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El IV Observatorio de los ODS, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y ENCLAVE ODS, continúa en el CaixaForum de Madrid con un debate sobre el ODS 12: producción y consumo responsables.

Afinando un poco más, en esta nueva mesa se trató, concretamente, el SCRAP del textil y la aplicación de la Ley de Residuos en este sentido.

Para ello, se han dado cita Juan Ramón Meléndez, director general de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil y Calzado (RE-VISTE), Brenda Chávez, experta en consumo de moda responsable, e Ignacio Sierra, director general corporativo de Tendam.

"El sector textil, uno de los más globalizados e intensivos en recursos, se enfrenta a una transición sin precedentes hacia la circularidad, la reutilización y la gestión responsable de los residuos", así dio comienzo a la conversación la redactora jefa de este vertical y la moderadora de esta mesa, Aránzazu García de la Casa.

De este modo, la reciente aplicación de la Ley de Residuos en España abre un nuevo escenario de oportunidades y desafíos, donde la colaboración entre empresas, consumidores, gestores y administraciones se hace imprescindible.

Entrando en debate, y en relación a las barreras técnicas y logísticas para lograr una recogida y gestión eficiente de los residuos textiles en España, Meléndez rompió el hielo.

Mesa redonda. ‘Scrap’ del textil (aplicación de la Ley de Residuos)

"Tenemos muchos cuellos de botella que resolver. No es una respuesta sencilla, y las soluciones a problemas complejos son complejas. Para conseguir la circularidad a la que todos aspiramos tenemos una necesidad desde el punto de vista técnico", aseguró.

Ante esto, expuso de manera clara que "hay que dotar de mayor complejidad a la red de recogida de productos, donde el ciudadano pueda depositar su grano de arena de manera cómoda y sencilla".

Y continuó: "Pero esto se tiene que trasladar, de igual manera, a todos los puntos de España, desde una ciudad grande a un pequeño pueblo de Badajoz, por ejemplo".

Pero no se reduce todo a eso. "Todo lo que se recoge, después, hay que llevarlo a plantas de clasificación para rescatar la ropa de segunda mano que sea susceptible de ello. Lo que sea para ese fin, se clasificará por composición y color para su posterior reciclado a través de diferentes procesos que lo permitan reintroducir en el ciclo productivo. Pero hay muchos retos, también sociológicos", sentenció el director general de RE-VISTE.

A este le tomó el relevo Chávez que, poniendo la perspectiva ya en el consumidor, quiso comenzar haciendo alusión a la educación.

"Es igual de necesaria que en cualquier otra área de la vida. Necesitamos saber de dónde vienen las prendas, de qué están compuestas, cómo están elaboradas para saber qué recursos estamos utilizando... pero, también, tenemos que saber cómo deshacernos responsablemente de ellas", introdujo.

Foto de familia de los ponentes. Rodrigo Mínguez

Sin embargo, lejos de querer que su alegato parezca "una llamada de atención", quiso también romper "una lanza de cara a las personas consumidoras, que están sometidas a muchos inputs de consumo".

"Hay sobreproducción, pero también sobreconsumo, y lo que tenemos que hacer es una prevención para trabajar ese enorme consumismo. Los jóvenes viven campañas de verdadero acoso por parte de marcas de fast fashion, como Shein, que tienen campañas de publicidad verdaderamente agresiva a través de redes", aseguró.

Sierra, por su parte, quiso poner el foco en dos puntos claves, como son "la fuente" y las prendas de valor.

"Hay que trabajar en el origen, en cómo voy a diseñar los productos, con que materiales, matrices... y eso está en la base de todo. Pero también, un paso fundamental hacia la transformación es volver a tener respeto por las prendas bien hechas", defendió.

Como no podía ser de otra manera, la digitalización y el desarrollo de la tecnología no quedaron fuera de este debate.

Chávez hizo gana de esta innovación en el momento "del diseño". "Hay que trabajar en un diseño más sostenible, pero también pensar en un posterior reciclado químico. Aunque no podemos pecar de optimismo pensando que la tecnología nos lo va a resolver todo", apuntó.

Retomando de nuevo su oportunidad de hablar, el director general corporativo de Tendam se dirigió al público: "Creo que todos los que estamos aquí, si hablamos de desarrollos tecnológicos, pensamos en la IA".

"Desde luego, y sin ninguna duda, aunque todo de manera regulada, es un gran avance. Nosotros, gracias a la inteligencia artificial, hemos reducido los excedentes de prendas. Antes, que una marca tuviera un 20% de stock sobrante era normal, pero ahora estamos en cifras del 5% gracias a todos los modelos predictivos", destacó.

Para terminar, la mesa volvió prácticamente a como empezó: poniendo la vista en la ciudadanía. La experta en moda y consumo responsable, Chávez quiso "empoderar a los consumidores", porque es "necesario hacerles creer que no es su bolso lo que importa, sino ellos. Las personas son algo más allá de una tendencia". "No son solo consumidores, son ciudadanos", señaló.

Desde el otro lado, Meléndez quiso recordar que "la economía circular depende de los actores económicos" pero "no hay que perder el foco en que, al final, el ciudadano tiene que ser consciente de lo que hace con una prenda cuando se deshace de ella".

"Porque esa decisión solo la toma él. Aunque, por supuesto, cada eslabón de la cadena tenemos nuestro papel en esto" subrayó. .