Mariana Goya
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Los incendios se han convertido en los verdaderos protagonistas de este verano de 2025. Y es que hace tan solo un mes se inició en España una oleada de fuegos que calcinó de norte a sur la península, dejando las peores emisiones registradas en Europa en 23 años.

Sus efectos han sido devastadores: casi 400.000 hectáreas quemadas. Pero también hubo pérdidas humanas. Las llamas se cobraron la vida de cuatro personas que se quedaron para tratar de salvar lo que, tristemente, fue insalvable.

Y es precisamente por este motivo que esta cuarta edición del Observatorio de los ODS ha querido poner el foco en esta problemática. El objetivo estaba claro: qué políticas integrales de gestión se pueden implementar y cómo podemos prevenir estos sucesos. Es decir, el cual es el camino del consenso a la acción.

"Andalucía, Madrid, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha o Castilla y León no volverán a ver sus paisajes tal y como los conocían. O al menos, de momento. Pero por desgracia no tenemos una máquina del tiempo, ya no podemos volver atrás, y solo queda poner la vista en un futuro en el que, esperamos, esto no vuelva a ocurrir".

Estas eran las palabras con las que Andrea G. Cilleruelo, moderadora de esta mesa redonda y redactora de ENCLAVE ODS, ha comenzado su intervención.

Junto a ella, Luis Berbiela, exjefe del Servicio de Gestión Forestal y Protección del Suelo de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern de Les Illes Balears y vicepresidente de la Fundación Pau Costa; Pedro Díaz Felgueras, jefe de Servicio del Área de Incendios Forestales del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid; José Antonio Ramírez, gerente de la Asociación ConBé; y Virginia Barcones, directora general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior.

Así, de la mano, han querido guiar este camino hacia un futuro en el que estos sucesos, sobre todo de estas magnitudes, se conviertan en un hecho aislado y no en la nueva tónica de nuestras vidas.

Mesa redonda. Incendios

Por ello, Berbiela que querido comenzar su intervención comentando cuáles son los principales obstáculos que impiden que las políticas de gestión forestal pasen del papel a la realidad. "Hemos intentado llegar a un consenso de cómo enfrentar técnicamente estos problemas, pero el problema es que es difícil. No es sencillo revertir algo que ha pasado en los últimos 60 años y cambiar el modelo".

Una declaración a la que Díaz Felgueras ha querido añadir que "tenemos que mejorar lo que ya estamos haciendo. Todos los servicios tienen que analizar nuestras debilidades y fortalezas porque ya nos estamos empezando a enfrentar a situaciones a las que no nos preparamos hace 30 años".

"A pesar de que la gente piensa que cada vez hay menos árboles, no. Cada vez hay más árboles y más matorrales, junto al cambio climático que cada vez supera las cifras anteriores. Más combustible, más calor y sequías más largas nos abocan a grandes incendios que los convierten en grandes emergencias", sentencia el jefe de Servicio del Área de Incendios Forestales del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Y esto, dice, nos lleva a un punto en el que los cuerpos de emergencia no pueden "asegurar la seguridad de toda la población que está en las zonas rurales". Motivo por el que, menciona, "todos tenemos que actuar para que aumentemos la seguridad".

Como no podría ser de otra forma, ha continuado este diálogo Ramírez, abordando la mejora en la cooperación entre consorcios y la optimización de la distribución de recursos para hacer frente a estas emergencias.

"Este escenario nuevo nos tiene que hacer pensar en cómo tenemos que reprogramar la gestión en estos incendios", señalaba el gerente de la Asociación ConBé.

Por su parte, Barcones ha hecho un repaso a los acontecimientos más recientes, mencionando algunas de las lecciones aprendidas sobre los límites actuales del sistema de coordinación estatal. "Nos enfrentamos a los efectos de la emergencia climática en una tormenta perfecta: temperaturas que superan todos los récords, una primavera con gran intensidad de lluvia, rachas de viento...".

"Esta es la nueva realidad a la que nos enfrentamos con un escenario con ausencia de población". Lo que nos lleva, apunta la directora general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, "implica que todos y cada uno de los que formamos parte reforcemos la acción y sigamos construyendo".

Un momento durante la mesa redonda 'Del consenso a la acción: implementando políticas integrales de gestión y prevención de incendios'. Esteban Palazuelos

E insiste: "La emergencia no es solo cuando están las llamas, tenemos que estar en todas y cada una de las cinco fases. Cada vez nos vamos a enfrentar más a este tipo de riesgo. O de verdad apartamos el ruido y nos centramos en proteger a los españoles o desde luego no vamos a estar a la altura de nuestro país".

Por su parte, Berbiela mencionaba que "no solo hay que trabajar en que ni un solo pueblo de España quede sin proteger ante las llamas, sino también en modificar nuestros planes. El tener lecciones vividas no significa tener lecciones aprendidas".

Barcones apoyaba esta afirmación y aseguraba que, para solventar la situación actual, "debemos orientar las políticas y la inversión pública".Y es que aquí la clave es la prevención, porque "cuando de verdad podemos intervenir es en las fases anteriores, no cuando ya entran las llamas".

A lo que añadía el gerente de la Asociación ConBé que "necesitamos interrelacionarnos con los otros cuerpos. No puede ser el día de la propia emergencia". Porque para mejorar la seguridad de la población y del entorno, concluía Díaz Felgueras, "no es prevención o extinción, necesitamos las dos".