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El caos se apoderó de la undécima etapa de La Vuelta cuando unos manifestantes que protestaban en favor de Palestina y en contra de Israel derribaron varias vallas en la zona de meta y la Ertzaintza tuvo dificultades para frenar una posible invasión de la calzada.

La decisión que tomó la organización fue contundente: la llegada a meta en Bilbao se cancelaba. La tensión se apoderó del ambiente y la seguridad de los ciclistas no estaba garantizada, unos hechos que han provocado la indignación de Óscar Freire, triple campeón del mundo.

"Son los típicos perroflautas que van a todas las manifestaciones y lo único que buscan son peleas". Según relató en Radio Marca, presenció cómo los manifestantes actuaban de forma agresiva y provocadora, poniendo en serio riesgo a los participantes.

Pese a sus críticas, el cántabro quiso aclarar que no está en contra de las protestas siempre que sean sosegadas. "Me parece muy bien que se manifiesten pacíficamente, pero no cuando ponen en riesgo la seguridad del ciclista", señaló.

A su juicio, se trata de "los mismos personajes agresivos que aparecen en todas las manifestaciones" y cuya presencia enturbia el normal desarrollo de un evento deportivo de talla internacional como La Vuelta.

El comunicado de Premier Tech

Tras los incidentes, el equipo israelí emitió un comunicado en el que además de lamentar lo sucedido, confirmaron que no abandonarían la competición.

"El equipo sigue comprometido a competir en La Vuelta a España. Cualquier otra decisión supondría un precedente peligroso en el deporte del ciclismo, no solo para Israel Premier Tech, sino para todos los equipos".

La nota añadía que el equipo "ha expresado en repetidas ocasiones su respeto por el derecho de todos a protestar, siempre que esas protestas se mantengan pacíficas y no comprometan la seguridad del pelotón", destacando el agradecimiento al extenso trabajo de organización y policía.

En el mismo comunicado se lamentó que "el comportamiento de los manifestantes en Bilbao hoy no solo fue peligroso, sino contraproducente para su causa y privó a los aficionados vascos al ciclismo, algunos de los mejores del mundo, de la llegada de etapa que merecían", concluye la formación.

Vuelta a España - Bilbao

En el programa Radioestadio noche, de Onda Cero, el director del equipo israelí, Óscar Guerrero, habló sobre la decisión de no retirarse de la carrera tras lo ocurrido, una postura que divide a la opinión pública pero que el conjunto ha mantenido con firmeza.

"Lo estoy llevando muy mal. Sufres insultos, todo tipo de agresiones verbales... Nos cuesta, pero somos un equipo profesional y no podemos decir que nos vamos porque en otra carrera nos puede pasar lo mismo", explicó Óscar Guerrero -en el equipo desde 2017- ante los micrófonos.

Una postura firme

El director técnico de la prueba, Kiko García, señaló con crudeza que "entre todos hay que buscar una solución, que para mí solo hay una ahora mismo: que el propio equipo de Israel se diera cuenta de que estando aquí no facilita la seguridad de todos los demás. Pero nosotros no podemos tomar esa decisión".

Guerrero insistió en que no abandonarán: "Crearíamos un precedente para otros casos con otros motivos diferentes en los que hubiera protestas en contra de otros equipos. Nos hemos preparado muy bien para La Vuelta y nuestra idea es ir hasta el final", remarcó.

El director confesó que "nos han llegado amenazas de muerte, tenemos miedo" y pidió "que no agredan al equipo", apelando tanto a las autoridades como a los aficionados para proteger a ciclistas y staff ante el aumento de tensiones.

La plataforma Gernika-Palestina protestan contra el equipo Israel-Premier Tech a la salida de la 12ª etapa EFE

El equipo Israel Premier Tech tomó parte de la salida de la duodécima etapa de La Vuelta y mantuvo su presencia en la carrera, pese a las protestas que se han sucedido en distintas localidades. El inicio de la jornada en Laredo transcurrió sin incidentes relevantes, aunque el autobús fue abucheado.

En la explanada se escucharon cánticos de "expulsión de la competición" y se vieron pancartas críticas contra el conjunto, que ya ha sufrido episodios similares en esta edición. Aun así, la calma predominó entre una mayoría de aficionados y responsables.