecto].
Estaba en el lateral. Yo la miré de reojo (ríe). No podía subir en ese momento, así que no me quedó más que decir: "Yes, yes, ok". Me dijo “my album”, y yo pensé que hablaba de su álbum de fotos de esa noche. Yo qué sé. Lo que no imaginé es que un actor como él estaba haciendo un disco de música y quería que yo estuviera en él. No lo creí. Al rato, me quedé con la duda, así que volví a preguntarle. Entonces me lo dijo en español: “Quiero grabar una canción contigo para mi nuevo álbum”. Con Dessy se confirmó, y en cuatro días nos volvimos a ver y compusimos la canción juntos. Escribí mi parte de la letra basada en el mensaje que él quería transmitir, sobre ese primer amor, esa pasión, esa entrega sin miedo… Creo que quedó reflejado de manera clarísima en First love.
Hay una frase en First love que dice: "Y como dice Camarón, fuego en la sangre". ¿Sabe Will Smith quién es Camarón de la Isla?
¡Ahora sí! Ya sabe quién es Camarón de la Isla.
¿Y lo ha escuchado? ¿Will Smith escucha a Camarón?
No sé si lo ha escuchado, pero le mandaré un WhatsApp con un enlace para que le quede claro (ríe). Le expliqué que es nuestro dios del flamenco, una leyenda. Si íbamos a tocar una bulería y mencionar mis orígenes, teníamos que hacerlo nombrando al mejor de todos los tiempos.
Conocemos al actor, conocemos al performer, pero ¿cómo es Will Smith en las distancias cortas?
Es mucho más real de lo que me imaginaba y mucho más pasional de lo que pensaba. Me imaginaba que era una gran persona, porque todos los grandes genios y artistas suelen ser personas humildes y con un gran corazón. Pero en persona te sorprende aún más, te da muy buen rollo.


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¿Cómo recuerda usted a su primer amor? ¿Con los exnovios prefiere tirarlos a la papelera de reciclaje o tienen un huequito en su corazón e incluso en sus composiciones secretas?
Creo que uno sí debe recordar esos primeros sentimientos, esas primeras sensaciones, porque en cada experiencia de la vida tenemos que volver a intentar vivirlas. No debemos olvidar. Si olvidamos, es solo para resetear y poder volver a sentir esas emociones, para intentar cuidar esa llama como si fuera la primera vez que la vemos.
He leído tantos artículos machistas después de su actuación con Will Smith en los Premios Lo Nuestro, en Miami. ¿Cómo gestiona usted esos comentarios?
No los gestiono. Directamente no entro.
¿No le indignan?
Ya no. Al principio me asustaba, pero ahora ya no. Se sorprendieron muchísimo de la química que teníamos en el escenario. La puesta en escena fue brutal. Eso me encanta. Conseguimos lo que queríamos: darlo todo. Lo disfruté tanto… Estoy muy contenta y satisfecha de que haya llegado.

Un supuesto fan de ambos comentaba que Jada Pinkett Smith, su mujer, debería haber subido al escenario para separarlos… ¿Se imagina?
¿En serio? (ríe)
Es una lástima que, con la carrera que tiene Will Smith, en aquella gala de los Oscar metiera tanto la pata con ese gesto tan desafortunado… ¿A usted le hubiera gustado que su marido la hubiera defendido como hizo él con su esposa?
La violencia nunca está justificada. Nunca. Con mi chico, eso está hablado. Él también es muy temperamental, pero es que no merece la pena. Si alguien está frustrado, ataca y se pasa de la raya… no merece que le prestes atención. Pero oye, somos humanos. Un día te levantas bien, otro te levantas torcido y nadie sabe lo que estás pasando. Muchas veces la gente piensa que, porque seamos figuras públicas, estamos aquí para recibir el odio de los demás. Si alguien me lanza malas palabras o gestos, puede que un día lo devuelva. Yo qué sé, alguna vez me ha pasado y he hablado mal a alguien, pero porque esa persona me ha hablado mal primero. Nadie sabe lo que uno lleva dentro. O a lo mejor tú le haces un comentario a alguien que está a punto de suicidarse y, por ese comentario, lo hace. Ese hombre [se refiere a Chris Rock, el presentador al que Will Smith dio una bofetada en los Oscar de 2022] también metió la pata con su chiste sobre una persona que está atravesando una enfermedad. Fue todo muy desafortunado, pero la vida a veces nos pone en situaciones que tenemos que atravesar, y están ahí para nosotros. Hay que intentar aprender de ellas.
En sus entrevistas y en sus redes veo que usted es pura reivindicación y feminismo. Me emocioné al leer el poema que escribió con motivo del 8 de marzo, Día de la Mujer, y me quedo con una frase que me gustaría que desarrollara: "No caigas en el error de sentir celos o envidia. Cuando el hombre cobarde nos teme, nos pone a pelear".
Siempre echamos la culpa a los demás o nos dejamos llevar. Dejamos que cualquier tecla que nos toquen nos haga reaccionar. No debemos dejarnos llevar por eso. No te compares con una mujer solo porque un hombre te haya dicho "ella tiene mejor cuerpo que tú" o "es más inteligente que tú". ¿Por qué nos dejamos influir por eso? Nosotras debemos construir desde dentro y no compararnos entre nosotras. Está en nosotras cambiar eso. No dejemos que nadie nos dicte cómo debemos comportarnos o qué debemos hacer, para no terminar siendo marionetas. Somos mucho más inteligentes que eso.
¿Qué aprendió de los hombres de su vida?
De los hombres de mi vida pienso en mis abuelos, en mi padre… También se me vienen a la mente figuras femeninas, por supuesto. En mi casa tengo la suerte de que, aunque venimos de una escuela machista, y a veces salen ramalazos de eso, mi padre tuvo tres hijas. Luego vino el niño, pero no le quedó otra que abrir los ojos y apoyarnos. Mi padre jamás nos privó de hacer algo que quisiéramos solo por ser mujeres.
¿Sintió libertad en su hogar?
Sí. He visto a otras niñas en familias donde sus padres no les permitían jugar al fútbol o montar en un coche de juguete. Mi padre me compraba balones, Scalextric, jugaba al fútbol con mis primos, me motivaba mucho. Jugué en varios equipos de fútbol, gané medallas y copas, y me sentí totalmente comprendida, aunque en la calle a veces no lo entendían. En casa, en cambio, lo veían como lo más normal del mundo. Por eso, les doy las gracias.
"Will Smith es mucho más real de lo que me imaginaba y mucho más pasional de lo que pensaba. En persona te sorprende. Da muy buen rollo"- India Martínez

Vi que por sus 37 años subió usted una foto en bikini que provocó un gran revuelo, ¿por qué sigue pasando eso con las artistas mujeres?
No lo sé. La verdad es que no lo sé. Pasa sobre todo aquí en España. Fuera, no tanto. Cada vez menos, creo. Pero aún hay mucho estigma con eso.
A la princesa Leonor la han fotografiado en bikini, pero cuando captaron a su padre en el mismo contexto, sin camiseta, no pasó nada. ¿Estamos viviendo una involución o los que critican siempre son los mismos?
Tiene mucho que ver con la educación que nos han dado. Aún quedan vestigios de machismo. Depende de la cultura, en algunos lugares están más avanzados que en otros. Por eso, en el poema hablo de las distintas culturas.
Este año cumple usted 40, ¿es así?
Sí, sí.
¿Y con qué va a impactar a todos?
¡No lo sé! (ríe) Pero estoy en mi mejor momento, ya lo aviso. A nivel físico, personal, de carrera... Acabo de grabar un disco y ya tengo otro medio pensado. Van a venir muchas cosas de golpe. He estado dos años presentando en giras, y ahora se me está acumulando el trabajo: duetos, proyectos hechos, diferentes conceptos. ¡Lo quiero dar todo! Estoy en una segunda adolescencia.
Al final, India, ¿cuántos minutos dura el amor?
90 minutos, la prórroga, partidos amistosos, la Champions League, la FIFA y lo que tú quieras (ríe).
Agradecimientos especiales al hotel Thompson Madrid de Hyatt.