Publicada
Actualizada

Jasper Philipsen se ha llevado la victoria en Guijuelo en una nueva exhibición en la sprint para sumar la tercera victoria del equipo Alpecin en esta Vuelta y, curiosamente, las tres tienen su sello.

En un final con el protagonismo para los esprinters, sorprendió la posición de Philipsen en los últimos 15 kilómetros, quien se quedó muy atrás en el pelotón, relegado de las primeras posiciones de la cabeza de carrera. No obstante, el equipo le preparó el terreno para auparse con la victoria.

Y es que el ciclista belga del Alpecin-Deceuninck culminó a la perfección la labor de su equipo y cruzó la meta en la localidad salmantina tras 161,9 kilómetros, consiguiendo su triplete de victorias en esta edición, después de los alcanzados en Novara y Zaragoza.

La general sufrió un pequeño cambio por la bonificación de 4 segundos de Vingegaard en el esprint intermedio de Salamanca. El danés, venido a menos, pero con la solidez de su clase y de su experiencia todavía intacta, defiende una renta de 44 segundos sobre Joao Almeida, que se está mostrando más fuerte en esta última parte del trayecto.

El desenlace fue el esperado, aunque no exento de tensión. En los kilómetros finales la carrera se convirtió en un pulso entre los trenes de los equipos. Movistar tomó la iniciativa para apoyar a Orluis Aular, quien ya había estado muy cerca del triunfo en dos etapas previas.

El venezolano volvió a rozar la gloria al terminar tercero en Guijuelo, reafirmando su constancia. Lidl-Trek confió en Mads Pedersen, que acabó en la segunda posición.

Sin embargo, el desenlace quedó en manos de Jasper Philipsen, que sacó partido del sólido trabajo de sus compañeros Jonas Rickaert y Edward Planckaert para rematar con un sprint fulminante en la ligera pendiente final.

"Quedaban dos oportunidades y hemos sabido aprovechar una", reconoció el belga, que ya es el único velocista con tres dianas en esta Vuelta. Aular, resignado, volvió a quedarse con la miel en los labios: "Sólo nos falta ganar".

El final de La Vuelta

Este sábado se disputa la vigésima etapa entre Robledo de Chavela y La Bola del Mundo, de 168,8 km. Se trata de la jornada más esperada de La Vuelta por la Sierra de Madrid.

Cinco puertos en el menú en un sube y baja constante. Para empezar el Alto de la Escondida (3a, 9 km al 4,1), después el Puerto de la Paradilla (3a, 5,8 km al 5,4) y el Alto del León antes del ecuador de la etapa (7 km al 7,3).

La segunda mitad será definitiva para la general. Espera el Puerto de Navacerrada (1a, 6,9 km al 7,6) y el final esperado en La Bola del Mundo, Alto de Guarramillas (Especial, 3,1 al 12,2). La terrible pista cementada, que se ha visitado tres veces con La Vuelta, definirá la general.

Las medidas de seguridad serán excepcionales, los últimos kilómetros vallados y temor a volver a sufrir las alteraciones que están marcando la Vuelta.