Roberto Cipolla, Rameen Shakur, James Charles, fundadores de Cambridge Heartwear.

Roberto Cipolla, Rameen Shakur, James Charles, fundadores de Cambridge Heartwear.

Innovadores

Un algoritmo de inteligencia artificial monitoriza tu corazón en tiempo real

Una startup de la Universidad de Cambridge desarrolla un dispositivo inalámbrico que detecta ritmos irregulares

19 septiembre, 2018 15:47

La startup Cambridge Heartwear, impulsada en la Universidad de Cambridge, ha desarrollado un monitor inalámbrico para medir la función cardíaca. Es un dispositivo de bajo coste que utiliza la inteligencia artificial para diagnosticar el ritmo cardíaco y los problemas respiratorios en tiempo real.

El dispositivo, llamado Heartsense, incluye un electrocardiograma, un sensor de oxígeno, temperatura y un dispositivo de rastreo que los pacientes pueden usar cómodamente para una detección temprana. Estos múltiples sensores independientes,  están encerrados en una robusta carcasa resistente al agua, recogen datos más específicos y sensibles que los monitores cardíacos actuales

La información que recopilan estos sensores se transmite de forma inalámbrica en tiempo real a la nube, donde los algoritmos de inteligencia artificial adaptativa son capaces de identificar ritmos irregulares y peligrosos clínicamente relevantes, tal como lo haría un médico.

En 2015 Roberto Cipolla, profesor del departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge, se reunió con el cardiólogo y académico Rameen Shakur. Había pasado un año desde que el padre de Cipolla falleciera de un derrame cerebral. Con el objetivo de buscar una solución para mejorar la detección temprana de los accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares crearon esta startup.

De hecho, los fundadores esperan que con el uso de su dispositivo se pueda mejorar la detección de ritmos cardíacos irregulares y peligrosos y así poder reducir el impacto de la mortalidad de este tipo de accidentes, que afectan a 120.000 personas en el Reino Unido cada año. 

El reto es ayudar a los cardiólogos ofreciéndoles información en tiempo real, por lo que el equipo de Cambridge Heartwear instan a los médicos a utilizar su tecnología. En el Reino Unido se estima que puede pasar entre un mes y un mes y medio desde que un paciente es derivado por su médico de cabecera hasta que puede ser monitorizado por Holter (dispositivo tradicional que requiere fijar en el tórax una serie de sensores durante 24 horas) para analizar un ritmo cardiaco.

"Si el paciente usa un electrocardiograma durante un largo período de tiempo está recolectando una gran cantidad de datos", señala Shakur a la Universidad de Cambridge. "Encontrar una irregularidad entre todos los ritmos normales puede ser como buscar una aguja en un pajar. Queríamos automatizar este proceso, ayudando al paciente a obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento", subraya el cardiólogo.

En 2017, la compañía obtuvo fondos para probar 100 prototipos de su dispositivo y los ensayos clínicos en el Reino Unido ya han comenzado con pacientes inscritos de atención primaria.