El Grupo ACS da un paso más en materia de cambio climático

El de la construcción es un sector crucial en la economía de nuestro país -supone un 12,5% del PIB y emplea a 1,3 millones de personas, según datos de la compañía de recursos humanos Randstad-, sin embargo también es una industria que se caracteriza por tener un gran impacto medioambiental. Es por ello que se ha visto en la necesidad de evolucionar y transformarse ante retos como la descarbonización de la economía y la adaptación de las infraestructuras frente a los riesgos derivados del cambio climático.

Lograr o no estas metas depende en gran medida de la actuación de las empresas y otros organismos del sector. En este sentido, ACS, una de las constructoras líderes a nivel mundial, ha dado un paso más en su compromiso con la sostenibilidad a través de la creación de su Plan Director de Sostenibilidad 2025, que recoge las principales directrices de la política de sostenibilidad del grupo para los próximos años.

Así lo resumía su presidente, Florentino Pérez, durante la Junta General de Accionistas de la compañía el pasado mes de mayo: “Seguiremos alineando nuestros intereses con los de la sociedad, persiguiendo ser más eficientes, estar medioambientalmente comprometidos y reforzar nuestra vertiente social con mayor seguridad, más diversidad y mejores recursos humanos”.

También destacó “el impulso que estamos dando al grupo en materia de sostenibilidad, más allá de las exigencias regulatorias o requerimientos de nuestros grupos de interés” a través de este plan, que recoge tanto los compromisos a largo plazo de la compañía como las acciones que ya están teniendo lugar para cumplir con estos objetivos.

Neutralidad climática y compromiso con la comunidad

“El sector de la construcción y concesiones en infraestructuras está inmerso en un proceso de transformación ante la necesidad del cumplimiento de los mayores requerimientos regulatorios en materia de sostenibilidad; y la necesidad de atender las crecientes demandas de los grupos de interés hacia las empresas en estas materias”, aseguró Florentino Pérez durante su discurso de la Junta General de Accionistas.

Los próximos años estarán marcados por una tendencia sostenible, que impulsa a generar menos residuos y a reducir la emisión de gases contaminantes (se estima que esta industria genera el 38% de las emisiones globales de CO2, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente). De este modo, señaló el presidente de ACS, “la digitalización y el uso de nuevas tecnologías, materiales y métodos de construcción, van a contribuir al desarrollo de infraestructuras más sostenibles, eficientes y resilientes”. Y todas estas metas tienen cabida en el futuro de la compañía, tal como demuestra su Plan Director de Sostenibilidad 2025.

En el corto plazo, para 2025, el grupo se ha planteado reducir sus emisiones, tanto directas como indirectas y alcanzar al menos el 45% de ventas en infraestructuras con certificación sostenible, y para el año 2045 tratará de alcanzar la neutralidad climática, adelantándose 5 años a lo establecido por la Unión Europea. Son los grandes objetivos de la nueva política sostenible de la compañía y que está llevando a cabo a través de numerosas acciones.

Economía circular

Los modelos de producción basados en la economía circular, cuyas máximas son la reutilización y el reciclaje para un uso sostenible de los recursos, se están implementando poco a poco en los grandes procesos industriales. ACS también se ha sumado a esta tendencia a través de proyectos como el que se está llevando a cabo en el metro de Sidney, en Australia, una obra que acaba de recibir un importante reconocimiento en el sector, el Australian Construction Achievement, entre otras razones, por sus buenas prácticas en materia de sostenibilidad.

En este proyecto, las filiales del Grupo ACS que forman parte del consorcio que ejecuta la construcción, CPB Contractors y UGL, fijaron una serie de objetivos relacionados con el reciclaje. Entre ellos está reutilizar el 100% de los escombros útiles, reciclar o reutilizar al menos el 90% de los residuos reciclables de construcción y demolición, y hacer lo mismo con el 60% de los residuos de oficina. En general, se busca que los materiales que se utilicen en el proyecto contribuyan a reducir su huella medioambiental.

Reducción de la huella de carbono

El Grupo ACS es consciente del importante papel que puede desarrollar en la lucha contra el cambio climático, ya que el sector de la construcción es uno de los más intensivos en el uso de carbono. Para combatirlo, Dragados y Vías, ambas filiales de ACS, han participado este año en multitud de proyectos que les han permitido compensar las emisiones de carbono generadas durante el año 2020. Así, entre ambas empresas se han compensado 244 toneladas de CO2, un incremento muy significativo, teniendo en cuenta que en 2019 se compensaron 9 toneladas.

Para ello, estas dos compañías han participado en varios proyectos con un claro objetivo medioambiental alrededor de todo el mundo. En España, concretamente en Burgos y Palencia, se ha colaborado con una iniciativa para recuperar la cubierta vegetal de la región para evitar la desertización. Así, se han plantado varias especies autóctonas que darán forma a la futura masa forestal de la meseta. Fuera de nuestras fronteras, en Brasil, han contribuido a la puesta en marcha de una central hidroeléctrica, y en Perú, se ha participado en un proyecto de conservación de la Amazonia.

Protección de la biodiversidad

En Canadá, cruzando el río Detroit, se encuentra el puente Gordie Howe, un proyecto comprometido con la protección de la fauna local. En las áreas cercanas al puente se está llevando a cabo un monitoreo ambiental que permite identificar posibles riesgos sobre la vida silvestre, más concretamente sobre las aves que anidan en la zona, a causa de las obras de construcción del puente.

La estrategia que está siguiendo la compañía para proteger la fauna es evitar que las aves aniden en los límites del proyecto, para proteger los nidos de los riesgos derivados de estar situados en una zona en construcción. Para ello, especialistas en aves barren las distintas áreas del puente buscando aves, nidos, huevos y crías antes de que comiencen nuevas actividades de construcción.

En el caso de descubrir un nido, los técnicos ambientales implementan una serie de técnicas de mitigación de la especie alrededor del nido para evitar cualquier actividad disruptiva que pueda alterar la anidación. A largo plazo, para complementar esta iniciativa, se ha puesto en marcha un plan de cetrería para reducir la presencia de otras especies en las zonas cercanas al puente, ya que el uso de rapaces es una técnica ampliamente utilizada para el control de aves.

El esfuerzo de ACS en materia de sostenibilidad ya ha empezado a dar sus frutos, como muestran los datos. Crece el número de proyectos sostenibles en los que se involucra la compañía y, desde 2018, se ha reducido de forma significativa las emisiones de CO2. Gracias a la gestión y control de su impacto medioambiental, el grupo continúa avanzado en la reducción de emisiones, residuos y del uso de recursos naturales.