Hablar de España en los Juegos Olímpicos también es hablar de la familia real. La monarquía ha tenido mucha influencia en los deportes de este país, no solo acudiendo a las citas más importantes como representantes desde la grada, si no inmiscuyéndose en las competiciones y teniendo grandes actuaciones. Es más, el mismísimo rey Felipe VI tuvo una actuación relevante en Barcelona '92 en vela, el deporte en el que más han desarrollado sus habilidades los monarcas.

Seguro que habrían aparecido por los JJOO de Tokio si se hubieran celebrado en unas condiciones normales y no en medio de la pandemia. La relación y la implicación de la Casa Real con todos los deportistas se pudo demostrar en la visita que hicieron los más representativos antes de poner rumbo hacia Japón. Siempre que hay una cita con españoles, intentan hacer un hueco en sus apretadas ajendas para demostrar que, aunque ahora tengan otros quehaceres, siguen intensamente los éxitos del país.

Antes de todo esto, la pionera en la familia fue la reina Sofía, que participó como reserva para su Grecia natal en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 en vela, una competición en la que su hermano Constantino fue oro en la clase Dragón. El rey emérito Juan Carlos también tuvo presencia en unos JJOO. Fue en Múnich '72, donde formó parte del equipo español que acudió a esa misma modalidad de vela donde solo pudo obtener un décimoquinto puesto.

Felipe VI, por aquel entonces Príncipe de Asturias, en la ceremonia de inauguración de Barcelona '92 donde fue el abanderado EFE

Siguiendo con la tradición, los hijos de los reyes también tomaron parte de citas olímpicas. La infanta Cristina participó en Seúl '88, donde fue reserva en el 470 femenino. Donde sí apareció fue en la ceremonia de apertura, en la que fue abanderada de la delegación nacional. El gran momento para la familia real fue Barcelona '92. Allí, en los primeros JJOO en territorio nacional, la presencia fue para el Príncipe de Asturias, ahora Rey de España.

Felipe, sexto

Toda la familia transmitió la pasión por la vela al actual Rey y eso se tradujo en un objetivo cuando se anunció que Barcelona acogería la cita olímpica. Desde ese instante, Felipe comenzó una preparación especial para llegar a los Juegos Olímpicos para participar con la intención de lograr un metal. Dentro de esa preparación, cabe destacar una gran actuación en el Campeonato Mundial de Vela de la clase Soling de 1992 (disputado en Cádiz), la misma modalidad en la que competiría en la cita olímpica.

Felipe de Borbón participa en el Campeonato Mundial de Vela de la clase Soling de 1992

Junto a Fernando León y Alfredo Vázquez, disfrutaron de una aventura olímpica en la que se podía ver al por aquel entonces príncipe como uno más en la villa. Llevaban cuatro años embarcados en pruebas por todo el mundo para preparar esos Juegos Olímpicos. La realidad es que en Barcelona '92 el papel de la vela fue trascendental para alcanzar el número de medallas más alto de la historia de España en unos JJOO: 22, con 13 oros, siete platas y dos bronces.

Felipe y su tripulación solo pudieron ser sextos en la 'medal race'. Se quedaron a las puertas de las medallas y se tuvieron que conformar con un diploma olímpico. Con un golpe de suerte podrían haber alcanzado una medalla que habría encumbrado la figura del actual Rey. En cualquier caso, eso impulsó su carrera hasta el punto de seguir compitiendo de forma profesional en vela. Siempre que la agenda monárquica lo permitía, se subía a uno de los cascos para seguir desarrollando su trayectoria que sus padres le enseñaron.

Prolífico

Quizá esta tradición sea uno de los elementos que ha influenciado en el hecho de que España tiene en la vela su principal fuente de metales en la historia de los Juegos Olímpicos. Un total de 19 medallas que se reparten a lo largo de la historia y que en los JJOO más recientes solo se ha quedado sin presea en Sídney 2000 y Río 2016. Desde Santiago Amat a Sofía Toro y Ángela Pumariega son muchos los nombres que han conseguido triunfar en las diferentes modalidades de este deporte.

Tamara Echegoyen y Paula Barceló, en los Juegos Olímpicos REUTERS

En Tokio 2020, con las pruebas llegando ya al final, España todavía tiene cuatro opciones claras para hacerse con la medalla. Tamara Echegoyen y Paula Barceló, en 49er FX, y Joan Cardona, en Finn, son los que mejor posicionados están con dos segundos puestos pasado el ecuador de la competición. Jordi Xammar y Nico Rodríguez están solo a un punto de entrar entre los tres primeros clasificados en el 470 masculino, así como en Nacra, con la pareja Tara Pacheco y Florian Trittel, están en sexta posición a seis puntos del podio. Siguiendo el ejemplo del rey Felipe VI y queriendo mejorarlo, la vela vuelve a tener en sus manos ampliar un palmarés muy escaso a estas alturas de los Juegos Olímpicos.

[Más información: La vela, el deporte más prolífico de España en los JJOO: las bazas para Tokio]

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