"En este momento, el mundo empresarial está inmerso en una tendencia a sobreestimar la capacidad de la inteligencia artificial, pero nuestro hallazgo actual revela la importancia de las capacidades humanas específicas para el uso exitoso de la IA. Si bien nuestras entrevistas anteriores mostraron la importancia de una cultura centrada en lo humano, nuestras entrevistas recientes han señalado un cambio definitivo hacia el desarrollo de competencias humanas individuales”. Estos son algunos de los hallazgos encontrados en una reciente investigación de los autores Nada R. Sanders y John D. Wood que ha sido publicada en HBR.

Desde Inndux hemos seguido mes a mes el vertiginoso e imparable crecimiento de la IA con algunos datos reveladores del verdadero impacto de esta tecnología exponencial. La primera pregunta que nos hacemos es si realmente estamos ante una sobreestimación de los efectos de la IA.

Recordemos que el futurólogo Roy Charles Amara propuso la ley que lleva su nombre, según la cual tenemos una tendencia a sobreestimar los efectos de una tecnología a corto plazo y a subestimar los efectos de una tecnología a largo plazo. La empresa de investigación tecnológica Gartner utiliza desde 1995 el ciclo de sobre expectación que representa gráficamente la madurez, adopción y aplicación comercial de una tecnología. Se compone de cinco fases: (1) lanzamiento tecnológico, (2) pico de expectativas sobredimensionadas, (3) abismo de desilusión, (4) pendiente de iluminación y (5) meseta de productividad.

Algunas de las previsiones que hemos analizado a lo largo del año con relación al impacto de la IA dan vértigo. Por ejemplo, en abril algunos estudios ya apuntaban a que la entrega de un trabajo final (no borrador que deba ser revisado por un humano) de alta calidad podría ser posible en el año 2030.

Un mes más tarde, nos hacíamos eco de estimaciones publicadas por Gartner que pronosticaban que hacia 2025 más del 10% de todos los datos del mundo serán generados por la IA. Según Deloitte AI Institute, se estima que el mercado de la IA generativa alcanzará los 200.000 millones de dólares en 2032. Esto representaría el 20% del gasto en IA, muy superior al 5% actual.

Este crecimiento supondría que el mercado de la IA se duplicará cada dos años durante la próxima década. En el caso de consumidores finales, los casos de uso se centran en obtener una mayor eficiencia, instrucción, creación y entretenimiento. Prácticamente, la IA generativa se está aplicando en todos los sectores y micro mercados, impactando en su aceleración, personalización, automatización, creación y simulación.

Incluimos más de veinte ejemplos de empresas, startups, herramientas y decenas de aplicaciones reales. En el informe de mayo también extendimos la vista a toda la economía creativa, ya que, según un estudio de Nvidia y el MIT de 2023, se estima que la IA provocará el mayor incremento en productividad de la historia (+50%), muy por encima de la electricidad (+35%), la energía de vapor (+25%) e Internet (+10%).

Saber si estas previsiones se cumplirán es complejo, pero la aportación que hacen ahora los investigadores Nada R. Sanders y John D. Wood es clave, ya que incide en cómo integrar realmente la IA con su fuerza laboral para lograr buenos resultados comerciales. En este sentido, los autores indican que dentro de las habilidades que las empresas realmente necesitan se observan dos categorías de habilidades humanas que los líderes consideran críticas y que las organizaciones en realidad están enseñando a sus empleados.

En primer lugar, están las habilidades interpersonales efectivas, como la resolución básica de conflictos, la comunicación, las habilidades para desconectarse de las emociones e incluso las prácticas de atención plena. En segundo lugar, está la experiencia en el dominio, con un enfoque en preservar ese conocimiento entre el talento experimentado y desarrollarlo entre los trabajadores jóvenes sin experiencia.

Algunos de los líderes entrevistados consideraban que, si bien la alfabetización digital era un hecho, las habilidades interpersonales, como la capacidad de comunicarse de manera efectiva, interactuar significativamente con los demás y generar cooperación en equipo, no lo eran. Los hallazgos revelan que, si bien las habilidades técnicas reciben más prensa, son estas habilidades exclusivamente humanas las que las empresas necesitan, y que escasean en el mercado actual.

Resulta iluminador escuchar lo que Sanders y Wood escuchaban repetidamente durante sus entrevistas con los líderes empresariales. Para ellos, la nueva ventaja competitiva es "la mente humana", el "pensamiento crítico humano" y la "inteligencia humana para tomar decisiones".

*** Paco Bree es director de programas de innovación de Deusto Business School y director general de Inndux.