Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970) se convirtió hace unos meses en nueva Consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid. Tras sobrevivir a la crisis PP-Ciudadanos desatada en Murcia y extendida a todo el territorio nacional, Rivera se apartó del partido naranja y posteriormente recibió la confianza de Isabel Díaz Ayuso para ampliar sus carteras en el gobierno regional. Ahora, asentándose en el nuevo puesto, atiende a EL ESPAÑOL en una de sus primeras entrevistas centradas en el mundo del deporte.

La gallega, ya madrileña de adopción, no se considera deportista. Sin embargo, sí que destaca con claridad que siempre ha seguido el mundo del deporte. Y para comprobarlo solo basta un vistazo a sus redes sociales, donde durante los Juegos Olímpicos parecía más una cuenta de resultados deportivos que la de una consejera con dos carteras más. Si había medalla, había tuit felicitando al protagonista. El deporte aplaudido por la política.

Rivera no lo considera un simple entretenimiento. Es "una herramienta de cohesión social" y todo "un espectáculo", reconoce a este periódico. Y, por ello, ya se ha puesto manos a la obra. Pocas veces un político asegura que está estudiando, pero Rivera no tiene pudor a decirlo. "Hay que ponerse al día" y, tras su aplaudida gestión en el mundo de la cultura durante la pandemia, quiere mantener el listón alto con este nuevo sector que se suma a su mando.

Marta Rivera de la Cruz en su despacho como consejera de Cultura, Turismo y Deportes

Por delante quedan reuniones, especialmente con el ministro Iceta y con los deportistas para abordar una reforma en las ayudas y becas. Pero, sobre todo, queda el sueño de unos Juegos Olímpicos en Madrid. El alcalde Martínez Almeida ha fijado la cita de 2036 en el horizonte. Marta Rivera de la Cruz no lo descarta: "Cuando hay que fiarlo a 15 años vista, hay que soñar. Pero las cosas que se realizan, primero se sueñan". Antes toca París 2024, donde espera obtener más medallas gracias al apoyo de las administraciones. Si sucede, eso sí, aplaudirá que los deportistas reivindiquen lo que quieran cuando tocan la cima.

¿Cómo están siendo estos primeros meses al frente de la Consejería?

Realmente ha sido muy poco, porque juré el cargo el 21 de junio, estoy todavía aterrizando. Hay que estudiar, ponerse al día, pero por suerte tengo un equipo estupendo. El viceconsejero Tomé está haciendo un trabajo maravilloso, me está orientando y asesorando. Estoy en esa fase de aprender mucho y estudiar mucho, que es lo que me toca.

En España estamos acostumbrados a que el Deporte quede en un segundo plano en la política. En la anterior legislatura estuvo en la Vicepresidencia de Aguado, imagino que el objetivo seguirá siendo dar al deporte la máxima visibilidad.

Por supuesto. No es una casualidad que esté en esta Consejería. Cultura, Turismo y Deporte son tres carteras que tienen unas excepcionales posibilidades desde el punto de vista de la transversalidad. Estamos preparando programas de Cultura y Deporte para que se den la mano. Y el caso del turismo está clarísimo. La Comunidad de Madrid es un lugar donde el deporte tiene un peso muy grande en la industria del turismo. Tanto las personas que se desplazan para hacer deporte, como los torneos de golf, como los eventos deportivos como tractores de turistas. Tenemos que cuidarlo, respetarlo muchísimo. Y hay una parte importante que es la parte educativa, el deporte como una herramienta para educar en valores y para formar a hombres y mujeres. La práctica deportiva desde el colegio es esencial en la formación de un chico.

¿Ha vivido los JJOO de forma diferente esta ocasión?

Sí, tengo que reconocer que se vive de otra manera. Hay una parte más profesional. Hay algo más bonito como es tener contacto, tanto por WhatsApp como con llamadas telefónicas, con los campeones olímpicos. Me gustó mucho chatear un rato con Ray – Zapata- que hizo una exhibición maravillosa, para mí fue un espectáculo y uno de los momentos bonitos de los Juegos. Esa medalla de plata ganada con un ejercicio tan clavado… Hablar, el día de la plata de nuestra Adriana Cerezo, con su entrenador por la noche. Estás viviendo de cerca algo que habías visto desde el otro lado. Le decía a la Presidenta: 'Es lo más cerca que voy a estar de una medalla olímpica'.

La reivindicación, en el caso de los deportistas, es un derecho. Y para la sociedad es una posibilidad para la reflexión

Parece que todos los medallistas que hemos tenido tienen una historia de superación detrás.

Yo creo que cualquier deportista de élite siempre tiene una historia de superación detrás, pero ahora quizás la sociedad está más sensibilizada para resaltar esas historias. Pero todas las personas que he conocido en mi vida, que han hecho algo importante en las Olimpiadas, todas tienen ese problema para entrenar, ese problema familiar, el encontrar en el deporte una herramienta para salir de una situación difícil. Pero ahora la sociedad está más preparada y es más empática a la hora de prestar atención a esas circunstancias.

Si algo ha caracterizado a estos Juegos ha sido la reivindicación. Se ha comentado mucho entre los políticos. ¿Cree que se ha exagerado, que se ha manoseado?

Está muy bien que cada deportista sea muy libre de, en su momento de gloria, poner el acento donde quiera. Nadie puede juzgar eso ni para bien ni para mal. Quizás lo que sucedió con Simone Biles lo marcó todo. Fue bonito ese momento en el que todos nos dimos cuenta, nos obligamos a parar un poco y analizar el extraordinario valor que tiene el equilibrio mental de los deportistas y lo difícil que es alcanzar ese equilibrio. La reivindicación, en el caso de los deportistas, es un derecho. Y para la sociedad es una posibilidad para la reflexión que, además, debemos llevar más allá.

Justo le iba a preguntar por Biles. Hay muchas posturas, de los que dicen que es un gran logro hasta los que no quieren dar tanta atención por renunciar.

Yo creo que no son posturas de ‘esto o lo otro’. Cuando Biles renunció pensé en esa chica, porque es una chica joven. Llevamos mucho tiempo viéndola triunfar, pero es una chica joven que a lo mejor tendría que estar con sus amigos, en la Universidad, viviendo la vida con más despreocupación. Pensé en ella, en todo el trabajo, en todo el dolor que tiene que haber habido y en lo complicado que debe haber sido esa renuncia. Y pensé también en sus compañeras, que pierden a una pieza fundamental. No creo que haya que renunciar a ninguna de las visiones, son todas respetables. Al final creo que lo que le pasó a Biles es como si hubiera tenido una lesión. Si se hubiera retirado por torcerse un tobillo, posiblemente no hubiéramos armado tanto barullo y el efecto habría sido el mismo.

Hablaba de esa conversación con Ray, con el entrenador de Adriana… ¿Qué le parece Alberto Ginés? Es uno de los rostros del que se ha hablado muchísimo por su libertad a la hora de hablar -en redes-.

Cuando una persona ha dedicado su tiempo, su talento y su ilusión a prepararse para algo tan importante como unos JJOO para representar a su país, y llega allí y no sabemos a veces las renuncias que hay detrás. En el momento en que consigue lo que quiere, lo último que se puede hacer es ponerle cortapisas. Alberto se ha expresado y a mí me parece fantástico. Me quedo con ese chico subiendo más deprisa que nadie, esforzándose más que nadie.

A lo mejor con problemas para prepararse. La escalada no era disciplina olímpica hasta ahora. Él echa de menos tener más instalaciones en España para prepararse, creo que se estaba preparando en el centro de Europa, y a pesar de todo lo ha conseguido. Que diga lo que él quiera. De lo que tenemos que preocuparnos los que estamos en la Administración es por poner a disposición de los deportistas las mejores condiciones para que puedan formarse en su propio país.

Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Turismo y Deporte

Muchos han destacado esa falta de ayudas, de infraestructuras. Algunos no tendrán beca y no saben si seguirán dedicándose a esto. Es moda hablar después de los Juegos Olímpicos del apoyo de las administraciones o es una necesidad.

Tiene que ser una necesidad. Cuando acabaron los Juegos tuve una reunión telefónica con el Viceconsejero y cuando pasen estos días tenemos que reunirnos para analizar. Ahora hay que celebrar los triunfos y preguntarse el por qué de los que se quedaron tan cerca. Tantos cuartos puestos, tantos diplomas. Tenemos que preguntarnos qué podemos hacer desde las administraciones para que nuestros deportistas tengan más posibilidades. Hay talento, hay trabajo y ganas de esforzarse, pero muchas veces faltan ayudas o ayudas bien orientadas. Hay que reunirse con deportistas y federaciones, y hay que empezar a pensar en París. Es dentro de tres años y hay que pensar como un objetivo.

El medallero español es apreciable y muy meritorio, pero creo que podríamos haber conseguido más. Tenemos que querer conseguir más. El espíritu olímpico es eso: es más fuerte, más alto y más lejos. No podemos caer en la complacencia. Desde las administraciones tenemos que poner a disposición de los deportistas lo mejor que podamos para que sigan formándose, que no tengan que elegir entre me pongo a trabajar o sigo entrenando.

No sé si ha hablado con Miquel Iceta o José Manuel Franco como presidente del CSD.

Todavía no. Con el Ministro he tenido un par de encuentros, pero no he podido hablar. El mes de agosto es complicado porque estamos todos entrando y saliendo. Cuando pasen estos días hay que hacer una reflexión, nos tenemos que sentar para ver qué se ha hecho bien y qué se puede mejorar. Los deportistas, el día que hacen su bolsa y la cierran, dejan la Villa Olímpica y se ponen a pensar en la próxima cita. Y la próxima es dentro de tres años, no de cuatro.

Le tengo que preguntar. ¿Habrá Juegos Olímpicos en Madrid?

Todos los que vivimos aquí hemos soñado con ello. La Comunidad de Madrid se merecería esos Juegos y haría un extraordinario papel. También le digo una cosa. Yo no he dejado de pensar estos días, que se suponía que los Juegos de Japón eran los que venían para Madrid y que todos dábamos por hecho, y ya ve usted lo poco que los hubiéramos disfrutado. Estos Juegos han sido muy meritorios, pero a mí me gustaría que el día que haya Juegos en Madrid, que estoy segura de que los acabará habiendo, me gustaría ver los estadios llenos, deportistas abrazándose libremente, un desfile olímpico aplaudiendo el paso del abanderado español como pasó en Barcelona. Y este año no hubiera podido ser. A lo mejor las cosas suceden por algo. Nos toca esperar, pero estoy segura de que Madrid tendrá sus Juegos.

¿Usted hubiera suspendido los Juegos?

Se hizo muy bien en celebrar los Juegos. Me parece muy bien que se hayan tomado precauciones que, en algunos casos, eran verdaderos blindajes. Sé de algunas personas que se desplazaron para asistir de manera institucional y era eso Fort Knox. Me parece perfecto que se hagan los Juegos. Ya suspender el año pasado fue muy duro, pero este año para los deportistas habría sido un mazazo difícil de superar. Felicito al que tomara la decisión de seguir adelante y hay que pensar que estos Juegos quedarán para la historia como una prueba de la voluntad de preservar el espíritu olímpico pese a las adversidades.

Las cosas que se realizan, primero se sueñan

El alcalde Martínez-Almeida ha dejado entrever que 2036 es el sueño de los Juegos. ¿Es sueño o realismo?

Cuando se da el 2036 es todo sueño, pero es realismo en el sentido de que Madrid está perfectamente preparada. Madrid es una ciudad que podría acoger perfectamente unos Juegos. Cuando hay que fiarlo a 15 años vista, hay que soñar. Pero las cosas que se realizan, primero se sueñan.

Entiendo que quieren, ¿no? Que dentro de su programa de deporte está el objetivo de acoger unos Juegos.

Dentro del programa no está específicamente acoger unos Juegos. El primer paso lo tiene que dar el Ayuntamiento. El día que el Ayuntamiento diga que va a dar el primer paso, la Comunidad estará ahí para apoyar. Está fuera de toda duda. Madrid es un lugar que acogería maravillosamente unos Juegos Olímpicos. El carácter del madrileño, que es acogedor y abierto, sería el carácter perfecto para el espíritu olímpico.

La última sobre los Juegos. Si le preguntan Madrid 2036 sí o no, ¿qué diría?

Soy gallega -risas-. En esa pregunta de sí o no me sé bandear muy bien. Vuelvo a decir lo mismo: el sueño olímpico está ahí y en el momento en el que el Ayuntamiento decida ir hacia adelante, la Comunidad estará para apoyar en todo lo que haga falta.

Dejando los Juegos. Hace poco Sanidad confirmó el límite del 40% de aforo en competiciones profesionales, 30% en estadios cerrados. Ustedes pedían 60% y 50%. ¿Qué le parece la restricción?

Madrid pedía 60% y 50% por algo, porque era perfectamente asumible. Pero es lo que toca y hay que acatar. Madrid ha sido pionera en aperturas de eventos culturales, el resultado ha sido excepcional y nos sirve de patrón para los eventos deportivos. Entiendo que los aforos se podrán revisar en función de cómo vaya evolucionando los contagios y vacunación. Espero que puedan ampliarse, pero yo voy a defender siempre lo que puso Madrid sobre la mesa.

Soy merengue, pero de los que celebran la victoria del Atlético

Usted recibió halagos por todas partes por su ‘cultura segura’ en la última legislatura. Sin embargo, a nivel nacional contrastaba la cultura segura con el menosprecio al deporte. ¿Se ha infravalorado o menospreciado en el tema del público?

No creo que sea algo de menosprecio, sino que a lo mejor era más delicado. No olvidemos que cuando empezamos a preparar los protocolos para los teatros, nos dimos cuenta que lo más complicado no era lo asientos, sino las entradas y salidas. Hay que pensar una cosa. Un teatro puede tener 800 butacas, pero cuando estamos hablando de un estadio hablamos de 20.000 personas. Eso es uno de los problemas de las instalaciones deportivas, las aglomeraciones a la entrada y salida. Tengo que reconocer que no sé cómo se tomó esa decisión en ese momento, no estaba metida en ese grupo de trabajo, pero más que un problema de aforo y de asientos era del protocolo de entrada y salidas. Igual por eso se trató en el momento de la pandemia con más cuidado.

La última. Tenemos un alcalde del Atlético y una presidenta del Real Madrid. La consejera, ¿hacia qué lado tira?

Yo soy gallega y he sido siempre muy del Deportivo, pero tengo que reconocer que soy merengue. Pero soy merengue de los que celebran la victoria del Atlético y este año, creo que fui de las primeras, en felicitar al presidente Cerezo cuando consiguieron la liga. Este año los colchoneros se lo habían ganado, se quedaron el anterior ahí ahí, este año les tocaba y les felicité en muy buena lid.

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