La Vuelta terminó con el bochornoso final de Madrid, pero varios días después todavía se siguen conociendo nuevos episodios que tuvieron que sufrir los ciclistas como consecuencia de las numerosas protestas propalestinas.
Uno de los últimos corredores en hablar ha sido Louis Vervaeke. El veterano y reconocido ciclista belga se mostró seriamente contrariado por su agria experiencia en La Vuelta y lamentó los momentos en los que los protestantes pusieron en juego la vida de los deportistas.
Vervaeke apuntó al día de Bilbao como el momento clave en el que todo empezó a cambiar: "Antes de la etapa de Bilbao estábamos bastante relajados, pero esa etapa fue un verdadero despertar ya en el primer paso por la meta. No se supone que tengo que decirlo así, pero era casi como animales salvajes detrás de una barrera tratando de escapar".
Aquella jornada la carrera tuvo que ser reducida y la meta se situó 3 kilómetros antes de lo previsto de manera improvisada. Decenas de protestantes propalestinos se enfrentaron con la Policía y los voluntarios de La Vuelta, tiraron las vallas abajo e invadieron la calzada en momentos de mucha tensión.
Vervaeke confirmó el lanzamiento de chinchetas o incluso aseguró que algunos protestantes propalestinos se descolgaron desde los puentes para tratar de impedir el avance normal de la carrera.
"También hubo lugares donde lanzaron chinchetas, eso ya es bastante grave, ¿no? Y los directores de equipo incluso me dijeron que algunos manifestantes se lanzaron desde puentes con cuerdas para detener los coches. No todo quedó grabado, pero fue espectacular", comentó.
En serio peligro
El experimento ciclista belga, que ha corrido cinco Vueltas, cinco Tour de Francia y un Giro de Italia, aseguró haberse sentido en peligro: "Sólo queríamos correr, y no queríamos que la carrera se viera comprometida. Pero estuvimos en peligro. Eso no puede ser la intención. Fue como si estuviéramos atrapados en un conflicto político. Eso ya es demasiado, y en Madrid simplemente se volvió insostenible".
"No se dan cuenta de lo peligroso que es intentar detener a un ciclista que va a cuarenta o cincuenta kilómetros por hora", incidió el corredor de Soudal Quick-Step, compañero de Mikel Landa, en la idea de que cruzarse en la carretera es una auténtica temeridad.
Los ciclistas del Israel Premier-Tech
Louis Vervaeke también habló de la experiencia de los ciclistas y el staff del equipo Israel Premier-Tech en esta pasada Vuelta.
"Tampoco fue una decisión de los ciclistas de Israel Premier-Tech. Ellos llevan esa camiseta con esa bandera, y hoy en día eso está tremendamente cargado de significado. Realmente lo pasaron mal y solo querían que La Vuelta terminara", comentó Vervaeke sobre sus compañeros de profesión.
El belga incluso llegó a reconocer que algunos de estos corredores les consultaron la posibilidad de fichar por sus equipos: "Algunos ciclistas incluso preguntaron si teníamos un lugar para ellos en el equipo el próximo año. Sentían que no podían simplemente volver a casa, porque tienen contrato y temían arriesgarse a ser despedidos. Eso fue realmente muy triste para ellos".
