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El GNL abre la puerta hacia la movilidad neutra en carbono

España recibió este año la primera entrega de un cargamento de gas natural licuado neutro en emisiones de carbono

El desafío medioambiental al que se enfrenta el planeta no tiene precedentes. El calentamiento global y la amenaza de un cambio climático irreversible, no obstante, han motivado aún más a la sociedad y al sector empresarial a poner lo máximo de su parte para revertir la situación y hacer un mundo más sostenible a través de prácticas que minimicen su impacto en la naturaleza.

Una de las apuestas más importantes en esta dirección es la que constituye el viraje hacia fuentes de energía más sostenibles, limpias y eficientes como la que lidera Naturgy. La compañía energética completó a finales de septiembre la primera entrega en España de un cargamento de gas natural licuado (GNL) neutro en emisiones de carbono, un hito para el país.

Con esta denominación GNL encontramos el gas natural que conocemos, pero procesado para que alcance y se almacene en su forma líquida.

Este cambio de estado repercute de manera muy positiva en su capacidad de transporte y almacenamiento, dado que este proceso de licuado supone un descenso en su volumen de unas 600 veces respecto a su forma gaseosa. Con ello se reducen sensiblemente los costes, se incrementa la posibilidad de almacenamiento y en cuanto a su distribución, ya que para ello se usan barcos metaneros capaces de alcanzar cualquier punto del planeta, lo que a su vez evita la necesidad de crear grandes infraestructuras ex profeso al estilo de los gasoductos que todos conocemos.

El GNL neutro en carbono compensa mediante créditos de carbono las emisiones asociadas a los diferentes eslabones de la cadena de valor. En esta operación, Naturgy compensó las emisiones asociadas desde la producción hasta descarga en tanque. La operación equivale a la eliminación de 15.300 vehículos en ámbito urbano durante un año.

GNL neutro en emisiones de carbono

Fuente: Inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero

El Gas Natural Licuado neutro en emisiones de carbono es una nueva modalidad a la que tendremos que acostumbrarnos. Sin embargo, esta transición hacia formas de energía más sostenibles también deja la puerta a otras alternativas. Por ejemplo, y como señala Gasnam, una asociación que fomenta el uso del gas natural y renovable en la movilidad tanto terrestre como marítima en la península Ibérica, el gas renovable es otra vía por la que apostar. Este elemento se genera a partir de “los procesos de degradación de materia orgánica como residuos animales, vegetales y aguas residuales”.

“Una vez limpio”, explican, “se transforma en biometano mediante un proceso denominado upgrading, mediante el cual se eliminan distintos componentes como el CO2”. Entre las bondades de este sistema hay uno muy importante que favorecerá su uso generalizado: el ser “totalmente intercambiable” por el gas natural, lo que permitirá usar sus redes para su distribución.

El hidrógeno es otra de las fuentes de energía en torno a la cual se está intensificando la investigación. Sin embargo, además de su uso específico, se trata de un elemento capaz de favorecer otro tipo de aplicaciones. Su versatilidad permite, según destaca Gasnam, ir desde la generación de gas natural sintético hasta “inyectarlo directamente en la red de gasoductos y darle una aplicación de combustible vehicular”, dado que también puede aprovechar la misma red de distribución.

Según el documento ‘Estudio del estado del arte de las tecnologías del hidrógeno’ presentado por Sedigas, es el hidrógeno verde el que conlleva más beneficios medioambientales porque se obtiene a partir de energía renovable. Además, se estima que una de sus ventajas es la posibilidad de “ser almacenado durante un periodo elevado de tiempo” además de poder aplicarse ‘tratamientos de compresión y de licuado para facilitar su transporte y manipulación.

Las implicaciones de estas alternativas de combustible para el medio ambiente son inestimables. Y es que su uso como combustible transforma completamente la estampa de humo y emisiones que acompañan a la imagen que tenemos de ciudades o, sobre todo, de los puertos marítimos. Gracias a la incorporación de nuevos combustibles sostenibles como alternativa para mover coches o barcos de pasajeros o de mercancías, se empieza a aliviar la presión sobre la atmósfera aparejada a los combustibles tradicionales para entrar en una era que deje entornos más limpios y un aire más respirable.

Actividades que más emisiones generan en España

Fuente: Inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero

Además, como señala Gasnam, el uso del gas natural (tanto GNL como gas natural comprimido o GNC) en el parque de automóviles también se beneficia de un repostaje tan rápido como el tradicional y, además, afectando positivamente al bolsillo dado que, según esta entidad, el coste por kilómetro es un 30% menor que en un diésel y hasta el 50% menor que con gasolina. Y por otra parte, los coches impulsados por este combustible se benefician de la etiqueta ECO de la DGT, que reduce las posibles restricciones al tráfico en la movilidad urbana. Estas cifras están ayudando a impulsar su uso en el transporte por carretera: en septiembre, el mejor mes en cuanto a matriculaciones de camiones propulsados por GNL y GNC en lo que llevamos de año, se vivió un incremento del 26,9% y del 71,2% respectivamente sobre el mismo período de 2020.

Todo este ecosistema imprime optimismo en el futuro del planeta, al menos en lo que respecta al sector de los transportes. Y es que, como señala la Agencia Internacional de la Energía, este ámbito representa a día de hoy el 23% de las emisiones mundiales de CO2 y el 28% de la demanda de energía final en el mundo. Es por eso que, como señala Sedigas, hacer hincapié en las formas de reducir estas cifras sea vital para alcanzar la tan pretendida neutralidad de carbono en 2050, sobre todo “en el transporte pesado y marítimo, donde las soluciones eléctricas no son viables a corto y medio plazo”, apuntan.

Alternativas de movilidad sostenible

Gasnam, Sedigas, Centro Nacional del Hidrógeno

Un modelo exportable al resto del mundo

La descarga que realizó Naturgy de GNL neutro en emisiones de carbono del buque Castillo de Mérida, que llegó a España procedente de Qatar, se realizó en la planta de regasificación de Barcelona. Pero se trata del primer paso dado que la compañía continúa trabajando con sus clientes internacionales para ofrecer servicios de compensación de carbono, con el fin de seguir realizando este tipo de entregas de GNL en el sistema energético español y a nivel mundial.

Los beneficios para el medio ambiente derivados del uso del GNL, que son palpables ya desde las primeras fases de su cadena de producción, abren la puerta a nuevos mercados y nuevas posibilidades para Naturgy.

El énfasis en extender esta apuesta por el GNL neutro en emisiones de carbono que está abanderando Naturgy en base a su estrategia medioambiental le ha convertido en un referente en este campo no solo por los actores del sector, sino por los índices que valoran y miden el compromiso de las empresas con estas prácticas sostenibles.

Fuente: Inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero

Aunque tal vez lo más esperanzador para el futuro del planeta sea atender a las cifras que traducen las palabras a los hechos: en el período 2017-202, la compañía logró reducir sus emisiones directas de CO2 un 30%; en 2020 redujo las emisiones de efecto invernadero el 7% al tiempo que incrementó la capacidad instalada de generación libre de emisiones un 10%.

Son pasos hacia el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2050, una pretensión por la que Naturgy trabaja y desarrolla sus compromisos para adaptar su negocio hacia un modelo más sostenible y en el que las energías renovables y limpias sean las verdaderas protagonistas para que, incluso antes de esa fecha, el planeta se beneficie de ello y, de paso, todos nosotros.