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La presidenta de la Institución Educativa SEK, Nieves Segovia, ha defendido este martes un giro profundo en el modelo educativo ante el avance de la inteligencia artificial.

Lo ha hecho durante su conferencia 'Libertad y educación', tercera del ciclo La libertad en el siglo XXI, organizado con motivo del X aniversario de EL ESPAÑOL y el XXV aniversario de la UCJC.

Segovia ha planteado la necesidad de redefinir el papel de la escuela en un contexto donde la tecnología va a "manejar el conocimiento", pero corresponde a los humanos interpretar su sentido.

Nieves Segovia en el ciclo de conferencias 'La libertad en el siglo XXI'

"Las instituciones educativas deben ser capaces de desarrollar modelos de aprendizaje en los que las máquinas gestionen la información y los seres humanos gestionen su significado", ha subrayado.

Segovia ha sostenido que, ante un futuro incierto, la educación debe volver a su razón original: "el cultivo de la sabiduría".

Frente a un conocimiento "cada vez más barato", ha reivindicado el valor del "juicio crítico", que ha considerado esencial para preservar la libertad en tiempos de transformación tecnológica.

"Aprender a no competir con las máquinas, sino a colaborar con ellas a nuestro servicio", ha señalado, insistiendo en que la función de la escuela no es solo transmitir contenidos, sino enseñar qué significa ser humano junto a la máquina inteligente.

En este sentido, Segovia ha insistido en que el modelo educativo debe pasar de una educación "centrada básicamente en la adquisición de contenidos" a una "educación que cultive el pensamiento crítico".

"La resolución de problemas, la metacognición y cualidades que no se pueden automatizar como la empatía, la creatividad, el razonamiento ético, la curiosidad, el humor o el amor", ha añadido.

En su intervención, ha recordado que el reto de la educación en la era de la IA no es técnico, sino filosófico. La tecnología -ha advertido-, puede abrir oportunidades o agravar desigualdades.

"La inteligencia artificial puede liberar tiempo para lo humano o sustituir la búsqueda de sentido por respuestas automáticas. Nos puede hacer, por consiguiente, más libres o más esclavos", ha criticado.

Por ello, ha animado a volver a situar las humanidades en el centro del currículo durante una conferencia en la que ha recordado el paralelismo entre la educación y la libertad. "La democracia debe nacer de nuevo en cada generación y su educación es su comadrona", ha sintetizado ante un auditorio lleno de público.

"Si nuestra acción educativa se dirige a la comprensión de qué significa ser humano, debemos ser capaces de convertir el propósito de las humanidades en la misión central de toda institución", ha defendido, recordando a su padre, un pionero en el modelo educativo, "el fin último de la educación es la humanización del hombre".

Segovia ha alertado también de los desafíos éticos que amenazan esa misión: la crisis climática, la desigualdad, la polarización y la "deshumanización digital".

En su intervención, ha citado al filósofo Edgar Morin, quien advierte de que "lo inhumano se extiende, triunfa el simplismo y la complejidad retrocede".

Aun así, se mostró esperanzada ante "un nuevo renacimiento educativo", aunque recalcó que no llegará "de forma automática con el progreso tecnológico", sino con una acción consciente basada en valores. Valores en los que los docentes deben de jugar un papel principal.

El profesorado

Segovia ha dedicado parte de su intervención a reivindicar el papel del profesorado como pieza esencial del sistema educativo y ha alertado de que su libertad profesional se está viendo erosionada.

"La libertad de los profesores para desempeñar su función y para perfeccionarla es la clave del sistema. Defender la libertad de cátedra, que no la impunidad del aula, es uno de los fundamentos de nuestro sistema y garante de la pluralidad del pensamiento", ha subrayado.

A su juicio, la enseñanza necesita proteger el criterio profesional de los docentes para que puedan ejercer con autonomía, rigor y responsabilidad.

La presidenta del SEK Education Group, ha lamentado que la labor del docente se haya convertido "a menudo en una función solitaria, repetitiva y excesivamente burocrática", lo que limita su vocación y su libertad educativa.

"Es urgente —y ahora, por fin posible— liberarse de condicionamientos que inhiben el verdadero rol del maestro, en su sentido original y con mayúsculas, para que pueda ejercer su actividad en un marco de libertad, responsabilidad y competencia", ha defendido, en una clara referencia a una bondad de la Inteligencia Artificial.

También ha advertido sobre un fenómeno que considera injusto: la opinión pública, dijo, juzga con demasiada frecuencia a los profesores basándose en acusaciones no contrastadas, lo que provoca un daño irreparable. Unas palabras que llegan tras un sonado caso de acoso escolar en Sevilla.

"Las víctimas son los profesores. Se está arrojando sobre todos los docentes una carga de la prueba que no merecen y que aleja del sector a profesionales que hubieran podido ser excepcionales", alertó.

Segovia ha insistido en que proteger a los docentes es proteger a toda la sociedad. "Una sociedad que no protege, ayuda y respeta a sus cuidadores, a la larga es una sociedad enferma", ha afirmado.

"Ser docente no es una profesión reconocida y la sociedad no se lo está poniendo fácil. No conozco a ningún educador que haya decidido serlo sin vocación de servicio a los demás", lamentó.

Segovia también ha defendido la libertad de las familias para elegir el centro educativo que mejor se adapte a sus valores, un derecho que —recordó— reconoce la Constitución.

Sin embargo, denunció que dicho derecho se ve comprometido por un modelo de financiación que "no es finalista a las familias, sino que está intermediado por el Estado", con decisiones a menudo condicionadas por intereses políticos.